Según la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés), de octubre del año pasado a marzo último, el Instituto Nacional de Migración (INM) deportó a 9 mil 671 niños y adolescentes centroamericanos, 131 menos que la Patrulla Fronteriza estadunidense en el mismo lapso.
Antes de la aplicación de las medidas que endurecieron el control migratorio sobre la frontera sur de México, las autoridades mexicanas deportaban un número de niños y adolescentes migrantes más de tres veces inferior a las detenciones de la Patrulla Fronteriza.
Según WOLA, entre octubre de 2013 y septiembre de 2014, el INM deportó a 16 mil 201 niños y adolescentes centroamericanos, mientras que la Patrulla Fronteriza detuvo a 51 mil 705 de ellos en el mismo periodo.
“Estas cifras ilustran de manera clara que México asumió un nuevo papel como agente migratorio y que ese papel llegó como una respuesta, al menos parcial, a la presión de Estados Unidos”, aseveró Adam Isacson, el encargado del área de Seguridad Regional en WOLA.
En marzo de 2014, las autoridades estadunidenses se alarmaron por la ola de niños y adolescentes migrantes no acompañados que intentaron cruzar su frontera sur. En total, detuvieron a 67 mil 339 de ellos en 2014, en una crisis sin precedente que atrajo una fuerte atención mediática.
WOLA subrayó que “una parte significativa” de los niños y adolescentes migrantes no acompañados huyeron de sus países debido a los peligros que ahí corrían.
La organización lamentó que “México no monitorea a estos niños de manera adecuada para su protección, y la enorme mayoría de ellos es retornada de manera rápida hacia las situaciones que huyeron”.
El pasado 20 de mayo, Apro reportó que, de acuerdo con las estadísticas oficiales del INM, durante los primeros tres meses del año las autoridades migratorias mexicanas deportaron a un promedio de 437 migrantes por día, una cifra en aumento de 89% en comparación con el mismo periodo de 2014.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
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