Un total de más de 18 mil millones de pesos fueron destinados este año tan sólo para el Instituto Nacional Electoral (INE), encargado tanto de supervisar los comicios como de financiar a los partidos políticos, entre otras funciones.
Esto sin contar el presupuesto de las comisiones electorales estatales, ni el de los tribunales dedicados a resolver disputas electorales y salvaguardar los derechos democráticos.
En busca de la causa del alto costo electoral en el país, expertos y autoridades culpan principalmente a la desconfianza que los ciudadanos tienen a las instituciones públicas y a los procesos electorales, ya que la mayor fiscalización requiere de una inversión más grande.
Vigilancia cara
Con tal de dar certidumbre y confianza al proceso electoral, en México se han creado una serie de instituciones públicas encargadas de vigilar éste antes, durante y después de los comicios.
Esta estructura de vigilancia incluye a la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) y la fiscalización de los partidos y de los procesos por parte del INE, entre otros componentes.
El funcionamiento de todas estas instituciones implica un costo operativo que requiere de financiamiento público. A mayor número de instituciones y de funciones, mayor gasto requerido, y viceversa.
A esto hay que agregar que el tamaño del electorado mexicano también ha crecido, a medida que la población total del país ha continuado expandiéndose y que cada vez más personas en mayoría de edad entran al padrón electoral conforme la población continúa envejeciéndose.
Mientras más grande sea el padrón, mayor será el monto del gasto total, aún si el gasto per cápita se mantiene estable. Aquí debe considerarse que en 1991 sólo había aproximadamente 31 millones de electores y que ahora éstos se estiman en 84 millones.
La tajada de los partidos
El sistema electoral mexicano cuenta con un modelo de financiamiento a los partidos políticos que es predominantemente público.
Al respecto, Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, dijo que “es del interés de los mexicanos, que los partidos políticos institucionalicen su vida interna y se blinden de la influencia de fuentes ilícitas de financiamiento, eventualmente, incluso criminales”.
El financiamiento público que otorga el INE a los partidos políticos en 2015 para el sostenimiento de sus actividades ordinarias y gastos de campaña asciende a cinco mil 356 millones de pesos. La cifra se redujo ocho por ciento en relación a las elecciones de 2012 en las que se eligió al Presidente de la República y se renovó todo el Congreso de la Unión.
Al sumarle los gastos que representan la fiscalización de los recursos de los partidos y la administración de los tiempos del Estado en los medios de comunicación la cifra alcanza los seis mil 26 millones de pesos.
Para ponerlo en perspectiva, esto representa aproximadamente la suma del presupuesto de 2015 para la Secretaría de Energía y la Presidencia de la República.
El PRI es el partido que más recibió recursos (mil 376 millones de pesos), seguido del PAN (mil 158 millones de pesos), el PRD (886 millones de pesos) y el Partido Verde (444 millones de pesos).
Los nuevos partidos; Morena, Encuentro Social y Humanista, recibieron 120 millones de pesos cada uno.
México ante el mundo
La Fundación Internacional para los Sistemas Electorales establece que México celebra una de las elecciones más caras del mundo. Al tipo de cambio actual, el presupuesto del INE para el 2015 se encuentra alrededor de los mil 160 millones de dólares.
En la democracia más grande del mundo, India, el costo de la última elección alcanzó los 4 mil 900 millones de dólares, de acuerdo al Centro de Estudios de Medios de India, una firma de consultoría. En el país asiático votan más de 814 millones de personas.
La revista The Economist califica a las elecciones indias como uno de los procesos más limpios y eficientes del mundo. El costo por elector estimado en India es de seis dólares, casi la mitad que el estimado de trece dólares para México.
Por otra parte, el gasto de los partidos políticos en México resulta excesivo en relación a Alemania, que financia públicamente a sus candidatos, pero minúsculo frente a Estados Unidos, que cuenta con financiamiento privado.
De acuerdo al diario Washington Post, en las elecciones de 2013 en Alemania, el total del gasto de los partidos fue de apenas 93 millones de dólares. Esto representa una cuarta parte de las prerrogativas que recibieron los partidos en México este año.
En cambio, The Economist calcula que en la elección presidencial de Estados Unidos en 2012 los candidatos gastaron alrededor de siete mil millones de dólares; veinte veces más que lo que se gastó este año en México.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: STAFF.
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