El jueves, representantes de 7 partidos abandonaron la sesión porque 6 de los 11 consejeros evitaron la discusión de reglas para que los programas sociales no se utilicen con fines electorales y los gobiernos ejerzan los recursos públicos con imparcialidad.
Es un momento complicado en el Instituto Nacional Electoral.
Pero hay que asumir que cada vez que arranca un proceso electoral, la intensidad del debate político se incrementa y el Consejo General del INE -donde están representados todos los partidos- no solamente no escapa a ese fenómeno, sino que lo condensa; es un lugar donde las discusiones se dan en público, donde se toman las decisiones del arbitraje electoral, es un lugar refractario de intensidad política, expuso el consejero presidente de ese instituto, Lorenzo Córdova, luego de que el jueves, 7 de los 10 partidos se levantaran de la mesa.
Los representantes de los partidos acusaron al INE de retardar una semana la discusión sobre acuerdos referentes a la imparcialidad con la que deben conducirse los servidores públicos durante las campañas; y otro sobre la gestión y administración de los programas sociales durante las campañas electorales.
En entrevista para Noticias MVS primera emisión, reconoció que, por parte de esos 7 partidos que se levantaron de la mesa, “hay preocupaciones a las que no podemos ser ajenos, no podemos obviar”.
Todo esto ocurre en un contexto en el que el INE tiene un déficit de credibilidad pública, aceptó Córdova.
“Estoy haciendo lo que puedo”, respondió al ser interrogado sobre si él debería reencauzar el INE.
“Soy el primero, lo dije… que el INE tiene un déficit de credibilidad pública y que el INE tiene que construirse la credibilidad. Y creo que el INE en su rol de árbitro tiene que ser muy enérgico para conducir la vida política, el debate político, particularmente durante las elecciones”, subrayó el presidente del instituto.
Recordó que casos como Pemexgate y Los Amigos de Fox, “con toda la polémica que se abrió, con todas las acusaciones que se le hicieron al IFE por una presunta parcialidad, son también los momentos de mayor fortaleza. Un árbitro tiene que ser un árbitro que centre su fortaleza sin duda en el rigor en la aplicación de la ley, pero también en su inflexibilidad, y por supuesto su no pasividad frente a eventuales violaciones de la ley”.
Es un órgano muy complicado, pero evidentemente “tenemos un tramo de reconstrucción de credibilidad muy importante por procesar”.
Aseveró que en el INE “quienes tomen las decisiones no deben estar actuando para proteger o validar intereses de alguna de las partes en contienda. No somos, no debemos ser correas de transmisión”.
No obstante, a los partidos hay que atenderlos, para poder seguir siendo un interlocutor confiable, pero además un árbitro, que es un rol fundamental en el proceso electoral, finalizó Córdova.
ENTREVISTA:
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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