Tras más de dos años cabildeando la reforma política, Miguel Ángel Mancera habría obtenido el apoyo del Gobierno Federal para que mañana el Senado apruebe darle mayor autonomía al Distrito Federal.
Los cabilderos del Senado y actores de la Reforma Política del Distrito Federal dicen que esta se logró gracias a un acuerdo desde arriba entre el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
Después de años, parece que al fin se destrabó el nudo para que mañana martes se apruebe la herramienta que dotará de una Constitución Política a la Ciudad de México, y sobre todo de mayor autonomía para la capital.
Qué ocurrió para que esto fuera posible, qué se negocio entre los partidos para que decididos Miguel Barbosa, presidente del Senado, y Emilio Gamboa, coordinador del PRI, salieron a asegurar desde la semana pasada que este martes sale porque sale, la ansiada Reforma Política que el jefe de Gobierno busca concretar desde que llegó al poder a finales de 2012.
Interesados en el tema, además del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, otros actores políticos como Alejandro Encinas, Miguel Barbosa, Porfirio Muñoz Ledo, Mario Delgado y hasta Mariana Gómez del Campo, se han inmiscuido en las negociaciones que hasta la fecha habían sido poco fructíferas y que exhibían la falta de interés por parte de los partidos.
Pero siempre hubo obstáculos. Más allá de lo que representa para el Distrito Federal, frenaba el quién se beneficiaría políticamente con su aprobación.
Miguel Ángel Mancera, el PRD. ¿Y por qué premiarlos?, cuentan algunos de los inmersos en los fallidos intentos.
Pero Miguel Ángel Mancera no cejó en el intento y mantuvo el tema, desde que llegó hasta ahora, como una de sus propuestas más sólidas, hasta que logró el consenso de algunos pero sobre todo el aval del Ejecutivo nacional.
Ahí comenzaron a fluir las negociaciones PRD-PRI en torno a la Reforma Política.
¿Qué es y para qué sirve?
El documento que entregó hace más de un año el jefe de Gobierno al Consejo Rector del Pacto por México, lo que busca, en sus propias palabras, es la definición jurídica de la Ciudad de México a través de una Constitución Política que será la Ley Suprema, por lo que el Poder Legislativo de la capital tendrá la facultad exclusiva de aprobar adiciones o reformas.
En dicha propuesta se puntualiza que al Congreso de la Unión le corresponderá legislar en materia de coordinación metropolitana e intervenir en deuda pública de la capital.
Y corresponde al presidente de México participar en los mecanismos de coordinación del desarrollo de la Zona Metropolitana.
Mientras que el poder legislativo se integrará en los términos que establezca la propia Constitución, cuyos integrantes serán electos mediante sufragio universal, libre, secreto y directos, según los principios de mayoría relativa y de representación proporcional.
Asimismo, el Poder Judicial se ejercerá por los tribunales que establezca la Constitución Política de la Ciudad de México; la independencia de los magistrados y jueces en el ejercicio de sus funciones deberá estar garantizada por la misma.
En el caso de los magistrados integrantes del Supremo Tribunal de Justicia de la Ciudad de México deberán observarse los requisitos plasmados en el artículo 95 de la Constitución.
No podrán ocupar este papel quienes hayan ejercido el cargo de secretario o equivalente; de procurador general de Justicia en el Gobierno de la Ciudad de México o integrante del Poder Legislativo local, durante el año previo al día de la designación.
Respecto a las demarcaciones políticas el texto propone que su gobierno estará a cargo de un titular electo por votación universal, libre, secreta y directa y de un órgano colegiado de elección popular.
En la elección de los titulares de estas demarcaciones y de sus órganos colegiados podrán participar los ciudadanos en forma independiente y los partidos políticos con registro local en la Ciudad de México.
El camino a seguir
Si este martes, por fin, se aprueba el proyecto de Reforma Política, debe enviarse a los Congresos de los 31 estados de la Federación debido a que implica cambios al artículo 122 de la Constitución, para que éstos a su vez, lo aprueben.
Una vez termine esta travesía por los Congresos estatales, el Congreso de la Unión lo avalará y enviará al presidente Enrique Peña Nieto para su promulgación.
Como parte de este camino de procedimientos, se tendrá que conformar la Asamblea Constituyente, que se encargará de redactar la Carta Magna de la Ciudad de México con base en el proyecto inicial que envió Miguel Ángel Mancera.
Una vez que se conforme de la constituyente, la Asamblea Legislativa se convertirá en el Congreso Local, y el Distrito Federal adoptaría como su nombre oficial Ciudad de México.
Las 16 delegaciones políticas se convertirán en lo que equivale a un Municipio, que será regido por un alcalde y un grupo de concejales.
El acuerdo entre el PRD, PRI e incluso el PAN ya existe. De aprobarse mañana, como está previsto, Mancera Espinosa tendrá el derecho de iniciativa para presentar la Constitución Política. Un bálsamo para su vapuleada administración.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.
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