Aunque ejidatarios denunciaron desde marzo a una mina por la contaminación del arroyo Milpillas, la Profepa apenas comenzó a investigar.
Luego de que habitantes del ejido Miguel Hidalgo, del municipio de Santa Cruz, Sonora, denunciaron a fines de marzo a la mina subterránea La Pareña, perteneciente al Grupo Peñoles, por presuntamente contaminar el arroyo Milpillas, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) anunció ayer que investigará el sitio.
La dependencia informó que lo anterior es con el fin de determinar si pudiera deberse a la descargas de aguas residuales de la mina La Parreña, por lo que se llevó a cabo un recorrido de inspección por un tramo de 1.8 kilómetros de ese afluente.
Esa acción se lleva a cabo luego de una serie de denuncias populares que advierten sobre la presencia de manchas de color azul turquesa, lo que se presume es causado por sulfato de cobre que se impregnó en las piedras del río.
De acuerdo con estudios preliminares que practicaron funcionarios de la Profepa, las mediciones de pH arrojaron que los niveles están dentro de lo permisible según la Norma Oficial Mexicana 001 de Semarnat con 7.8, cuando lo máximo permitido es nueve.
El dictamen de dicha investigación continúa aún en proceso.
Acaban con flora y fauna
El pasado 30 de marzo, el diario El Universal informó que los ejidatarios advirtieron que la mina está acabando con la flora y fauna de esa región por bombear, desde hace dos años, inmensas cantidades de sulfatos y otros metales tóxicos en el arroyo.
“Se están descargando altas concentraciones de cobre, tenemos alrededor de dos años que empezaron a desechar eso de la mina Milpillas, empezaron con poco, luego para que no nos quejáramos le daban vuelta a la arena, ahora eso ya no se puede esconder”, le dijo un ejidatario al diario.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF.
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