“¿Quién gana con nuestra salida del aire? ¿Quién es quien realmente no quiere que se divulgue la información que investigamos? Y algo aún más incomprensible: ¿Por qué MVS intenta aniquilar un modelo de comunicación que lejos de ser destruido debería repetirse en todo el país, en toda la industria?”, son las preguntas que lanza la periodista Carmen Aristegui, en entrevista con Blanche Petrich, publicada este lunes en La Jornada.
Su caso lo considera “un momento clave para que los informadores nos enfrasquemos en una seria reflexión sobre cómo andan las cosas en la relación entre los periodistas y los empresarios, sobre cuál es el mejor modelo para que todos –prensa, empresas y audiencias– ejerzan sus derechos para realizar y ofrecer mejores contenidos producto de un trabajo hecho en libertad, resultado del esfuerzo profesional y ético. Esa es la batalla principal, tiene que ver con los contenidos que le damos al público y la conciencia que asuma la sociedad mexicana de sus derechos”.
Aristegui mencionó que meses antes de su salida, los Vargas -dueños de MVS- le solicitaron “que esa investigación –de la Casa Blanca– no saliera”.
“El reportaje no se transmitió en primera instancia en el noticiario de MVS, porque cuando nosotros estábamos aún con la investigación en curso –habíamos hecho consultas en la Presidencia, en la Secretaría de la Función Pública– ellos nos pidieron comprensión”, indicó.
“Fue una conversación difícil. Me solicitaron que esa investigación no saliera en el noticiario. Alegaron lo que yo sé que es cierto: su vulnerabilidad ante el poder político, porque son empresarios que dependen mucho del ámbito gubernamental para sus negocios, sus concesiones, la 2.5, lo que es el negocio principal de MVS”, apuntó.
“Les planteo que no podía aceptar censura y menos en un reportaje de esa naturaleza, que la sociedad tenía derecho a saber eso y que no la íbamos a meter en un cajón. Para no generar ruptura con ellos, la salida para nosotros es que la divulgaríamos de otra manera. No nos comprometimos a no hablar de ello en MVS, sino que la estación no fuera la señal de origen del reportaje”, abundó.
Y recordó que en el primer despido de la empresa, “Joaquín Vargas fue una caja de cristal y asumió con valentía el costo de decir lo que pasó. Reconoció que Los Pinos le dijo que si recontrataba a la periodista, a su proyecto empresarial se lo llevaba la chingada… (ahora) no es la misma ecuación política. No es lo mismo Calderón de salida que Enrique Peña con casi cuatro años de presidencia enfrente”.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: CARMEN ARISTEGUI.
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