Medio año después de la desaparición de los 43 normalistas y a 72 días de la jornada electoral, los familiares siguen con interrogantes y reiteran que no hay condiciones para que haya comicios en Guerrero.
Agotados física y mentalmente por permanecer seis meses en la búsqueda de sus hijos, los padres de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa fueron claros: no permitirán que haya elecciones en Guerrero.
Tras marchar desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento a la Revolución, familiares de los estudiantes advirtieron que en la entidad no existen condiciones para llevar a cabo comicios el próximo 7 de junio.
“Hemos dicho que en Guerrero no va a haber elecciones. Primero, que nos presenten a nuestros hijos, los 43 estudiantes, y después habrá elecciones. Mientras no nos los presenten, no habrá elecciones”, advirtió Bernabé Abraján, padre de Adán Abraján de la Cruz, uno de los jóvenes desaparecidos.
Abraján, uno de los dos padres que acudieron en febrero pasado a Ginebra, Suiza, para participar en el examen de México ante el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU, fue más allá y declaró que la justicia para sus hijos llegará por una u otra vía.
“Mi dicho es que si el Gobierno no hace justicia, el pueblo hará justicia”, sentenció.
No tienen miedo
En un contingente visiblemente menor del que ha participado en otras movilizaciones, marcharon activistas como el padre Alejandro Solalinde, y se vio ondeando banderas con el rostro de la periodista Carmen Aristegui.
Los padres de familia afirmaron que no creen en la información que les ha dado el Gobierno federal sobre el supuesto destino de sus hijos pues, dijeron, el grupo de peritos argentinos que coadyuvan en la investigación les ha dado indicios de que no es sostenible la versión de que los 43 estudiantes fueron quemados en el basurero de Cocula.
“El gobierno lo que ha hecho es jugar con nosotros, nos ha mentido siempre. Primero, con que estaban en las fosas; pero gracias a los forenses argentinos, desmintieron eso. Ahora nos salen con que fueron quemados en el basurero de Cocula y que los aventaron al río. ¿Cómo piensa que le vamos a creer después de todo lo que ha hecho?”, lanzó Janet Arzola, hermana del estudiante Francisco Arzola.
“Creo que el dolor de madre ya se me volvió furia contra este gobierno. Nos ha quitado tanto, que nos quitó hasta el miedo. No tenemos miedo, seguiremos luchando”, comentó María Elena Guerrero, madre de Giovanni Galindes, uno de los desaparecidos.
Los padres de familia pidieron a quienes los han apoyado que no los dejen solos en la búsqueda de sus hijos, pues gracias a la presión social que se ha ejercido sobre los autoridades, es como no se ha dado carpetazo al caso.
Isidoro Vicario, abogado de los familiares de los jóvenes desaparecidos, pidió que no se piense al movimiento como uno que incita al odio, sino que solo buscan justicia.
“El movimiento de los padres no es para sembrar odio en el pueblo de México. El movimiento de los padres tiene una sola finalidad, que es la exigencia de la presentación con vida de los 43 estudiantes”, manifestó.
La movilización transcurrió sin incidentes, salvo algunas pintas realizadas por jóvenes encapuchados en algunos edificios y esculturas del Paseo de la Reforma.
La próxima cita que lanzaron los padres de familia fue para el 4 de abril, fecha en que se realizará la Asamblea Nacional Popular en la localidad de Ayotzinapa, en Guerrero.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: IMELDA GARCÍA.
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