MÉXICO, D.F: Un columnista describió en días pasados como vulgar el asesinato de un fotógrafo, una activista social, dos estilistas y una trabajadora. Se refería así a la ejecución de Rubén Espinoza, Nadia Vera, Yesenia Quiroz, Mile Virginia Martín y Olivia Alejandra Negrete en un departamento de la colonia Narvarte.
Usando ese tono el columnista intentaba deslindar de cualquier responsabilidad al gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
Pero ningún asesinato –y menos de inocentes–, puede considerarse vulgar. No existe ningún argumento que lo justifique. Calificar de vulgar la pérdida de vidas inocentes de manera violenta no sólo justifica ese ultraje, sino que lo aprueba y está de acuerdo con la brutalidad del asesino.
Javier Duarte, a su vez, quiso resbalar su responsabilidad en el multihomicidio a pesar de que tanto Rubén Espinosa como Nadia Vera, acusaron a su gobierno de su exilio. Esta última, en una entrevista, dijo que si algo le pasaba sería culpa del gobernador de Veracruz.
Fiel a su irresponsabilidad Duarte se defendió bajo este argumento: “Este es un tema que corresponde a las autoridades del Distrito de Federal, no a las autoridades de Veracruz”.
Varios columnistas que se han destacado por hacer el trabajo sucio de tratar de desmentir investigaciones periodísticas como la corrupción de Enrique Peña Nieto en el caso de la “casita blanca” de su esposa Angélica Rivero o por defender a personajes cuestionados como Cuauhtémoc Gutiérrez, ahora se han dedicado a defender y tratar de deslindar a Duarte en su responsabilidad directa o indirecta en el multihomocidio.
“Duarte no está implicado” dicen estos columnistas a los que les causa escozor que otros reporteros que hacen trabajo de campo y saben de los riesgos de hacer coberturas en zonas de conflicto, critiquen las investigaciones de las autoridades y que lancen críticas directas a los gobernantes para que respondan por sus omisiones o actuaciones irresponsables como es no garantizar seguridad a la ciudadanía y a los trabajadores de los medios.
Olvidan que nada es casual sino causal y que en el caso de Veracruz el gobernador Duarte ha creado un estado de violencia e indefensión para la ciudadanía en general y en especial para los reporteros que no reciben su dinero y que son críticos.
Hay registro de más de 200 agresiones a medios de comunicación y sus reporteros en Veracruz y la muerte de 13 periodistas de los cuales las investigaciones no han satisfecho a nadie, salvo al propio gobernador Duarte.
El gobernador de Veracruz dio su declaración ante agentes ministeriales del gobierno del Distrito Federal que viajaron exprofeso a las oficinas de Duarte. Es el primer mandatario estatal en rendir declaración sobre un asesinato.
Como era de esperar se deslindó de la muerte de Rubén Espinosa y de Nadia Vera, que tuvieron que salir de Veracruz por las amenazas de muerte recibidas por parte de agentes de su gobierno vestidos de civil. Evadió de esa manera su responsabilidad que como gobernante tiene de brindar seguridad a todos y cada uno de sus gobernados que le han pagado su salario. Evadió así su responsabilidad de haber hecho de Veracruz el lugar más peligroso para ejercer el periodismo en todo el país e incluso del mundo.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.
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