Fábricas, almacenes y bodegas son desmantelados en la delegación Iztacalco para construir desarrollos habitacionales que albergarán al menos 5 mil departamentos y agravarán los problemas de suministro de agua y movilidad, denunciaron habitantes.
No existe una sola colonia donde no haya obras, lo mismo en la Agrícola Oriental que en Granjas México, Coyuya, los siete barrios y Pantitlán, en cuyas siete calles no para el ir y venir de camiones materialistas y albañiles.
Al amparo de la norma 26 –suspendida–, que permite aumentar de tres a cinco los niveles autorizados en la zona para construir viviendas de interés social, se levantan edificios de hasta 10 pisos de departamentos cuyos precios oscilan entre 990 mil a un millón 950 mil pesos, dijeron.
Iztacalco, señalaron, es la más pequeña de las delegaciones de la ciudad, pero está ciento por ciento urbanizada; no existe un terreno o remanente para áreas verdes y tiene una densidad poblacional de cinco personas por metro cuadrado, y con las nuevas construcciones
aumentarán muchísimo.
La ex jefa delegacional Elizabeth Mateos autorizó, sólo en la colonia Pantitlán, construir entre 20 y 30 conjuntos habitacionales, que tendrán entre 200 y 500 departamentos, pese a no concluirse el trámite de fusión de terrenos o contar con el uso de suelo autorizado.
La colocación de sellos de suspensión o clausura en uno de los tres predios del desarrollo que se levanta en la Calle Uno y Privada de la Luz, por ejemplo, no ha detenido las obras, pues
dicen tener el apoyo de la delegación, comentaron.
El
rumor, dijeron los denunciantes, es que cobró a las inmobiliarias 15 mil pesos por departamento para liberar las licencias de construcción, con lo que
se estaría echando a la bolsa cerca de 75 millones de pesos, más lo que venga, porque su esposo es el próximo delegado.
Ninguna investigación
Hasta el momento no hay ninguna investigación, pues
las empresas no van a denunciarla para no perder la oportunidad de construir, pero exigimos al gobierno indagar y hacer valer nuestro malestar por estas obras, que invaden tanto zonas ricas como pobres, señalaron
La inconformidad vecinal, precisaron, es por la falta de agua, porque su suministro es deficiente en varias colonias, mientras en otras, como el fraccionamiento Coyuya, además es de mala calidad, sin que
las autoridades hagan algo para aliviar esta situación.
Por el contrario, autorizan más desarrollos habitacionales y, en algunos casos, hasta una red nueva les construyen para que los nuevos vecinos no sufran escasez o mala calidad, como sucede en Francisco del Paso I. Troncoso número 100, comentaron.
A ello, indicaron, se sumarán severos problemas en materia de movilidad, pues la demarcación carece de vialidades importantes, con la llegada de miles de familias, y se corre el riesgo de que los habitantes
seamos expulsados ante el alza del predial y los servicios, al reclasificarse las colonias de popular a residencial.
La delegación enfrenta hoy una
agresión urbana y social, que tiene como base la violación de los usos de suelo para favorecer intereses particulares, pues no es socialmente justo ni aceptable, en términos de presente y futuro, este amontonamiento, afirmaron.
A diferencia de las pasadas tres administraciones delegacionales encabezadas por Armando Quintero, Erasto Ensástiga y Francisco Sánchez, donde no había un solo edificio de 10 pisos, porque la norma lo prohíbe, ahora se tienen por todos lados, dijeron.
La corrupción, aseguraron, ha sido la constante en los pasados tres años, donde el dinero se ha movido para liberar las licencias de construcción, sin considerar que se está sobre un área de transición sismológica, con suelo arcilloso y hasta con agua.
Recordaron que la construcción de la estación Coyuya de la línea 8 del Metro “se vino varias veces abajo, porque la tierra se la comía. Dicho problema enfrentan VHG Promotora Iztacalco Sapi, que levanta dos torres con 350 departamentos, expresaron.
En tanto, los vecinos sufren de agrietamientos en sus viviendas sin que la empresa o alguna autoridad los apoye, por lo cual han colocado mantas en sus domicilios para rechazar la construcción de nuevos proyectos habitacionales.
Otros desarrollos que se llevan a cabo se ubican en la Calle 3 casi esquina con Privada de la Luz; mientras en la Calle 2 de la colonia Pantitlán se identificaron seis en los números 270, 295, 261, 201, casi esquina Xochimilco, y avenida norte 162.
Además de otros en la Calle Uno y la avenida Norte, Calle 6 número 132 y 106, Calle 4 número 53, Calle Uno número 295, porque
hoy como nunca la delegación Iztacalco ha otorgado permisos irregulares para construir conjuntos habitacionales, se lee en una manta.
Desafortunadamente, se agrega en la manta, para quienes ahí viven es “un muy duro golpe, ya que si en este momento lo servicios básicos escasean, ¿te imaginas cuántos perjuicios nos traerán cuando se terminen las diferentes etapas de construcción y las unidades habitacionales se encuentren ocupadas?
No podemos permitir que Elizabeth Mateos y su esposo, con base en la corrupción, permitan el crecimiento desmedido de estas unidades habitacionales, consideraron.
Mencionaron que en Pantitlán y la Agrícola Oriental, que forman parte del distrito electoral 15, donde
Mateos autorizó el mayor número de desarrollos, derivados de actos de corrupción, perdió, lo cual demuestra el repudio y enfado de la gente, pero no existe ninguna autoridad central que ponga alto, al contrario, los favorecen.
Fuente: La Jornada
Autor: Laura Gómez Flores
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