El nuevo PRI es el mismo de siempre, el dinosáurico, el del dedazo, el autoritario, el corporativista, el corrupto, el solapador de los peores crímenes de Estado, el antidemocrático, el de la trata de mujeres, el de la narcopolítica… el PRI de Carlos Salinas de Gortari.
Y para restregárnoslo en la cara, Manlio Fabio Beltrones, alias “Don Beltrone”, conocido así por su honorable carrera política — nada que ver con Don Vito Corleone— es el virtual presidente del PRI.
Don Beltrone, contendió en una candidatura de “unidad” (así le llaman los priístas democráticos al histórico y conveniente dedazo) Fue el elegido por Carlos Salinas de Gortari, el inombrable hombre, que sigue moviendo los hilos del sistema político mexicano.
Y Don Corleone, perdón Don Beltrone, ha advertido que se acabó la “sana distancia” con el presidente, o mejor dicho, con el inquilino de los Pinos. Es así como nos anuncia una “simbiosis total, plena” entre él y Enrique Peña Nieto, un amasiato que parecerá matrimonio.
Y para completar la pantomima democrática, Don Beltrone cuenta con Carolina Monroy del Mazo, la prima de Peña Nieto y orgullo de su nepotismo. Ambos en una candidatura única, digo, de “unidad”, andan haciendo el show electoral del PRI-Dinosáurico.
Y es que hay mucho PRI y los priístas quieren quedarse en Los Pinos unos 70 años más. Por eso necesitan un candidato de “unidad”, un hombre capaz de manejar, controlar y operar políticamente. Que nadie se atreva a destaparse para competir con Don Beltrone, porque automaticamente quedará descartado para otros grandes oportunidades de “negocio” dentro del tricolor.
Todos disciplinados, todos ordenaditos, todos obedientemente quietos. Que nadie se mueva, que nadie critique, que nadie se atreva a alzar la voz, que nadie se oponga a la modernidad. Lo siguiente, es alzar la mano, votar, para completar la farsa.
“Somos el partido en el gobierno. Y el gobierno es Enrique Peña Nieto”, dice Beltrones para advertir que llegan tiempos de “cambio”, de mejor presidencialismo, de absolutismo puro, de carro completo, de partido de Estado, de aplanadora.
Una nueva era que los mexicanos estamos empezando a disfrutar con graves problemas económicos, oficialmente con 53 millones de pobres, con gasolinazos mensuales, con devaluación, con salarios de hambre… Es el nuevo PRI, el partido en el poder capaz de solapar los peores crímenes de estado: Ayotzinapa, Tlatlaya, Apaztingán, Tanhuato, Ostula… y un largo etcétera acumulado en el hoyo negro de la impunidad.
Y Don Beltrone con o sin bigote, le viene como anillo al dedo al nuevo PRI. El político del expediente narco, un expediente falso, claro, publicado por The New York Times, ahorita anda ocupado buscando el consenso de las centrales obreras (risas, por favor) Centrales obreras que ya no luchan por el bienestar del obrero, sino por el bienestar del partido, del presidente, de la unidad, de la nación.
Por eso, Don Beltrone ha informado que el nuevo PRI “abanderará las causas oficiales”. ¿Cuáles causas? Pues la famosa Cruzada contra el Hambre, que no es más que la Cruzada del PRI y sus intereses, cuyo presupuesto se usa para intentar comprar estómagos satisfechos y así conseguir el voto para ganar las 13 elecciones del próximo año.
Precisamente, el discurso de Don Beltrone se centra en eso, en el espejismo, en vendernos espejitos, por ejemplo, afirmando que la crisis económica que padecemos los mexicanos es consecuencia de las “turbulencias internacionales” y no culpa de la ineptitud del gobierno peñista, y afirmando que pronto habrá un “crecimiento solido” de nuestros bolsillos. No aclaró si se trata del aumento de nuestras deudas, el incremento del hambre, o se refería a la pobreza que lastima a 70 millones de mexicanos.
Pero la cargada del PRI ya está aquí con su esperpentico boato, con su patético besamanos. Ahora toca, rendirle pleitesía al nuevo monarca, el emperador de petatiux, dispuesto a demostrar que el viejo dinosáurico PRI, es el nuevo y moderno PRI.
Don Beltrone ya se siente presidente. Obviamente fue el gran operador y ahora solo le toca oficializar al grupo Salinas de Gortari y declarar el fin de la era peñista. Se siente y efectivamente es el nuevo presidente, tanto, que en el último evento “electoral” dijo que César Camacho fue un “buen presidente”, aunque él asumirá su cargo el 21 de agosto.
El cargo le queda chico. Don Beltrone, quería ser presidente de México, pero el grupo Atracomucho y Televisa observaron mejores condiciones actorales en el actual esposo de la protagonista de la telenovela “La dueña”, aunque el experimento televisivo-presidencial, les salió mal. Va en caída y la popularidad del señor que se sienta en la Silla del Águila está ya por los suelos.
Pero Don Beltrone ha llegado al rescate, como un Supermán, un súper héroe capaz de rescatar la credibilidad del PRI. Con Don Beltrone todo será miel sobre hojuelas. Él sí puede. Él sí tiene el beneplácito del patrón, del dueño del partido, del dueño de México. Es el elegido.
Y a los mexicanos pan y circo; show, puro show.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JESUSA CERVANTES.
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/10-08-2015/37861.
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