Como bienvenida a la estrategia del Gobierno Federal, el estado vivió días de caos y bloqueos. La jornada del fin de semana pasado será recordada como una de las más violentas.
El 1 de mayo de 2015, Jalisco despertó en medio de una jornada de violencia como nunca lo había vivido: 39 bloqueos con automotores en llamas afectaron la vida diaria de 25 municipios –la quinta parte del territorio estatal–, dejaron siete personas muertas, otras 19 heridas, 19 más detenidas y ni un cabecilla del Cártel Jalisco Nueva Generación aprehendido.
El 2012 era el referente más agresivo en la entidad, cuando en agosto de ese año se registraron 28 bloqueos. No hubo esa vez pérdidas humanas, y también se rumoraba la detención de Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del CJNG.
Las autoridades locales y federales aseguraron que los actos criminales fueron una “reacción” a la “Operación Jalisco” que ese día arrancó en la entidad y en Colima, con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Marina, de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Policía Federal y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), para cazar a la cúpula del CJNG que encabeza “El Mencho”.
El operativo llevado a cabo “con el fin de garantizar la seguridad de la ciudadanía y reducir los índices delictivos” en los dos estados vecinos, según informó el viernes la V Región Militar en un comunicado de prensa, se topó con el poderío del CJNG poco después de las 7:00 horas de ese día.
A esa hora, un helicóptero Cougar matrícula 1009 del Ejército mexicano fue derribado mientras sobrevolaba la ruta Casimiro Castillo-Villa Purificación.
La aeronave trasladaba 18 efectivos: cinco de tripulación, 11 soldados y dos agentes militares. De todos ellos, reportó la Sedena, tres militares murieron, otros 10 resultaron lesionados y otros dos policías también fueron heridos; tres elementos más permanecen desaparecidos.
La zona donde ocurrió el “descenso de emergencia” -eufemismo utilizado por la Sedena- se encuentra a unos 15 kilómetros de la cabecera de Villa Purificación, en la región Costa Sur de Jalisco.
“Mandos del Ejército precisaron lo sucedido. El ruido fue de un lanzacohetes accionado contra la aeronave que participaba en la ‘Operación Jalisco’. En ese punto se desarrollaba un despliegue de precisión por aire y tierra.
No obstante, el helicóptero fue escuchado por guardias armados de un rancho en el que presuntamente líderes del cártel Nueva Generación realizaban una fiesta. Atacaron”, según la crónica escrita por el reportero Ulises Zamarroni para el diario local El Informador.
Guadalajara, paralizada
La mañana del viernes, mientras el desfile del 1 de Mayo se realizaba, imágenes de vehículos incendiados en diferentes puntos de la ciudad inundaron las redes sociales
Imágenes de un automóvil en llamas, en el cruce de las avenidas Patria y Acueducto, en el municipio de Zapopan, al poniente de la ciudad, circularon por Twitter y Facebook, mientras en Guadalajara se realizaba el desfile del 1 de Mayo.
Para entonces, un funcionario del gobierno estatal le susurraba al oído al gobernador de Jalisco, el priista Aristóteles Sandoval, lo que ocurría.
El mandatario guardó la compostura en un desayuno con líderes sindicales, luego, tomó el micrófono:
“No son ni serán momentos sencillos (…) No nos vamos a detener hasta poder recuperar la tranquilidad en todas las regiones del Estado”, dijo.
Fuentes del gobierno de Jalisco confirmaron a Reporte Indigo que el gobernante y su equipo conocían de las amenazas del CJNG desde un día antes.
El diario Mural publicó el sábado 2 de mayo una circular que el jefe de gabinete del gobierno de Jalisco, Enrique Dau Flores, envió a los secretarios y titulares de Organismos Públicos Descentralizados desde el día anterior.
“Por mi conducto el señor gobernador del Estado les solicita no ausentarse de la ciudad de Guadalajara en los próximos días, particularmente el viernes 1, el sábado 2, el domingo 3, el lunes 4 y martes 5 de mayo”, según el documento enviado por Dau.
Para las 10:15 del viernes 1 de mayo, la Fiscalía General del Estado confirmó a través de su cuenta de Twitter los reportes de vehículos incendiados en distintos puntos de la zona metropolitana de Guadalajara.
“Todo el gobierno está activo, se redobla la seguridad en el Estado”, secundó el gobernador.
Casi una hora más tarde comenzaron a fluir los reportes oficiales sobre los puntos bloqueados: Periférico y Acueducto; avenida Revolución y Matamoros; Patria e Isla Antigua; carretera a Chapala, a la altura del Aeropuerto Internacional de Guadalajara; Periférico y Colón; carretera libre a Zapotlanejo, a la altura de Tateposco, en Tonalá.
También hubo en Periférico y 8 de julio; Periférico y López Mateos; avenida Vallarta en su cruce con avenida Aviación; avenida Aviación y 5 de Mayo, carretera a Chapala a la altura del hotel Tapatío; Periférico y Tesistán.
En Puerto Vallarta, cinco gasolineras y tres sucursales bancarias habían sido incendiadas por sujetos armados.
Antes del mediodía, la FGE confirmaba más bloqueos en la entidad, sobre: La carretera Guadalajara-Autlán, a la altura del crucero Ahuacatán; carretera Guadalajara-Tonaya, a la altura del kilómetro 30; carretera Juchitlán-Barra de Navidad, a la altura de Colotitlán; carretera Buenaventura-Tonaya.
La versión de que las autoridades habían capturado a “El Mencho” provenía de mismas fuentes del gobierno de Jalisco; al mismo tiempo aseguraban que sería la Federación la que haría el anuncio horas más tarde.
El Cártel innombrable
Pasadas las 13:00 horas, el gobernador Aristóteles Sandoval dio un mensaje en Casa Jalisco, que apenas si rebasó los cinco minutos, y en el que nunca mencionó por su nombre al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Dijo que el Gobierno Federal haría el anuncio sobre las detenciones y se limitó a decir que las acciones delictivas de ese día eran una reacción a la Operación Jalisco que tiene como fin capturar a los líderes “todos de una misma organización delictiva”.
Mientras el consulado de Estados Unidos en Guadalajara emitía una alerta a sus ciudadanos que residen en la capital del estado y a sus viajeros; les pidió suscribirse al Programa Viajero, del Departamento de Estado de EU, para recibir información en materia de seguridad.
Y los partidos políticos en la entidad anunciaban la cancelación de sus actos de campaña de ese día.
Cuatro horas más tarde, Sandoval proporcionó otro mensaje breve en el que aseguró que el orden había sido restablecido en la entidad, pero que la guardia seguiría arriba mediante el Código Rojo, un protocolo de alerta y vigilancia en carreteras, centros de hidrocarburos, gasolineras, y otras vías de comunicación.
Por la tarde del sábado, Puerto Vallarta registraba un par de hechos similares: dos vehículos y una cremaría eran incendiados.
El fracaso
El comisionado nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, ofreció una conferencia de prensa en la que replicó el discurso oficial sobre los acontecimientos: una reacción criminal a la Operación Jalisco.
El funcionario añadió que la violencia en Jalisco se extendió a los estados de Colima, Guanajuato y Michoacán, donde se presentaron otros bloqueos.
No hubo ningún anuncio de una detención importante. El presidente Enrique Peña Nieto lo dejó ver así en un mensaje que emitió esa misma noche en su cuenta de Twitter.
“El grupo delincuencial responsable de los hechos de hoy será desarticulado, como ocurre con las demás organizaciones del crimen organizado”.
El sábado pasado, durante el homenaje a un agente de la Fiscalía General del Estado que falleció en uno de los enfrentamientos del viernes, el fiscal Luis Carlos Nájera, dijo que al menos 10 de los detenidos, presuntamente tienen relación con los hechos violentos.
“Tenemos que estar conscientes de que cada vez que se ha querido detener a un líder de esta organización ha pasado lo mismo. Si siguen los operativos puede pasar algo similar”, advirtió Nájera.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: MAURICIO FERRER.
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