De acuerdo a la versión oficial, la noche de la desaparición de los normalistas, policías de Iguala se llevaron a los estudiantes a la base de la Policía Municipal. De ahí, en dos patrullas de la Policía de Cocula los trasladaron al paraje Loma de los Coyotes, donde los estudiantes fueron entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, que supuestamente los asesinó y quemó a media noche de ese día en un basurero.
Sin embargo, de acuerdo al testimonio del juzgador Ulises Bernabé García emitido desde una ciudad mexicana fronteriza y a punto de cruzar a Estados Unidos, en las horas que la PGR dice que los estudiantes fueron llevados a la base, un militar conocido como el “Capitán Crespo”, del 27 Batallón de Infantería de Iguala, al mando de un grupo de 12 soldados uniformados y armados realizó una inspección en toda la comandancia por más de 15 minutos. Poco después, señala García, llegó al mismo sitio el subprocurador de Guerrero, Víctor León Maldonado, y tomó control de la base por el resto de la noche y hasta las 8 de la mañana del día siguiente.
El testimonio y los documentos obtenidos por la investigación de Proceso y el apoyo del Programa de Periodismo de Investigación de la Universidad de California en Berkeley, fortalecen la versión de García, la cual asegura que los estudiantes jamás fueron llevados a esa base y que tampoco llegaron policías municipales de Cocula, tal como asienta la versión oficial.
FUENTE: LA JORNADA DE ORIENTE.
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