El cerco policíaco y la imposición de la UNT a los sindicatos y organizaciones a no exclamar consignas contra del gobierno estatal, provocó que más de 10 mil sindicalistas, ambulantes y agrupaciones sociales salieran a las calles de Puebla a exigir, en un solo frente, la renuncia de Rafael Moreno Valle Rosas.
El reclamo generalizado, es la serie de atropellos que el mandatario panista ha cometido contra la ciudadanía.
En un inicio, se concentraron agrupaciones sociales y sindicatos sobre la Avenida Juárez y 25 Poniente, con la idea de marchar en dos frentes: el oficial que encabezó los trabajadores de la Volkswagen, y el segundo dirigido por la Unión Popular Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”.
La condicionante de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) a las agrupaciones fue que no tendría voz en el mitin, “porque sólo ofenden a Moreno Valle”.
Por momentos de la protesta, el reclamo se desvió contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, y se dejaron de escuchar los reproches contra la administración morenovallista.
Sin embargo, al llegar al Centro Histórico, trabajadores de la armadora alemana de manera espontánea lanzaron consignas contra el gobernador y botellas de agua contra los granaderos que les freno el paso al zócalo de la ciudad, donde históricamente se lleva a cabo un mitin al término de la marcha.
Fue entonces que los sindicatos “oficiales” giraron el tono de las consignas y reclamaron un alto a la represión por parte del gobierno del estado y la libertad de presos políticos como el líder de la “28 de Octubre “, y de los representantes de Cholula Viva y Digna, Adán y Paul Xicale.
El cerco se extendió sobre el polígono de las calles Reforma y 3 Sur, 3 Sur y 3 y 5 Poniente, además de 16 de Septiembre y 2 Sur hasta la 5 Poniente y 2 Sur.
A pesar de la represión y persecución, la “28 de Octubre” fue el contingente más numeroso y organizado.
Los vendedores ambulantes, que han sufrido el embate de 10 desalojos violentos y el encarcelamiento de su fundador Rubén Sarabia Sánchez,Simitrio, estuvieron flanqueados por grupos de defensas, que iban armados con palos.
Un día antes, se corrió la versión que grupos de choque infiltrarían la marcha de las agrupaciones disidentes para provocar una riña que acabaría con decenas de detenidos.
Esto obligó, incluso, a que algunos dirigentes prefieran no marchar, como fue el caso de Marco Mazatle Rojas y Ricardo Jiménez Ávila, del Movimiento por la Alternativa Social (MAS), quienes recibieron la amenaza de ser aprehendidos.
La marcha por el Día del Trabajo partió de la Avenida Juárez, alrededor de las 9 de la mañana, en dirección al zócalo de Puebla, y concluyó en las inmediaciones a Casa Aguayo.
Entre los participantes estuvieron trabajadores de la VW, Sutinaoe, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Frente de Organizaciones Sociales y Políticas del Estado, la CNTE, el Movimiento Nacional por la Esperanza, el Movimiento de Trabajores Despedidos, Suntuap, Spabuap, Sitbuap, Frente de Oriente y Miocup-CNPA.
Durante la ruta de la marcha, la Secretaría de Seguridad Pública dispuso por lo menos de unos 300 policías (municipales y estatales) para frenar a los inconformes.
Los trabajadores no cayeron en provocaciones, y amagaron con volver a salir este 5 de mayo, durante la visita del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por el aniversario de la Batalla de Puebla.
FUENTE: LA JORNADA DE ORIENTE.
AUTOR: YADIRA LLAVEN ANZURES.
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