TOLUCA, Edomex: La Comisión de Seguridad Ciudadana del Estado de México (CES) y la Procuraduría General de la República (PGR) sabían de la posible fuga de El Chapo desde un día antes, pero ignoraron los indicios revelados por tres detenidos en Mavoro, municipio de Jocotitlán, que confesaron ser integrantes del Cártel de Sinaloa con la encomienda de preparar y resguardar una pista de aterrizaje improvisada, comprar cascos de minero y chalecos antibalas.
Estos detalles están contenidos en el parte oficial de los elementos de la CES que realizaron la detención y en la carpeta de investigación 443650730001115 de la Fiscalía Especializada para Delincuencia Organizada de la PGR con sede en Toluca, por delitos de portación de armas, tráfico y acopio de armas prohibidas.
No obstante, cuando quienes dijeron llamarse José Ramón García, de 18 años; Carlos Tovar Amparo, de 40; y José Antonio González; de 54; este último identificado con el alias El Pony y como el jefe del grupo, fueron trasladados al Ministerio Público (MP) estatal en la Subprocuraduría de Atlacomulco, el agente desestimó su importancia y se negó a recibirlos, arguyendo que se trataba de “raterillos de poca monta”, y los remitió a la delegación de la PGR.
A los detenidos les fueron incautadas dos armas largas adaptadas con lanzagranadas, granadas de fragmentación y más de 600 cartuchos útiles.
Apenas el pasado viernes, Eduardo Valiente, titular de la CES, negó que los elementos hubieran reportado la existencia de una pista clandestina.
La fuga original se había previsto para el viernes 10 de julio, pero la detención de estos sujetos, que ya habían adquirido los chalecos antibalas, cascos mineros de la marca Truper, rellenado algunos baches del terreno improvisado y señalizado con cal la brecha que serviría como pista, frustró el primer intento.
Versiones de los vecinos que llamaron a los elementos policiacos a quienes reportaron presencia de gente armada, indican que los detenidos les confesaron que sólo estaban en espera de que aterrizara una avioneta en un promedio de 20 minutos, por lo que les pidieron apagar sus celulares, y que después se irían.
En su declaración ante la PGR, los detenidos señalaron que provenían de Nayarit; después fueron a Guadalajara, luego a Querétaro, después a Naucalpan para adquirir en la agencia Satélite las dos unidades empleadas en la operación, y posteriormente a Atlacomulco.
En este municipio mexiquense, cuna de la clase política estatal y ahora nacional, se hospedaron en el hotel Dorado durante tres días.
Al momento de su detención, remisión e integración de la carpeta, estos indicios no resultaron relevantes para las autoridades; no obstante, han sido retomados después de la fuga de Joaquín Guzmán Loera.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: VENERANDA MANDOZA.
FECHA: 19 JULIO 2015.
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