MÉXICO, D.F: Desde agosto de 2014, con la intromisión a la vida privada del conductor Pedro Ferriz de Con, y en diciembre del mismo año, con la difusión de una campaña pagada en espacios informativos contra la empresa francesa Alstom, Grupo MVS “inició un grave retroceso” en materia de derechos de audiencia y de código de ética periodística, que culminó con los nuevos lineamientos “que sólo tienen un destinatario claro: Carmen Aristegui”.
Así resume el ómbudsman de MVS, Gabriel Sosa Plata, la situación de la empresa en los últimos meses. Y advierte que la reciente ruptura entre el consorcio y Carmen Aristegui “deja una marca bastante negativa. Le están haciendo el caldo gordo a las televisoras, que están felices con lo que sucede en MVS, al tiempo que han perdido radioescuchas y seguidores en redes”.
Sosa Plata afirma que desde la salida de Aristegui y su equipo de la Primera Emisión, nueve de cada 10 llamadas que recibe de la audiencia son críticas a la empresa, 98% de los correos electrónicos que ha recibido son quejas por la salida de la periodista y un silencio absoluto de parte de la empresa.
El domingo 15 Sosa Plata emitió su posición en relación con los nuevos “lineamientos aplicables a la relación entre Noticias MVS y los conductores de sus emisiones informativas” que la empresa dio a conocer dos días antes, el viernes 13, tras la última emisión de Aristegui en su espacio matutino.
Ahí Sosa Plata consideró que estos lineamientos “modifican unilateralmente las condiciones del contrato y el acuerdo” firmado con Aristegui y “no son producto de un acción consensuada”. Consideró que “imponen ciertas condiciones que no estaban consideradas en el acuerdo” con Aristegui y “en ninguna línea se menciona su derecho a la libertad de expresión durante las emisiones…
Fragmento de la entrevista que se publica en la edición 2003 de la revista Proceso, ya en circulación.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JENARO VILLAMIL (REPORTAJE ESPECIAL).
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