Nemesio Oseguera, ‘El Mencho’, se ha convertido en el principal objetivo no solo del Gobierno mexicano sino también del de Estados Unidos. De acuerdo a versiones de sus allegados, el hombre es un sociópata que disfruta matar a sus enemigos.
Como casi todos los grandes capos del narcotráfico en México, Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, primero fue un agricultor que vivió la pobreza antes de convertirse en traficante de drogas.
El líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación –y actualmente el criminal más buscado por las autoridades de México y Estados Unidos- comenzó sembrando aguacate para ganarse la vida en el municipio de Aguililla, Michoacán, en lo más árido de la zona de Tierra Caliente.
Pero la agricultura definitivamente no era el destino para este hombre que el pasado 1 de mayo fue responsable de una de las jornadas más violentas que se han registrado en este sexenio en el país.
Días de terror en los que incluso un helicóptero militar fue derribado con un lanzacohetes y provocó la muerte 6 soldados.
Fue entonces que “El Mencho”, un narcotraficante que había mantenido un perfil bajo, acaparó de lleno los reflectores de las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Hoy Oseguera Cervantes es señalado como objetivo nacional por parte del Estado mexicano y como cabeza de la organización criminal con mayor poder económico en el país, según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Ni Rafael Caro Quintero, liberado el año pasado por una autoridad judicial, ni Joaquín Guzmán “El Chapo” fueron buscados con tanta celeridad como hacen ahora las Fuerzas Federales con “El Mencho”.
Pero, ¿quién es este hombre que ha puesto en alerta al Estado mexicano y al gobierno de Estados Unidos y que el 1 de mayo inundó de caos 4 estados del país?
Nada más y nada menos que uno de los criminales más sanguinarios en la antología del narcotráfico mexicano.
Es un hombre al que no le basta con matar a sus víctimas, sino que le llena más ver el sufrimiento, de acuerdo a testimonios de narcotraficantes detenidos relacionados con el CJNG.
Informes derivados de procesos penales de al menos 5 miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación, presos en la cárcel federal de Puente Grande en Jalisco, apuntan el perfil sociópata de “El Mencho”.
Le gusta que le pidan perdón ante de matar a alguien, dijo en un deposado judicial un detenido en Jalisco a principios del 2009.
Pero a ninguno de los que lo han traicionado les ha otorgado el perdón.
Nemesio no se tienta el corazón para matar, y la causa por la que mata con mayor frecuencia es por desobediencia a sus órdenes.
No necesita del móvil de la traición o la venganza para ejecutar a alguien, reveló un miembro de este grupo delictivo.
En otro deposado del juzgado segundo de Jalisco se puede leer del gusto que tiene “El Mencho” por las motocicletas.
Es un gusto que ha heredado a sus más allegados.
Hacia el 2008, con la complicidad de autoridades locales, le gustaba correr en moto, a toda velocidad desde Guadalajara a Puerto Vallarta, a veces escoltado por Policías Federales, a veces supervisado solo por policías municipales.
El gusto por las motocicletas también ha sido el signo de su desgracia, según han testificado algunos de sus sicarios.
En febrero del 2007, uno de sus hermanos murió en un accidente vial, al derrapar su motocicleta, sobre una de las principales arterias de flujo rápido en la ciudad de Guadalajara.
“El Mencho” ordenó un funeral de Estado para su hermano.
Su hijo, Rubén Oseguera González, “El Menchito”, ha sido hospitalizado en dos ocasiones, por fracturas al caer de su motocicleta.
“El Mencho” se fracturó en una ocasión la mano derecha, a la altura del radio, al caer de su motocicleta mientras se divertía en un motocross de la zona metropolitana de Guadalajara.
Uno de los requisitos para formar parte del equipo de escoltas del capo, reveló un exintegrante del CJNG cuyo proceso se lleva en el juzgado tercero de lo penal en Jalisco, es ser hábil para el manejo de armas, pero se necesita tener más destreza para el manejo de motocicletas.
El manejo de esos vehículos es una práctica deportiva que “El Mencho” promueve entre todos sus hombres más cercanos.
El nacimiento de un imperio
Como la mayoría de los barones de la droga, Nemesio Oseguera Cervantes nació, y vivió su infancia, en la pobreza.
Vio la luz primera el 17 de julio 1966 en la comunidad de Naranjo de Chila, del municipio de Aguililla, Michoacán, en lo más árido de la zona de Tierra Caliente. Sus padres lo bautizaron con el nombre de Rubén, pero se cambió al nombre a Nemesio por un tío padrino que lo acogió desde niño.
Comenzó a ir a la primaria en la escuela de su localidad, pero dejó incompletos sus estudios en el quinto grado.
La pobreza en la que vivía su familia lo empujó a emplearse como jornalero agrícola, aun no cumplía los 15 años cuando ya trabajaba para algunos productores de mariguana de la zona, a los que les ayudaba como vigilante de los sembradíos.
Hacia 1980, cuando el control del tráfico de drogas en el sur de Michoacán lo monopolizó Manuel Salcido Uzeta “El Cochiloco”, Nemesio Oseguera se empleó como vigilante de los cargamentos de mariguana y cocaína que salían de Tierra Caliente a Guadalajara. Así estableció relaciones con la familia de Armando Valencia Cornelio, la que era el principal suministrador de drogas para “El Cochiloco”.
En su época de servicio a Manuel Salcido Uzeta, éste lo colocó en puestos policiales estratégicos para el Cártel de Sinaloa. Así fue como Nemesio Oseguera se incorporó a diversas corporaciones policiales en los municipios de Cabo Corrientes y Tomatlán, Jalisco, desde donde sirvió a los intereses del que sería luego el Cártel del Chapo Guzmán.
Nemesio se enamoró y casó con Rosalinda González Valencia, prima de Armando, que era la hija mayor de una acaudalada familia, a la que le apodaban “Los Cuinis”, quienes participaba en el suministro de mariguana al Cártel de Sinaloa, también a través de “El Cochiloco”.
“Los Cuinis” acogieron a Nemesio como otro hermano. Lo pusieron al frente de algunas encomiendas familiares y le suministraron fondos para que hiciera sus propios sembradíos de mariguana.
El crecimiento de la empresa de Nemesio y su negativa a vender mariguana a Armando Valencia Cornelio, hizo que se distanciaran los primos. “Los Cuinis”, Abigael y José González Valencia, se hicieron del lado de su cuñado Nemesio. Hubo una guerra a muerte al interior de la familia Valencia. Nemesio y “Los Cuinis” decidieron establecerse en Colima, con el apoyo del cartel de Sinaloa, para comenzar así su imperio.
Detenidos y libres en Estados Unidos
Con el apoyo del Cártel de Sinaloa, los hermanos Abigael y José González Valencia incursionaron en la introducción de drogas hacia Estados Unidos. Nemesio tomó control de la seguridad del cártel, en tanto que “Los Cuinis” estaban en las relaciones comerciales. A “El Mencho” le tocaba la vigilancia de los embarques de drogas desde la zona limítrofe de Michoacán con Colima hasta Guadalajara y a veces Sinaloa.
En junio de 1994, Rubén o Nemesio Oseguera Cervantes fue detenido por la DEA en la zona de Sacramento, en California, Estados Unidos, cuando mantenía en tránsito un cargamento de cocaína. El volumen reconocido por el gobierno de ese país fue de 4.7 libras de cocaína, por lo que una Corte Federal de California condenó a “El Mencho” a prisión, acusado “de conspirar para introducir cocaína a los Estados Unidos”
“El Mencho” estuvo recluido en una cárcel de mediana seguridad, de donde alcanzó la libertad tres años después. Fue sentenciado a cinco años de cárcel pero su buena conducta lo sacó antes del plazo de sentencia. Antes de salir de la prisión, “El Mencho” juró ante el juez no volver a intentar introducir droga a ese país, y fue extraditado.
Mientras estuvo en prisión en Estados Unidos, el Cártel de “Los Cuinis” no dejó de trabajar en la zona limítrofe de Michoacán con Colima.
Se alejaron del comercio de mariguana e innovaron en la producción de drogas sintéticas. La producción de cristal les representó un campo virgen, tanto en suelo mexicano como en el norteamericano.
Viendo el potencial mercado estadounidense, Abigael González Valencia, “El Cuini”, decidió que era momento de montar un laboratorio de drogas sintéticas.
A la par que visitaba en prisión a su cuñado “El Mencho”, comenzó a producir kilos de cristal en dos laboratorios asentados en Fresno, California.
En mayo de 1996, un operativo de la DEA desmanteló la producción de drogas y “El Cuini” fue llevado ante la justicia.
En la corte federal de distrito en California, Abigael González Valencia se declaró culpable de la acusación “de conspirar para distribuir cocaína y producir anfetamina para comercializar en Estados Unidos”.
El juez federal consideró que el delito de producción de cristal no era grave y solo unos meses después de la detención otorgo la libertad bajo caución a González Valencia, el que pudo dejar la prisión pagando la suma de 80 mil dólares, para regresar a reincidir en el narcotráfico.
Abigael fue detenido el 28 de febrero pasado por Fuerzas Federales, durante un operativo en la ciudad de Puerto Vallarta.
Fue arraigado por la PGR tras conocer su importancia dentro del Cártel de Jalisco Nueva Generación, el que oficialmente ha sido reconocido como el más violento y de mayor posibilidad de expansión, luego de la desarticulación del cártel de Los Caballeros Templarios.
Al servicio de ‘El Chapo’
Operando como cártel independiente, el grupo de Nemesio y los hermanos González Valencia, “Los Cuinis”, intensificaron sus relaciones comerciales con el Cártel de Sinaloa. Estrecharon alianzas y ofrecieron mantener en resguardo los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas para que no se asentaran allí los Zetas.
Nemesio fue el creador del grupo de choque Los Mata Zetas, el que fue financiado en parte por “El Chapo” Guzmán para mantener a raya a sus enemigos declarados.
Los Mata Zetas en algún momento también se volvieron Mata Caballeros, cuando el cártel michoacano rompió nexos con el grupo de “El Chapo” Guzmán.
De acuerdo a declaraciones de ex integrantes del CJNG, contenidas en expedientes del segundo juzgado de los penal en Jalisco, “El Mencho” habría sido el autor directo de la detención de Armando Valencia Cornelio, capturado el 17 de agosto del 2003, a fin de poner punto final a la guerra que mantenían ambos grupos.
Tras la captura de Valencia Cornelio, el CJNG se fortaleció al sumar los liderazgos de las cabezas al interior de la Familia Valencia, tales como Óscar Orlando Nava Valencia, “El Lobo”; Juan Carlos Nava Valencia, “El Tigre” y Ramiro Pozos González, “El Molca”, quienes pactaron la paz con “El Mencho”.
La hegemonía de los Valencia duro poco, porque “El Lobo” fue detenido el 31 de octubre del 2009, y “El Tigre” fue aprendido el 11 de mayo del 2010. Al “Molca” lo detuvieron el 11 de septiembre del 2012.
En los tres casos una voz anónima fue la que alertó a las fuerzas federales sobre la ubicación de los delincuentes.
Sin “El Tigre”, “El Lobo” y “El Molca”, tras la muerte de Nacho Coronel (el 6 enero del 2014), Nemesio Oseguera Cervantes se convirtió en el principal capo del narcotráfico del país, por el que hoy el gobierno federal ofrece una recompensa de 5 millones de pesos, y le asignado el distintivo de objetivo nacional.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CÉSAR CEPEDA.
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