Aparte de intentar desacreditarlos con publicaciones falsas sobre este viaje por 18 ciudades de 12 países europeos, también insiste en pretender vincular a los estudiantes con la delincuencia organizada, provocando una “revictimización” de los familiares y de los jóvenes desaparecidos, “haciéndoles responsables de su propia desaparición”, denunció Román Hernández, representante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Asimismo, expresó que el llamado es para que los gobiernos europeos no privilegien sus acuerdos comerciales con México por encima de la grave violación de los derechos humanos en el país, práctica en la que está involucrado abiertamente el Estado mexicano.
Y los hicieron corresponsables de la grave situación de los derechos humanos en México por privilegiar esos acuerdos comerciales con el gobierno mexicano.
Omar García, el estudiante de la Normal de Ayotzinapa que sobrevivió al ataque de la policía en Iguala, la noche del 26 de septiembre pasado, reiteró aquí el anuncio de que no participarán ni permitirán que se celebren las elecciones en el estado de Guerrero, “porque votar en estas elecciones es tanto como votar por ´Los Ardillos´, ´Los Rojos´ o por los ‘Guerreros Unidos´ porque la mayoría de los políticos están implicados con estos grupos de la delincuencia organizada”.
Arropados por unas 300 personas en representación de diversos organizaciones sociales, “la caravana de Ayotzinapa en la otra Europa”, como se autodenominan, realizó una marcha y un mitin en la capital española, desde el Ministerio de Exteriores español hasta unos cincuenta metros de la Embajada de México en Madrid, sitio hasta donde la Policía Nacional les permitió llegar.
García dijo al contingente que esperaban que las fuerzas de seguridad españolas pretendieran detenerlos, pero utilizó ese hecho simbólico para anunciar que ninguna decisión así detendrá el movimiento que, expresó, seguirá vivo en México aún más allá de que se presenten a sus compañeros.
Expresó que en México no hay acceso a la justicia, “una justicia para los ricos y otra para los pobres” y alertaron sobre la imposibilidad de acceder a la reparación de las violaciones a los derechos humanos.
Y alertaron a las organizaciones sociales con las que se reunieron en privado en Madrid y, la víspera, en Zaragoza, para que estén alertas y denuncien acá esas violaciones cometidas por el Estado mexicano.
Sostuvo que el gobierno de Peña Nieto puso en marcha toda una estrategia para no darle más visibilidad al movimiento de padres y compañeros de los 43 estudiantes desaparecidos.
En rueda de prensa en la capital española, los integrantes de la delegación mexicana denunciaron que gracias al buen impacto que tuvieron las caravanas en Estados Unidos, en Canadá y ahora en Europa, se inició esta estrategia de estigmatización y desprestigio encabezada por líderes de opinión, “basados en fichas informativas que les hace llegar el gobierno mexicano para que puedan escribir cuestiones como que la caravana en Europa gasta medio millón de pesos, lo cual es falso”.
“Eso lo publicó el periódico La Razón, a tres días que llegamos acá, argumentando que solicitó a una agencia de viajes cuánto costaría un viaje por 13 ciudades, cuánto costaría hospedarse en hoteles de París, Londres, Berlín y Madrid, sin preguntarnos a nosotros como le estamos haciendo”, Román Hernández de Tlachinollan.
“Esto es una falta de ética que en todo caso les va a repercutir a ellos por falta de credibilidad. Sí existe una campaña de estigmatización, de desinformación y de intentar que la gente en la sociedad deje de creer que esta demanda es legítima y es vigente y es lo que vemos”, comentó.
Y reprochó que esas campañas lleguen al extremo de pretender vincular a los estudiantes desaparecidos con la delincuencia organizada, lo que significa una revictimización y colocar a la víctima de un caso grave de violación de derechos humanos, para poner las razones por las cuales han sido víctimas.
“Nos parece gravísimo, porque el Estado mexicano señala a los estudiantes víctimas de desaparición forzada como responsables de su propia desaparición, y esto es renunciar a su responsabilidad internacional en materia de la defensa de los derechos humanos”.
Dieron a conocer que su intención en este viaje no es reunirse con ninguna autoridad, sino con las organizaciones de la sociedad, para hacerles partícipe sobre el estado en que se encuentra el caso de Ayotzinapa.
“No tenemos esperanza de reunirnos con ninguna autoridad de gobierno, nos hemos venido a reunir exclusivamente con la sociedad civil organizada, porque es con ellos que podemos entendernos y atacar las razones de fondo de las violaciones de los derechos humanos”, dijo.
Asimismo, explicaron que hasta ahora no se han reunido con ningún representante de la jerarquía de la Iglesia Católica, aunque sí tuvieron encuentros con comunidades de base en Austria, Finlandia y Suecia.
Dieron a conocer que de estos encuentros con la sociedad civil organizada, que continuará hasta el 19 de mayo, pretenden poner en marcha una red europea para emprender acciones que ayuden a darle mayor visibilidad internacional al caso de los estudiantes víctimas de desaparición forzada.
Esta labor tendrá lugar una vez que lleguen a México y evalúen el resultado de la caravana para darle fuerza a la exigencia internacional para la presentación con vida de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Explicaron que son los propios colectivos en Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Austria, Italia, Suiza, Francia, España Bélgica, Holanda e Inglaterra, que asumieron compromisos concretos para denunciar este caso en todos los actos del gobierno mexicano en Europa.
Además de Román Hernández de Tlachinollan, de Omar García, estudiante sobreviviente, acompaña la caravana Eleucadio Ortega, padre de Mauricio, uno de los estudiantes desaparecidos en Iguala.
Durante el recorrido que realizaron por las calles de Madrid, los manifestantes de Ayotzinapa y los grupos de apoyo coincidieron con los familiares de los desaparecidos y represaliados por la dictadura franquista, que todos los jueves realizan concentraciones en la Puerta del Sol de la capital, e intercambiaron mensajes de apoyo y de solidaridad.
En su recorrido enumeraron hasta el número 43 para demandar justicia.
Hasta en la noche la embajada de México en España, que encabeza Roberta Lajous, mantuvo absoluto silencio por la acción de protesta.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ALEJANDRO GUTIÉRREZ.
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