jueves, 5 de marzo de 2015

Operación “Rápido y Furioso” se gestó con Medina Mora en PGR

El operativo inició en 2009; el escándalo estalló en 2011; pero tiene como antecedente unos cursos de capacitación que dio la ATF, cuando la PGR era encabezada por Eduardo Medina Mora.

El gobierno de Estados Unidos capacitó a agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) en rastreo e identificación de armas de fuego, a la par que realizaba operativos para introducir armas de manera ilegal a territorio mexicano, con el propósito de localizar a capos del crimen organizado, en operaciones como “Receptor Abierto” y “Rápido y Furioso”.

Los cursos de capacitación que dio la Agencia Norteamericana de Control de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (la ATF por sus siglas en inglés) ocurrieron cuando la PGR era encabezada por Eduardo Medina Mora, hoy aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a propuesta del presidente Enrique Peña Nieto.

Documentos entregados vía transparencia por la Procuraduría a la Primera Emisión de Noticias MVS, muestran que funcionarios de este organismo asistieron a seis cursos y seminarios relacionados con redes de tráfico de armas.

Hasta ahora, el gobierno mexicano ha insistido en que desconocía de los operativos “Receptor Abierto” y “Rápido y Furioso”, con los cuales se introdujeron armas de fuego de forma ilegal a territorio mexicano.

La ATF, en sus oficinas en Phoenix, Arizona, orquestó las estrategias “Receptor abierto” o “Rápido y Furioso”, entre otras, que consistieron en vigilar la ruta de trasiego de armas y dejar cruzar con libertad a los traficantes, con el objetivo de localizar a grandes capos de la droga en México.

Hay evidencia de que las armas que “se dejaron caminar”, como se llamó a esa táctica, fueron usadas por el crimen organizado en México incluso contra civiles, como lo reveló la cadena Univisión, en el caso de la masacre de Villas de Salvárcar, Chihuahua, en enero de 2010, cuando sicarios irrumpieron en una fiesta de estudiantes y asesinaron a 16 personas e hirieron a otras 12.

El operativo “Receptor abierto” se llevó a cabo entre 2006 y 2008, y “Rápido y Furioso” entre el otoño de 2009 y el año 2011.

Los procuradores en ese periodo fueron Eduardo Medina (entre 2006 y septiembre de 2009); Arturo Chávez Chávez (de 2009 a 2011), y Marisela Morales (de 2011 a 2012).Pero el equipo del entonces presidente, Felipe Calderón, negó hasta el final de su mandato haber tenido conocimiento de ese tipo de operaciones.

Cuando Eduardo Medina Mora era procurador, agentes a su cargo recibieron seis capacitaciones de la ATF, sobre rastreo e identificación de armas.

El primer curso fue en 2008, con el nombre “Identificación de Armas“, cuyo objetivo fue “conocer técnicas nuevas, proyectos de investigación, protocolos de procedimiento, nueva tecnología, etcétera, relacionados con la balística“, de acuerdo con una base de datos elaborada por la propia PGR.

En ese mismo año, la ATF vigiló el tráfico de armas de una red de compra ilegal, liderada por un hombre llamado Alejandro Medrano, quien antes había colaborado con esa dependencia en el operativo “Receptor Abierto”, según un reporte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

También en 2008, la PGR participó en dos seminarios “Sobre Tráfico de Armas”, y en un taller más acerca del mismo tema. Las tres capacitaciones tenían el objetivo de “conocer las actividades ilícitas de grupos criminales, que enfocan sus acciones en el tráfico de armas”.

Las últimas dos capacitaciones reconocidas por la PGR ocurrieron en 2009. Oficiales de la ATF proporcionaron el curso “Reconstrucción de Matrículas de Armas de Fuego”, que tenía el objeto de “conocer las técnicas y herramientas para investigar, identificar y documentar armas de fuego y explosivos comerciales y militares, con la finalidad de que éstos puedan ser rastreados”.

Y el curso “Tráfico de Armas en la Frontera Norte”, que pretendía que los funcionarios de la PGR conocieran “las principales técnicas y procedimientos que son utilizados para el trasiego de armas, en la frontera norte de México”…

“Rápido y Furioso” se hizo público hasta enero de 2011, cuando funcionarios de la ATF revelaron su inconformidad con las tácticas usadas, luego de conocerse el asesinato de un agente de la Patrulla Fronteriza, Brian Terry, baleado en diciembre de 2010 con una de las armas que se habían “dejado caminar”.

Como resultado del operativo “Rápido y Furioso”, se recuperaron 128 armas, en los estados de Guerrero, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California, entre noviembre 2009 y enero de 2010, de acuerdo con el informe del Congreso de Estados Unidos.

Los casos de trasiego vigilado de armas han levantado polémica en ambas naciones. En Estados Unidos, el presidente Barack Obama tuvo que hacer uso de su “fuero” o “privilegio ejecutivo”, para negar información oficial sobre esa operación, con lo que protegía a su procurador, Eric Holder, quien ha negado conocer los detalles de “Rápido y Furioso”.

En México, la ex procuradora, Marisela Morales, apoyó la versión de que el gobierno mexicano jamás fue notificado de las operaciones en las que se “dejaron caminar” armas: “Nos enteramos precisamente en el momento en el que estaba siendo publicado en diversos medios de comunicación, hasta ese momento fue que nosotros tuvimos conocimiento de este operativo, antes de eso nunca tuvimos conocimiento,. y por eso a raíz de esta comunicación fue que se iniciaron varias averiguaciones previas”.

Por su parte, el entonces secretario de gobernación, Alejandro Poiré, respaldó esta postura: “Por supuesto que no teníamos conocimiento de los aspectos que se mencionan sobre la autorización presunta de trasiego de armas como parte de esa operación y que, por supuesto que se hubiésemos tenido noticia al respecto, lo hubiésemos impedido y lo hubiésemos reclamado al respecto”.

Dolia Estévez, corresponsal de Noticias MVS, habló con el ex jefe de la ATF en Phoenix, Arizona, William Newell, quien le dijo que un integrante de la PGR había estado en sus oficinas regionales, donde le contó de “Rápido y Furioso”, en 2009. Se trataba de Carlos Fernando Luque Ordoñez, enviado por el ex procurador mexicano, Eduardo Medina Mora.

En respuesta, Medina Mora señaló que la operación había ocurrido después de dejó la PGR y que la cooperación con ATF se amplió desde el año 2005. También dijo que esa colaboración fue sólo en el rastreo del número de serie de las armas aseguradas en México.

Antes de ser procurador, Eduardo Medina Mora dirigió el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, el CISEN, y hoy es uno de los candidatos que componen la terna, enviada por Presidencia, para ocupar el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia.

Este dos de marzo, en su comparecencia ante el Senado, negó que hubiera tenido conocimiento de operaciones que dejaron caminar armas a México de forma ilegal: “Cuando yo fui procurador… jamás se autorizó ninguna operación de entrega controlada de armas. Se establecieron elementos de cooperación para la identificación de los números de serie de las armas decomisadas en México”.

El operativo “Receptor Abierto” se realizó desde que Medina Mora fue procurador y, aunque la operación “Rápido y Furioso” se lanzó en la gestión de Arturo Chávez Chávez, la capacitación de funcionarios mexicanos, en labores de rastreo de armas, ocurrió desde el periodo de Medina Mora.


El Senado tendrá que decidir entre el ex procurador o los magistrados Felipe Alfredo Barrera y  Horacio Hernández Orozco, para ocupar un lugar en el máximo tribunal del país por un periodo de 15 años.

VÍDEO:



FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

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