Poza Rica, Ver.- La ahora empresa productiva del estado Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) realizaron la firma de dos convenios en los que se acepta la cancelación definitiva de al menos mil plazas laborales sindicalizadas en dos complejos petroquímicos, siendo el más afectados Escolín en Poza Rica, según reveló el portal El Financiero. La disidencia sindical lamenta la falta de respuesta de la base obrera, mientras la empresa sigue “adelgazando” la plantilla laboral.
El portal especializado en temas financieros reveló que el convenio fue firmado por Víctor Díaz, director de Administración y Servicios, y Marco Murillo, subdirector de Recursos Humanos y Relaciones Laborales de Pemex, así como por el dirigente nacional del STPRM, Carlos Romero Deschamps y por los secretarios generales de las secciones 30 y 35, donde se ubican los complejos de Escolín y Tula, respectivamente.
Ambos convenios, el CAS 10759/2014 para Escolín y el 10760/2014 en el caso de Tula, de los cuales El Financiero afirma tener copia del documento, entraron en vigor desde noviembre de 2014, con un plazo de cumplimiento por nueve meses, por lo que el recorte de las mil plazas deberá de concretarse a más tardar en agosto próximo.
Revela que en el caso del complejo petroquímico Escolín, ubicado en esta ciudad, serán cerca de 700 las plazas definitivas sindicalizadas las que desaparecerán, en tanto que para Tula, se habla de al menos 230 plazas.
Dichos convenios se basan en la cláusula del 20 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), según revela el medio de comunicación, que otorga “amplias facultades” al patrón para “adecuar su organización, reducir puestos, reacomodo, liquidación, ascensos y descensos de los trabajadores”. También es referida la cláusula 134 del mismo CCT, relativa a las jubilaciones.
En entrevista telefónica con Federico Mora, dirigente del Grupo Unido Regeneración Sindical, quien el pasado 30 de mayo encabezó la Convención Nacional Petrolera en la Ciudad de México, en la que participaron representantes de más de 20 de las 36 secciones del STPRM para desconocer a Carlos Romero Deschamps como secretario general de la organización, afirmó que la cláusula 20 del CCT vulnera y deja en la total indefensión a los trabajadores petroleros.
“Esos convenios los firmaron hace tiempo pero no los dieron a conocer. En las asambleas dan a conocer los logros de la negociación, como por ejemplo el aumento al salario o las prestaciones, pero lo verdaderamente importante no lo dan a conocer, no nos dicen, no nos informan los convenios que firman debajo de la mesa”, señaló quien encabeza la corriente disidente del sindicato.
Afirmó que se tiene conocimiento de que ya se están aplicando recortes en algunas secciones, mientras los secretarios generales de cada una de las secciones no están informando a la base trabajadora. “Yo estoy desesperado porque no reaccionan”, dijo.
“El reajuste de la plantilla lo manejan primero a través de las jubilaciones, en las que se cancelan las plazas, y en otro de los casos, el personal disponible se dice que lo reacomodarán, pero no entiendo dónde los reasignarán si están cerrando los centros de trabajo”, dijo, aunque advirtió que probablemente a quienes no cubran el perfil para jubilación sean liquidados.
A partir del primer día de agosto en que entra en vigor la revisión del CCT, los trabajadores petroleros serán obligados a firmar un nuevo contrato con condiciones laborales diferentes. Entonces serán respetados los derechos laborales, pero los estipulados en el nuevo contrato, no en las anteriores condiciones.
Aunque se trata de una nueva reforma, estas condiciones se aplicarán a los trabajadores toda vez que han dejado de trabajar para la empresa paraestatal y ahora lo harán para la empresa productiva del Estado.
“Pemex ya cambió de régimen social, ya no es más paraestatal, sino una empresa productiva del Estado, por lo tanto nos dirán: si quieren seguir trabajando deberán firmar un nuevo contrato; mientras tanto seguimos durmiendo el sueño de los justos, porque no hemos tomado acciones como la CNTE”, dijo.
El colapso de Petroquímica Escolín, en Poza Rica
El 30 de mayo de 2002, una fuga de gas hexano en la planta de etileno de alta densidad terminó con la vida de un trabajador petrolero, dos más fueron heridos y otros siete resultaron intoxicados.
Si bien Escolín detuvo la producción de polietileno de baja y alta densidad en 2007 ante la falta de materia prima, hasta 2013 mantenía una plantilla laboral de al menos 600 trabajadores, los cuales eran asignados única y exclusivamente a trabajos de mantenimiento de las instalaciones.
Petroquímica Escolín surgió en el año de 1971 para producir polietileno de baja densidad, utilizado en la elaboración de productos como bolsas, mientras que el de alta densidad es empleado en infinidad de artículos plásticos para uso doméstico, automotriz o en la industria del juguete, por citar algunos usos.
Se ubica en una superficie de terreno de 30 hectáreas en la margen derecha del río Cazones. Durante más de 30 años fue el detonador del crecimiento de Poza Rica; en sus instalaciones llegaron a laborar más de mil 100 trabajadores. En aquel fatídico 2002 había logrado la certificación ISO 9001-2000, pero un año después le fue retirado el presupuesto.
Quienes han vivido en esta ciudad durante los últimos diez años recordarán las noches iluminadas por las incontables luces del complejo petroquímico, así como el enorme adorno luminoso en forma de nochebuena que se colocaba en la casa de máquinas, un emblemático edificio color verde que sobresale por su altura junto con las torres de destilación. Actualmente, por las noches sólo se distinguen las siluetas que generan las torres por la llamarada del quemador en el complejo procesador de gas.
FUENTE: LA JORNADA DE VERACRUZ.
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