Elementos del Ejército patrullan las calles de este municipio para inhibir cualquier otro brote de protesta, como los ocurridos anoche y el pasado domingo al término de la jornada electoral.
Durante el encontronazo de este martes, ocurrido en la esquina de las calles Morelos y Galeana, un policía recibió un machetazo en la cabeza y fue trasladado por un helicóptero Relámpago a un hospital de Toluca; tres agentes más fueron golpeados.
Por estos hechos fueron detenidos y presentados en la Agencia del Ministerio Público de Tenancingo siete hombres, dos de ellos menores de edad.
Ellos fueron identificados como Juan Carlos Anofre Castañeda, de 35 años; Guadalupe Soco Sánchez, de 30; Jorge Carbajal Serrano, de 19; Mario Téllez Mancio, de 26; y Alexis Romero García, de 22 años.
Los menores dijeron llamarse José Antonio ‘N’ y Antonio Torres ‘N’, de 17 y 15 años, respectivamente.
Por estos hechos se dio inicio a la carpeta de investigación 130030620065115. Los detenidos enfrentan cargos por los delitos de lesiones y daño en los bienes.
Las manifestaciones se deben a que, tanto el candidato del PRD a la alcaldía, Roberto Cabañas Poblette, como gran parte de los pobladores de este centro turístico se inconformaron porque los resultados de la elección favorecían al aspirante del PRI, Gerardo Baldemar Chaqueco Reynosa.
Los miembros del Ejército que patrullan las calles de este municipio están asentados en el paraje denominado La Cumbre, ubicado en los linderos entre Tenancingo y Malinalco. Se trata de un destacamento perteneciente a la 22 zona B militar en Tenancingo.
La intervención militar y el clima de tensión que se vive actualmente en Malinalco han paralizado las actividades de la localidad. Las oficinas de la presidencia municipal están cerradas, lo mismo aquellas donde el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) realizaba el cómputo de las votaciones. También están cerrados restaurantes y distintas casas comerciales. La gente tiene temor de salir a la calle.
Apro intentó entrevistar al candidato perredista, Roberto Cabañas, para lo cual fue a la sede municipal del PRD, pero estaba cerrada con candados. Un vigilante informó que el aspirante se fue a la Ciudad de México.
Hasta fray Eustaquio, párroco del templo principal la Parroquia del Divino Pastor, de la orden de los agustinos, no se encuentra en Malinalco.
Noches de protesta
Las oficinas del IEEM, donde ocurrieron los enfrentamientos del domingo y martes pasados, también permanecen cerradas y con los cristales rotos. Desde fuera se observan las mesas donde se realizaban los cómputos, actividad que ahora se hace en Tenancingo.
Frente a dichas oficinas todavía hay carteles de protesta con leyendas como: “¡El pueblo unido para sacar al mal gobierno!”, “¡No queremos más imposiciones del PRI!” y “¡Fuera Gerardo Baldemar!”.
Una vecina del Instituto, quien pidió el anonimato por temor a represalias, cuenta:
“La gente ya no quiere salir de sus casas. Estamos temerosos de que nos vaya a suceder algo”.
El domingo, recuerda, cuando se quemaron las boletas en la calle, “las personas que estaban contabilizando los votos quedaron acorraladas por los manifestantes que estaban en la calle y no pudieron salir de las oficinas. Tuvieron que salirse por mi casa y las otras casas vecinas porque no tenían otras salidas. Mientras afuera la gente estaba quemando boletas y lanzando gritos de inconformidad porque iba ganando Baldemar”.
Otra habitante de la zona narra el enfrentamiento de la noche del martes en el mismo lugar: “Había como 700 manifestantes que empezaron a protestar alrededor de las seis de la tarde. Comenzaron a aventar piedras a las oficinas del instituto electoral. También a una patrulla que estaba estacionada enfrente, le quebraron los cristales. Al poco rato, como a las ocho de la noche, llegaron muchísimos policías con gases lacrimógenos que empezaron a aventar a los manifestantes y los golpearon. Fue la policía la que sacó a los representantes de los partidos del IEEM para protegerlos de la multitud”.
Al ver a los reporteros en la zona, un hombre baja de su camioneta, acompañado de su esposa y su hija, y cuenta su versión de los hechos ocurridos ayer por la noche:
“Yo participé en la marcha, fue una marcha pacífica, pero llegó la policía estatal y nos rodeó. Luego empezó a agredirnos y a lanzarnos gases lacrimógenos sin importarle que entre los manifestantes había muchos niños, mujeres y ancianos. La policía llegó a golpear hasta a personas de la tercera edad”.
Algunos lugareños señalan que estas protestas se deben al hartazgo que tienen del PRI municipal y particularmente de su candidato Gerardo Baldemar, quien ya fue presidente municipal y ahora quiere repetir en el cargo a través de una imposición fraudulenta y con el uso de la fuerza.
Otros entrevistados aseguran que el actual conflicto en Malinalco lo detonó realmente una pugna interna entre priistas. Y es que el actual candidato del PRD, Roberto Cabañas, era un priista de “hueso colorado” que se salió del PRI junto con su gente luego de que no lo quisieron impulsar a la alcaldía. Entonces él y su gente se pasaron a las filas perredistas, en las que logró el registro como candidato.
Al margen de estos conflictos priistas, algunos opinan que los pobladores de Malinalco ya están cansados de los gobiernos priistas como el del actual alcalde, Vidal Pérez Vargas, del mismo grupo político de Baldemar Chaqueco.
Los entrevistados adelantan que en caso de que las autoridades electorales le den el triunfo a candidato del PRI, la gente no lo dejará entrar ni siquiera al palacio del gobierno municipal, “menos lo dejaremos gobernar”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: RODRIGO VERA.
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