En el refranero popular hay una máxima que dice que es malo hacer trampa, pero es peor que te descubran. Bajo esa premisa parecen estar regidos algunos de los senadores y diputados de este país. Porque sí, muy malo que el panista Ernesto Cordero haya faltado al inicio del segundo periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión. Muy malo, porque se fue al Super Bowl cuando debía estar en su trabajo. Pero lo que hace a Cordero diferente de los demás senadores y diputados es que lo descubrieron. Porque ese domingo de futbol americano, a la sesión de apertura en el salón de plenos del Palacio Legislativo de San Lázaro asistieron solo 295 de los 500 diputados, y solo 82 de los 128 senadores. Nada más que a ninguno de ellos los vieron sonrientes en televisión a nivel mundial.
Un domingo como el de cualquiera
Para quienes acuden a un evento de la magnitud de un Super Bowl, una de las mejores cosas que les pueden pasar es aparecer en la televisión.
Ser enfocado por una cámara que le muestre a todo el mundo que estuvieron en el lugar en donde millones hubieran querido.
Para el senador Ernesto Cordero, no.
De entre los más de 75 mil aficionados que acudieron al Estadio de la Universidad de Phoenix para ver el juego de los Patriotas contra los Halcones Marinos, la cámara de la cadena deportiva FoxSport tomó a Ernesto Cordero. Sonriente. Con su gorra del equipo de Seattle -que al final perdió el juego-.
Estando las cosas como están en el interior del PAN, las reacciones no tardaron.
Gustavo Madero, líder nacional del blanquiazul, levantó su dedo índice y acuso al senador de dañar la imagen del partido.
“Cualquier persona que no ayude a acercarnos a los ciudadanos dando estos mensajes, es alguien que está haciéndonos un daño como partido político y al sistema político y a la democracia”, dijo Madero y amenazó con sanciones.
En su defensa, Cordero argumentó que había acudido al Super Bowl “como muchos mexicanos” que pagan su boleto.
Esa justificación no sería tan mala si no hubiera sido el mismo Cordero quien, cuando estaba a cargo de la Secretaría de Hacienda, aseguró que “cualquier mexicano” podía vivir bien con 6 mil pesos al mes.
El boleto de Cordero, estaba lejos de costar 6 mil pesos.
Pero no se quedó ahí, el senador además dijo que la sesión era de tan solo 10 minutos, y que en ella no se iba a discutir “absolutamente nada”.
Igual que Cordero, la senadora panista Mariana Gómez del Campo también prefirió no ir a San Lázaro para participar en una carrera realizada en el bosque de Chapultepec.
“Con actitud, coraje y mucha pasión… Mi primera Carrera del año. #MiRetoCarreraPorMes @NextelMX #OrgulloDF“, publicó en su cuenta de Twitter.
Como ellos, otros otros 251 legisladores consideraron que la sesión de 10 minutos en San Lázaro no valía la pena.
Solo que ninguno se excusó apareció en televisión. A los otros no los descubrieron.
Cosas más importantes
El senador del PAN, Ernesto Cordero, se quejó del escándalo que se armó luego de que se diera a conocer que estuvo en el Super Bowl el domingo pasado, cuando debía estar en el Senado.
En su defensa, Cordero remarcó que había pedido permiso, que viajó con su dinero y que se le descontaría el día.
Sin embargo, el líder nacional de los blanquiazules, Gustavo Madero, señaló que descontarle el sueldo no sería una sanción suficiente, pues el senador había dado una mala imagen para el partido.
“Algo más tiene que hacerse, debido a que su acción manda un mensaje muy inadecuado”, dijo el presidente nacional del PAN.
En respuesta, el senador publicó un mensaje en su cuenta de Twitter.
“@gustavomadero es la corrupción, los moches y otras conductas no panistas lo que deberías estar investigando”, señaló.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.
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