GUADALAJARA, Jal: La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que por instrucciones del gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, las policías municipales de Pihuamo y Jilotlán de los Dolores fueron desarmadas y la seguridad quedó a cargo de la Fuerza Única Regional (FUR).
En un escueto comunicado, el gobierno estatal informó que el desarme se realizó “basados en la atribución que tiene la FGE de otorgar y revocar licencias de portación y uso de armas de fuego”. No ofreció mayores detalles.
A finales de 2014, la FUR también se hizo cargo de la seguridad en Cocula y Casimiro Castillo, municipio este último donde el 1 de mayo pasado presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) derribaron un helicóptero de las Fuerzas Armadas, con saldo de nueve militares muertos, en respuesta a las acciones del Ejército para capturar al líder del grupo criminal, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
La agresión se registró en los límites de Casimiro Castillo y Villa Purificación, sin que de manera previa se advirtiera a la Federación sobre la presencia de la peligrosa banda.
Después de la jornada de violencia que se desató ese día, con más de 40 narcobloqueos que afectaron el tránsito en carreteras de Colima, Michoacán y Aguascalientes, la FUR también tomó en sus manos la seguridad en Villa Purificación y Unión de Tula, con lo que actualmente suman seis los municipios en poder de esa corporación.
Al concluir el operativo, las autoridades estatales informaron que más de 30 policías de ambos municipios habían quedado a disposición del Ministerio Público por su presunta relación con bandas del crimen organizado.
Una semana después la mayoría de los detenidos quedaron en libertad porque no se acreditaron las acusaciones.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ALBERTO OSORIO.
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