Tras la reciente fuga de Joaquín Guzmán Loera del penal del Altiplano, dos funcionarios del gobierno de Barack Obama detallan a Proceso los entretelones del operativo que culminó con la captura del capo sinaloense en febrero de 2014 y en el cual participaron tres agencias de seguridad: la DEA, la Oficina Federal de Alguaciles y otra cuyo nombre se reservaron.
WASHINGTON: A Joaquín El Chapo Guzmán Loera lo capturaron agentes de la DEA y de la Oficina Federal de Alguaciles (US Marshals) la madrugada del 22 de febrero de 2014.
Iban armados y vestidos con el uniforme de los marinos mexicanos. El operativo fue tan secreto, que la PGR y la Secretaría de Gobernación lo conocieron hasta que ya estaba consumado.
Dos funcionarios del gobierno estadunidense revelan los entretelones de ese episodio a Proceso, a condición de mantenerlos en el anonimato. Uno de ellos relata:
“Esa madrugada de febrero nuestros agentes fueron los que irrumpieron en el condominio del edificio donde se encontraba Guzmán Loera, inhabilitaron al escolta que lo estaba resguardando y sin hacer un solo disparo lo arrestaron.”
Su compañero sostiene: “Sólo dos elementos de un grupo especial de la Marina mexicana, que ayudó con logística y el establecimiento de un perímetro de seguridad alrededor del edificio donde se encontraba Guzmán Loera, fueron avisados momentos antes de que se llevara a cabo la operación esa madrugada en Mazatlán”.
Poco más de 16 meses después de aquella captura, que el gobierno mexicano consideró un gran éxito en la lucha contra el tráfico de drogas, El Chapo Guzmán se fugó del penal de alta seguridad de El Altiplano a través de un túnel.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2020, ya en circulación)
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: J. JESÚS ESQUIVEL.
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