Es la cifra más alta desde la creación del IFE; la embestida verde no quería ser tratada.
Entre la realidad y los informes oficiales. Ni por asomo, a lo largo del día los informes presentados al Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aludieron a urnas quemadas o destruidas en Oaxaca y Guerrero. Nada que reflejara inestabilidad. Conforme llegó la noche, la realidad irrumpió en el balance nacional: 99.8 por ciento de casillas instaladas, 603 no instaladas, la cifra más alta de la historia desde que se creó el Instituto Federal Electoral (IFE), según se mire.
Y esa dualidad alcanzó el balance oficial nocturno. En la penúltima de sus tres cadenas nacionales, el consejero presidente, Lorenzo Córdova, proclamó: ‘‘Considerando los desafíos que enfrentaba esta jornada electoral, el balance es sin duda positivo para nuestra sociedad y para el INE’’. En el desgrane de las cifras que daría el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, aparecería la violencia como un factor que impactó las proyecciones institucionales que auguraban llegar casi al ciento por ciento.
No sería el único contraste de visiones. A regañadientes, Córdova admitió abordar la embestida verde en redes sociales, en un virtual ‘‘cierre de campaña’’ en plena jornada electoral. Los tuitazos de famosos en favor del Verde, entre sábado y domingo, encendieron los ánimos de la oposición en pleno, que doblegaron la impaciencia del consejero presidente, quien debió acceder al debate.
Al paso de las horas, el discurso institucional fue cobrando matices, sin abandonar la premisa básica: se votó en paz y con normalidad. ‘‘Incidentes’’, fue el reporte genérico utilizado lo mismo para una urna quemada que para un cambio de domicilio, que paulatinamente se tornó en un toque de alarma ante la proyección de anular uno o dos distritos en Oaxaca.
Un desenlace así no ocurría desde hace 12 años, con el desaparecido IFE, y más aún: la cifra de casillas no instaladas creció exponencialmente comparada con las dos de 2012, en medio de la movilización magisterial.
La zozobra sobre los comicios en Oaxaca, con la que había concluido el sábado, se disiparía durante la madrugada. Movimiento de tropas y policías frente a las juntas distritales, su recuperación física y el repliegue magisterial transformaría el escenario que poco antes del amanecer –5 de la madrugada– discutirían los consejeros para concluir que en ese entorno podrían instalarse las 11 juntas distritales.
Convocados antes que aclarara el día, los representantes partidistas recibirían el parte de la situación: era viable, aunque matizaron que unas horas antes el acuerdo era suspender las elecciones en tres distritos de Oaxaca, pero ‘‘se resolvieron muy rápido los problemas y podemos decir que hay condiciones para celebrar las elecciones en todo el país’’.
Al paso del tiempo el optimismo se diluyó cuando el sistema integral para la jornada electoral comenzó a arrojar las cifras de casillas no instaladas; sin embargo, el discurso público se mantuvo. En cadena nacional, Córdova informó al mediodía que habían sido instaladas 99.95 por ciento de las casillas.
‘‘Permítame interrumpirlo’’
Si el caso Oaxaca fue diluido, la persistencia de la campaña verde el día de los comicios se abrió paso en el debate contra la voluntad de Córdova y el prurito reglamentario. El diputado perredista Fernando Belaunzarán introdujo el tema al reconocer la constancia del Partido Verde. ‘‘Empezaron con propaganda ilegal antes de las precampañas y ahora, en veda electoral, cuando acaban las campañas, siguen con propaganda ilegal de manera por demás desafortunada’’.
–Permítame interrumpirlo.
–¿O sea, no quieren que discutamos esto?
–Perdón, estoy interrumpiéndolo en ejercicio de las atribuciones del reglamento.
–¿Es un tema tabú?
–No, pero hay un reglamento.
Acto seguido se canceló la intervención del perredista apelando al reglamento que impide abordar otros temas en el punto de discusión específico. El panista Francisco Gárate secundó a Belaunzarán. ‘‘Me gusta ver al presidente actuando con energía. Ojalá con esa severidad, en el transcurso de las próximas horas de la tarde, a cualquier empresa que esté difundiendo supuestas encuestas de salida se les esté quitando la palabra’’, alcanzó a decir antes de que Córdova también lo callara.
Martha Tagle, representante de Movimiento Ciudadano, reclamó la dureza con la que se aplicaba la norma cuando en otros momentos Córdova actuó con laxitud en momentos en que el Verde y el PRI arremetieron contra la oposición en aquella sesión donde siete partidos se levantaron de la mesa.
La defensa pública que hicieron Ciro Murayama y Marco Antonio Baños para justificar el enredo de Córdova fue insuficiente. Debió ser el consejero Arturo Sánchez quien cabildeara un cambio de postura. ‘‘No discutir es un error’’, comentó. Entonces, el consejero presidente abandonó su inflexible posición para declarar un receso de 10 minutos para dar cauce a este debate.
En la reanudación de la sesión, Horacio Duarte, representante de Morena, cuestionó que a las 12 del día, en cadena nacional, ‘‘en el canal de las estrellas’’ Córdova había anunciado que 99.95 de las casillas estaban instaladas, pero de 128 mil 704, cifra confusa, ‘‘para ganar la nota’’. Un priísta resumiría la preocupación de Lorenzo Córdova: ‘‘No quiere que toquen el proceso electoral ni con el pétalo de una rosa’’.
FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Alonso Urrutia, Claudia Herrera y Fabiola Martínez.
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