Muchos periodistas sostienen que el caso de Aristegui es parte de un intento más amplio del gobierno para controlar la cobertura periodística crítica.
Tras de su salida de su programa radiofónico en MVS, Carmen Aristegui se ha vuelto un emblema del acoso a la libertad de prensa, afirma The New York Times en un texto que titula “En México, despido de Carmen Aristegui somete a escrutinio la libertad de los medios” firmado por Elisabeth Malkin
“Los periodistas entendimos el mensaje: el periodismo de investigación no es bien visto por el gobierno y mucho menos cuando se investigan los conflictos de interés”, afirmó el escritor Ricardo Raphael para el diario estadounidense.
A continuación, un fragmento del texto del NYT:
En México, despido de Carmen Aristegui somete a escrutinio la libertad de los medios
MARCH 27, 2015
Por ELISABETH MALKIN
The New York Times
CIUDAD DE MÉXICO — Cuando Carmen Aristegui, la periodista más famosa de la radio en México, fue despedida abruptamente hace unas semanas, nadie esperaba que se quedara callada. Pero el enojo por su destitución ha ido aumentando continuamente y ha incrementado la tensión política del país.
Las teorías de conspiración han abundado desde que la disputa entre Aristegui y su empleador, MVS Comunicaciones, desembocó en su partida. Ella se ha vuelto un emblema del acoso de la libertad de prensa, y los medios sociales se han encendido con la exigencia de que regrese a las ondas hertzianas.
Sus mismos críticos, que señalan la falta de rigor periodístico en muchos de sus reportajes, sostienen que su destitución eliminó a una de las pocas periodistas en México que se enfrentan abiertamente a la autoridad. Y muchos periodistas sostienen que el caso de Aristegui es parte de un intento más amplio del gobierno para controlar la cobertura agresiva.
“Ahora tenemos una radio que es menos plural que hace dos semanas”, afirma Raúl Trejo, experto en medios de la Universidad Nacional Autónoma de México. “Yo la he criticado mucho, pero pienso que su voz es muy saludable para la sociedad mexicana.”
Aristegui encabeza al grupo de 17 reporteros que descubrieron la existencia de una residencia en el barrio más exclusivo de la Ciudad de México, construida para la esposa del Presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera, por una empresa que ha obtenido cientos de millones de dólares en contratos con el gobierno.
La salida de Aristegui “silencia una voz”, afirma Ricardo Raphael, escritor que coordina el programa de periodismo en el Centro de Investigación y Docencia Económica en la Ciudad de México. “Los periodistas entendimos el mensaje: el periodismo de investigación no es bien visto por el gobierno; y mucho menos cuando se investigan los conflictos de interés” entre el círculo interno del presidente y las compañías privadas…
Ver texto completo en The New York Times.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario