Aunque no fueron tan violentos como se esperaban, los comicios en Michoacán tuvieron robo de boletas, coacción para evitar la instalación de casillas y poca participación ciudadana.
Tras una jornada electoral no tan violenta como se había pronosticado, los candidatos a la gubernatura de Michoacán por PRD, Silvano Aureoles y el PRI, Asención Orihuela, se proclamaron vencedores de las elecciones, aun sin concluir los resultados preliminares de los órganos electorales.
En los comicios de este domingo se generaron pocos incidentes, teniendo en cuenta el contexto en el que se realizaron, solo se reportó el robo de urnas y la coacción para evitar la instalación de casillas de votación en diversos puntos del estado.
Las amenazas de la CNTE, sindicatos disidentes y grupos de autodefensas que apuntaban a una jornada electoral violenta en Michoacán, solo quedaron en eso.
Los contratiempos más graves fueron los que protagonizaron grupos de encapuchados en los municipios de Paracho, Lázaro Cárdenas y Uruapan, en donde se robaron diez urnas, dejando sin posibilidad de validar el voto a por lo menos 800 electores. Los hechos fueron atribuidos a vecinos de las comunidades indígenas, inconformes con los comicios.
Otro fue el que protagonizaron un centenar de hombres que –identificados todos como autodefensas- en el municipio de Aquila evitaron la instalación de dos casilla, al considerar que la decisión de la gente de esa municipalidad era no permitir las elecciones.
De acuerdo a los datos oficiales emitidos por el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), en toda la entidad se registraron un total de 695 incidentes, de los que en su mayoría fueron los cambio de ubicación de domicilio de las casillas, los que se hicieron como principal reacción ante la eventualidad del robo de urnas.
Los comicios no se distinguieron por la partición ciudadana al registrarse una votación de menos el 40 por ciento del padrón electoral, pero lo que sí resaltó fue la guerra sucia que desde las redes sociales lanzaron los tres principales partidos en disputa por la gubernatura. El PRI, PAN y PRD acusaron compra de votos, promoción del voto en las casillas y acarreo de votantes.
Atraco a la democracia
En Paracho, donde la comunidad indígena había advertido a los órganos electorales su negativa a participar en los comicios, se registró el primer robo de boletas.
Le siguió Uruapan, que luego de manifestar su inconformidad al sentirse desplazados por parte de las autoridades electorales, principalmente para instalar la casilla, decidieron llevarse las urnas, junto con las boletas electorales.
Y antes del cierre de la jornada, en la localidad de Caleta de Campos, del municipio de Lázaro Cárdenas, una treintena de sujetos armados con palos y machetes, algunos de ellos portando armas de calibre menor, llegaron a la casilla del lugar para evitar el cómputo final y llevarse las urnas con los votos sin contabilizar.
En otros sitios del estado aun cuando no hubo robo de urnas, los ciudadanos no pudieron votar, debido a la decisión de última hora para cambiar el sitio de instalación de la casilla. El IEM reconoció que en al menos 243 casillas en todo el territorio estatal hubo cambios de última hora, con la afectación muchos ciudadanos que optaron por no buscar su casilla.
Repudian discriminación
Frente la desorganización que en algunos puntos se observó de parte de los funcionarios del INE y del IEM saltó el resentimiento social de los grupos indígenas. Decenas de ciudadanos que habían sido capacitados para ser funcionarios de casilla finalmente optaron por no participar en el proceso.
La razón que expusieron algunos de los funcionaros de casilla que dejaron vacante de última hora su cargo, fue la protesta contra el vocal presidente del INE, Lorenzo Córdova, al que de esa forma le recriminaron el acto de discriminación en el que cayó al mofarse de un indígena en una conversación telefónica que se filtró a través de redes sociales.
Hipólito vota por él
En La Ruana, el exautodefensa Hipólito Mora salió a votar sin escolta. Sencillo. Sonriente llegó a la mesa de votaciones, en donde aseguró que votaría por él mismo.
La gente le demostró su respaldo. Lo abrazó. Lo felicitó. Le refrendaron su voto para convertirlo en el primero de la autodefensa que pase de las armas a la lucha Política en el Congreso de la Unión. “Allá le voy a dar mucha guerra al gobierno”, respondió a la ingenua pregunta sobre su labor como diputado.
Se acercó a la mesa de votaciones y miró las boletas. Movió la cabeza y se ocultó en la mampara.
- ¿Por quién vas a votar, Hipólito?, volvió a insistirle otro reportero.
-Por mí –se sonrió-. Por la paz –ratificó.
Mora se dijo convencido de estar preparado para la guerra, porque lo que más desea es la paz. Quiere que llegue de nuevo la tranquilidad a su región y dice que si no logra la paz por la vía política, de nueva cuenta se va a levantar en armas.
“Al cabo es lo que me gusta”, remató.
Cuatro para ‘Cocoa’
La probabilidad de la derrota electoral, por segunda ocasión en su tierra, de la senadora Luisa María Calderón Hinojosa, parecía inminente.
De nada le valió a “Cocoa” el respaldo político de su hermano, el expresidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa. Esta sería la cuarta derrota de los calderón en Michoacán.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: J. JESÚS LEMUS.
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