El jefe de Gobierno del DF pone bajo lupa a sus colaboradores. Les pide su renuncia para evaluar quién es ratificado de acuerdo a su desempeño y compromiso con la ciudadanía.
Muy de mañana, apenas terminó la reunión del gabinete de justicia, algunos recibieron la sorpresa, “el jefe de Gobierno está solicitando la renuncia de todos los del gabinete”, les habría dicho a algunos Luis Serna, el particular de Miguel Ángel Mancera.
Al cabo de unas horas, los 22 miembros del gabinete legal, la habían firmado. La versión oficial es que serán evaluados para decidir quiénes son ratificados en sus puestos.
La noticia corrió como pólvora. ¿Era para todos o sólo para algunos?, se preguntaban los primeros secretarios que enfrentaron esta decisión, entre ellos Rufino H. León Tovar, de la Secretaría de Movilidad.
Al igual que Hiram Almeida, de Seguridad Pública; José Ramón Amieva, de la Consejería Jurídica y Servicios Legales; Héctor Serrano, de Gobierno, y Fausto Lugo, de Protección Civil, quienes asistieron a la reunión de seguridad.
Todos acudieron a la reunión de seguridad del gabinete, con excepción del procurador de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, quien se ausentó ayer.
La renuncia está fechada como último día de trabajo el 15 de julio próximo, por lo que de hacerse efectivas, el día 16 tendrían que realizar la entrega formal los integrantes del gabinete que no pasen la evaluación al desempeño.
En primera instancia se sabe que se les pidió a los 22 integrantes del gabinete legal del Gobierno del Distrito Federal, aunque más tarde se especuló si la medida se extendió a todos los integrantes del gabinete ampliado y organismos descentralizados que se integra por 40 funcionarios más.
Lo cierto es que en el caso de la Central de Abasto (CEDA) que dirige Julio Serna, uno de los dos hermanos, amigos cercanos al jefe de Gobierno, también se le pidió la renuncia en los mismos términos que al resto del equipo.
La misma medida aplicó para Joel Ortega Cuevas, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), quien también formó parte de la renuncias generalizadas que fueron solicitadas desde ayer, algunas de manera personal por Luis Serna, el secretario particular del jefe de Gobierno; otras, en grupos.
Al transcurrir el día se llevaron a cabo múltiples reuniones interdependencias para tratar temas relacionados con programas en marcha, y la noticia comenzó a correr entre los funcionarios públicos de diferentes niveles de la administración local.
Más tarde, cuando muchos ya habían firmado el documento, comenzaron a bromear entre secretarios respecto a quién firmó y puso su huella en el documento.
“Yo sólo firmé”, comentaron algunos.
“Pues regrese a su casilla a que le entinten el dedo”, respondían otros en un intento por asimilar la noticia.
Mientras, se desataba una ola de especulaciones respecto a quiénes regresarían a su puesto y quiénes tendrían que ir preparando sus actas de entrega ante la Contraloría General del DF.
“Ya se veían venir”, expresan algunos de los servidores públicos consultados por Reporte Indigo.
“Es parte de los cambios de gabinete de mitad de sexenio que aplican todos los gobernantes para hacer un balance de quiénes han cumplido con la misión que se les encomendó y quiénes no”, refiere uno de los titulares, quien para evitar la polémica prefiere omitir su nombre.
Sobre todo después de que hace algunos días, Morena, el partido que relevó al PRD en fuerza en el Distrito Federal, exigió la renuncia de Héctor Serrano Cortés de la Secretaría de Gobierno al señalarlo de encabezar la guerra sucia en las pasadas elecciones.
A esa petición se sumó a la que desde el Senado hicieron Miguel Barbosa y Armando Ríos Piter, quienes también le solicitaron a Mancera remover a Héctor Serrano y a Joel Ortega.
Otros expresaron que es una decisión grave, apresurada, de Miguel Ángel Mancera, un arma de doble filo con la que corre el riesgo de meter al Distrito Federal en una crisis de gobierno.
Al estilo Bachelet
No faltó un secretario que comentó, mitad broma y mitad preocupado, que el jefe de Gobierno les aplicó el “bacheletazo”.
Se referían a la medida que aplicó la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien en mayo pasado, en medio de una crisis política en su país, pidió la renuncia a todos los integrantes del gabinete.
La medida fue noticia internacional, pues la presidenta soltó la información en un programa de televisión informal a través del famoso presentador “Don Francisco”.
Ahí la presidenta de Chile dijo que se tomaría 72 horas para tomar decisiones de quiénes se quedarían y quiénes dejarían de ser parte de su gabinete.
La mandataria de aquel país dijo que tomó la decisión después de haber cometido “errores importantes” en el manejo de casos de corrupción.
Mancera, igual que Bachelet, tiene cuentas pendientes: el costo de haber perdido ocho de las 16 delegaciones del PRD bajo su gobierno y la operación de Héctor Serrano; los actos de corrupción denunciados en la Secretaría de Obras.
Además del interminable conflicto con ICA, Carso, Alstom y CAF por la Línea 12, y más. Antes del 16 de julio se sabrá quién se baja del barco.
En proceso de evaluación
Miguel Ángel Mancera Espinosa dirigió ayer por la tarde un breve mensaje para confirmar que solicitó la renuncia a todo el gabinete legal y a algunos del ampliado.
“He pedido la renuncia a todos los integrantes del gabinete a fin de proceder a un proceso de evaluación.
“Como siempre lo he reiterado, todo mi gobierno se encuentra en evaluación, y el día de hoy he solicitado estas renuncias a fin de analizar, evaluar el funcionamiento del gobierno”, dijo.
Mancera Espinosa, quien se encuentra justo a la mitad de su sexenio, se comprometió a tener los resultados de dicha evaluación a sus funcionarios antes de septiembre, cuando presente su tercer informe de Gobierno, al que quiere llegar con buenos resultados.
“Haré yo personalmente este análisis en todas y cada una de las áreas que están involucradas en el gabinete y algunas abarcarán de manera particular al gabinete ampliado”, explicó el mandatario.
Habló de que los colaboradores que ayer firmaron la renuncia con fecha 15 de julio, serán sometidos a una evaluación de sus tareas: “sobre todo con la ciudadanía”.
El mensaje duró escasos tres minutos y no aceptó preguntas.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ICELA LAGUNAS.
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