jueves, 24 de septiembre de 2015

Alianzas PAN-PRD, ensayo rumbo al “gobierno de coalición” de 2018

MÉXICO, D.F: Al igual que hace seis años tras sus contundentes derrotas en las elecciones federales, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) pactan alianzas para las 12 elecciones de gobernador del próximo año, sólo que ahora son el ensayo para un eventual “gobierno de coalición” en la presidencial de 2018.

El principal promotor de un “gobierno de coalición” para enfrentar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) es Gustavo Madero, expresidente del PAN, quien asegura que este proyecto es avalado por Ricardo Anaya, su sucesor.

Y es que, tras los pésimos resultados en junio, el PAN por sí solo tendría posibilidades de ganar si acaso Puebla –que gobierna con el presidenciable Rafael Moreno Valle– y Aguascalientes, mientras que el PRD no podría conquistar ninguno de los 12 gobiernos estatales que se disputarán en 2016.

Pero los dos partidos en alianza, que podría incluir en algunos estados a Movimiento Ciudadano y al Partido del Trabajo –ya sin registro nacional–, las posibilidades de ganar crecen al menos a la mitad de las gubernaturas: A Aguascalientes y Puebla se sumarían Veracruz, Tamaulipas, Durango y Tlaxcala.

Salvo Puebla, las otras cuatro son gobernadas por el PRI y tres de ellas –Veracruz, Tamaulipas y Durango– jamás han conocido la alternancia.

Tampoco Hidalgo y Quintana Roo saben de un gobierno distinto el PRI desde hace décadas, a diferencia de Chihuahua, Sinaloa y Oaxaca, los otros estados donde habrá elecciones en 2016, y en estos dos últimos –junto con Puebla– triunfó, en 2009, la alianza PAN-PRD que ahora se reactiva,

Los resultados de los gobiernos en Puebla, Oaxaca y Sinaloa con los expriistas Moreno Valle, Gabino Cué y Manuel López Valdés –conocido como Malova– no han dejado del todo contentos a sus promotores de PAN y PRD, pero por eso subrayan ahora que las alianzas deben ir más allá que sólo ganarle al PRI.

“Lo primero que va a tener que ver el presidente Ricardo Anaya son las 12 elecciones de 2016 y ahí él está convencido de construir frentes amplios, pero ya no de alianzas electorales, debemos empezar a meterles el siguiente componente: ya no resultar con los Gabinos Cués, los Malovas, los Moreno Valle, sino tener un proyecto un poco más profundo, más programático”, dice Madero al reportero.

Y, en efecto, apenas fue declarado ganador de las elecciones en el PAN del 16 de agosto, Ricardo Anaya afirmó:

“Por supuesto que sí estamos abiertos a construir alianzas con otras fuerzas políticas, pero bajo tres premisas básicas. Primero: No vamos a imponer desde lo nacional, vamos a escuchar al partido en lo local. Segundo: No iremos a alianzas estrictamente electorales, no se trata sólo de ganar elecciones, iremos a alianzas para garantizar buenos gobiernos para los ciudadanos, y tercero: Lo haremos siempre con debate amplio, con enorme deliberación en nuestro Consejo Nacional”.

El Congreso Nacional del PRD avaló, apenas este domingo 20, coaligarse con el PAN prácticamente en los mismos términos. Es decir, que no serán alianzas de manera general con el PAN, sino que se analizará cada caso, estado por estado.

“Reafirmamos que en la perspectiva actual de nuestro partido no existe propósito alguno de establecer alianzas electorales de carácter general con el PAN. Sólo en determinadas condiciones y para propósitos políticos específicos se considerarán, excepcionalmente, alianzas electorales más allá de la izquierda y las fuerzas progresistas, pero en ningún caso con el PRI”.

Alianza o PRI gana todo…

En 2009, tras la derrota del PAN, renunció Germán Martínez a la presidencia y lo sustituyó César Nava –ambos incondicionales de Felipe Calderón–, quien en enero y febrero de 2010 pactó alianzas con el PRD en Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Durango.

Fue en ese contexto que se supo que Nava firmó, en secreto, un “convenio” con la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, para no hacer alianzas en el Estado de México en 2011, gobernado por Enrique Peña Nieto, a cambio del apoyo de las bancadas priistas para aumentar impuestos.

El pacto, que se firmó en octubre de 2009, tuvo como “testigos de honor” al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont –quien al materializarse las alianzas renunció al PAN–, y el secretario de Gobierno del Estado de México, Luis Enrique Miranda.

Ahora, tras sus respectivas derrotas en la elección federal, el PAN planea otras alianzas ante el temor de que el PRI pueda ganar todas gubernaturas, una posibilidad que advirtió el exsecretario de Elecciones Arturo García Portillo, luego de que la dirigencia encabezada por Madero desdeñó hacer un plan para 2015 y 2016.

Entrevistado tras las elecciones de junio –en las que el PAN obtuvo el peor resultado en 20 años, con 21%–, García Portillo urgió a la dirigencia de su partido a materializar ese plan. “Si no, en 2016 es muy fácil que el PRI pueda ganar todo”.

–¿Todo?

–¡Todo! A ver: Ahorita no les faltó mucho. Ganamos Baja California Sur, sí, pero Querétaro una semana antes el traking nos tenía abajo…. ¿En cuál no puede ganar el PRI si ganó en todos, excepto en Aguascalientes? ¡Y en Aguascalientes traen una guerra civil por la candidatura! Eso es lo que hay que ver. No está nada fácil.

En efecto, en Aguascalientes el PAN ganó dos de tres distritos y es primera fuerza electoral con 31%. Aunque el PRI logró 28% de los votos, la posibilidad de triunfo aumenta con una alianza con el PRD, que tiene 2 puntos.

Y salvo Puebla, donde perdió más de lo previsto, pero se prevé que el gobernador mantenga el poder pese a la honda división interna y el PRI engallado, el PAN no obtuvo en los otros 10 estados resultados positivos.

El PRD, por su parte, logró apenas 10.87% de la votación nacional y, sin una alianza con el PAN, no ganaría ninguna gubernatura.

Más aún: En ocho de los 12 estados donde habrá elección de gobernador –Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas– no obtuvieron un solo distrito federal.

Pero una alianza PAN-PRD –que podría sumar a PT y MC– tendría posibilidades de triunfo en varios estados, si se toman en cuenta los resultados que obtuvieron en las elecciones federales de junio.

Veracruz es uno. Ahí, el PAN ganó dos de los 21 distritos, pero es segunda fuerza con 21% de la votación, por 28 del PRI y 7 del Partido Verde. El PRD tiene 11 y el PT 3.

Otro estado es Tlaxcala: Aunque no ganó un solo distrito, el PAN obtuvo 14% de los votos, por 9 del PRD y 9 también del PT. El PRI logró 28 puntos.

Tamaulipas, donde el PAN arrasó en 2012, no ganó ninguno de los ocho distritos en junio, pero logró 24% de los votos por 43% del PRI. Aunque el PRD tiene solo 2 puntos, el senador panista Francisco García Cabeza de Vaca tiene arrastre.

Durango es otro estado donde la alianza tendría posibilidades: Si bien el PRI ganó en junio con 49% de los votos, el PAN es segunda fuerza con 17%, el PT tiene 6 puntos y 4 el PRD, que darían batalla con el expriista José Rosas Aispuro, que contendió en 2010.

En Sinaloa el PAN sólo ganó un distrito de siete, pero es segunda fuerza con 21% de los votos por 36 del PRI y 5 de PRD. Tampoco aquí está descartada una victoria.

Inclusive en Oaxaca puede tener posibilidades una alianza: Aunque el PAN es la cuarta fuerza con apenas 10%, debajo de los 14% de Morena, el PRD tiene 21 puntos y el PRI cuenta con 30%.

Con menos posibilidades de triunfo, aun con alianza, se encuentran Chihuahua, donde el PAN es segunda fuerza con 25% de los votos, por 40% del PRI y el PRD con 3 puntos.

En Quintana Roo, el PAN sólo obtuvo 10% de los votos en junio y retrocedió a tercera fuerza, detrás inclusive de Morena. El PRI ganó 31% y el PRD logró apenas 7.

En Hidalgo, el PRI obtuvo 39% de los votos en junio, pero el PAN tuvo sólo 12% y el PRD 9. Y en Zacatecas, PAN obtuvo 12% y PRD 13%, por 33 del PRI, 7 del PVEM y 7 de Morena.

Anaya presidenciable… con el tiempo

Del éxito de las alianzas en 2016 depende también la posibilidad de concretar un frente amplio opositor al PRI en 2018, que es la tarea que tiene Madero y, por parte del PRD, Guadalupe Acosta Naranjo, y que podría desembocar en un “gobierno de coalición”.

Y es que, según Madero, las alianzas deben ser programáticas para que no sean las personas las que unan a los partidos, como ocurrió en Puebla, Oaxaca y Sinaloa en 2010, y ese debe ser también el eje de un gobierno de coalición en 2018, independientemente de si lo encabeza Moreno Valle, Margarita Zavala o Andrés Manuel López Obrador. “Me entusiasma este proyecto”.

–¿Ya platicó con Anaya de esto?

–Sí, sí. Coincide en muchas cosas de esto.

–¿Ya como presidente él?

–Sí, claro.

Luego de que Anaya quebrantó su palabra de hacerlo coordinador de los diputados del PAN, Madero responde a pregunta expresa que Anaya sí tiene atributos para ser aspirante presidencial: “Con el tiempo puede llegar a ser”.

–¿Y si le va bien en 2016?

–Sí, con el tiempo puede llegar a ser, seguro que sí.

Y es que, derrumbadas las aspiraciones de Madero con los adversos resultados de junio pasado, las 12 gubernaturas que se jugarán el próximo año son clave para las ambiciones de Anaya y de Moreno Valle, quien quedó debilitado por la derrota: Perdió 9 de los 16 distritos federales y el PRI se convirtió en primera fuerza con 30.2% de los votos, por 28% del PAN.

Moreno Valle, discípulo de Elba Esther Gordillo, atribuyó la derrota a que el PAN se negó a aliarse con el PRD: “Si hubiera habido alianzas en Puebla se hubieran ganado 15 distritos, por lo menos, y creo que eso debe ser una lección”.

Pero el entonces presidente estatal del PAN, Rafael Micalco –quien ya fue depuesto– reprochó el autoritarismo del gobernador: “Habríamos ganado 16 distritos si se hubiese incluido y respetado a todo el panismo del estado, más que ir en alianza, aún en distritos negociados.”

En respaldo a Micalco irrumpió Ana Teresa Aranda, la lideresa panista que ha enfrentado a Moreno Valle: “El gobernador quiere repartir culpas, que se comporte como hombrecito. ¿Podrá?”


Ahora, Moreno Valle encamina a su esposa, Martha Erika Alonso, a la presidencia estatal del PAN para concretar la alianza con el PRD, el Panal y un partido local que él mismo creó, Compromiso con Puebla, y ganar la gubernatura –que será de sólo año y medio– con su ‘delfín’ Antonio Galy…

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO (REPORTAJE ESPECIAL).

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