Además de la extraña disparidad entre los montos que pagarán Grupo Radio Centro y Cadena Tres por sendas cadenas de televisión abierta –3 mil 58 millones de pesos y mil 808 millones de pesos, respectivamente–, en estos nuevos proyectos no se perfila una producción de contenidos que difieran radicalmente del mediocre modelo tradicional de televisión mexicana. “No necesariamente haremos otra oferta de contenidos (distinta de las de Televisa y TV Azteca). Éstos ya están estandarizados en el gusto del público”, anticipa Francisco Aguirre, presidente del corporativo radiofónico.
MÉXICO, D.F: Tras un proceso de licitación de año y medio que dejó en el camino a más de 15 grupos interesados originalmente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dio a conocer el 11 de marzo que Cadena Tres, de Olegario Vázquez Aldir, y Grupo Radio Centro, de Francisco Aguirre, fueron los finalistas y ganadores de la licitación de las dos cadenas de televisión abierta, con 123 frecuencias cada una, que pretenderán competir con Grupo Televisa, dueño de tres cadenas nacionales y una regional (en 258 frecuencias), y TV Azteca, que posee dos cadenas nacionales y una metropolitana (en 180 frecuencias).
La sorpresa, incluso para el propio Francisco Aguirre, fue la enorme disparidad de las ofertas por un espectro que tiene igual número de frecuencias en televisión abierta digital: el propietario de Grupo Radio Centro pagará 3 mil 58 millones de pesos por las 123 frecuencias, mientras que Cadena Tres desembolsará mil 808 millones de pesos por el mismo número.
Existe una diferencia de más de 70% entre una y otra ofertas. Ambas propuestas están por arriba casi cuatro veces del precio base fijado por el IFT, que fue de 830 millones de pesos. Si alguno de los dos desistiera en el pago de la contraprestación –cuya fecha límite es el 12 de abril–, tendrían que pagar una penalización de 415 millones de pesos, equivalentes al monto que dejaron en garantía.
Esta disparidad fue considerada como “lógica y natural” en un proceso de licitación de este tipo, según los comisionados del IFT, pero el especialista Ramiro Tovar, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México, señala que éste es el resultado de una falla del modelo de licitación que dio lugar al fenómeno conocido como “maldición del ganador”, cuando uno de los postores sobrevalúa su posición debido a la “información asimétrica que obtienen los que compiten”.
“Esta gran disparidad se pudo haber evitado si hubieran licitado con el modelo de subastas a segundo precio. Es decir, ambos hubieran tenido que pagar la segunda cantidad más alta, que era la de Cadena Tres: mil 808 millones de pesos”, afirma Tovar, consultado por Proceso…
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2002 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JENARO VILLAMIL.
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