En 2014 hubo 16 homicidios por cada 100 mil habitantes, con un total de 19 mil 669 muertes violentas, de las cuales 6 mil 803 estuvieron relacionadas con organizaciones criminales.
La tasa del año pasado por cada 100 mil habitantes “es menor a la registrada en países como Honduras (90.4), Venezuela (53.7), El Salvador (41.2), Guatemala (39.9), Colombia (30.8), Puerto Rico (26.5), Brasil (24.2) y Panamá (17.2)”, aseguró la Secretaría de Gobernación (Segob) en un comunicado.
En 2014 hubo una disminución del 27 por ciento en los asesinatos con respecto a 2012. A finales de ese año Enrique Peña Nieto asumió la Presidencia con una tasa de 22 homicidios por cada 100 mil habitantes. Del total de ese año 14 mil 859 asesinatos estuvieron vinculados con los cárteles de la droga.
A pesar de las cifras oficiales, a finales de agosto de este año, el semanario Zeta publicó un recuento de los muertos durante los primeros 32 meses de la administración de Enrique Peña Nieto en el que advierte que la “estrategia” del sexenio priista durante estos primeros 32 meses ha sido decretar, a través de un discurso repetido en 2013, 2014 y 2015, una “incidencia delictiva a la baja”, o que se ha “reducido a su mínima expresión”.
Primero, en 2013 Peña Nieto declaró en el Foro de Davos:
“Ha habido una disminución real en el número de homicidios que se cometen en nuestro país, una disminución de prácticamente el 30 por ciento de homicidios vinculados al crimen organizado, lo cual nos resulta alentador”.Luego, en 2014, Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, declaró el 29 de julio de ese año: “La violencia se ha reducido a su mínima expresión”.
Y en 2015, continuó con el mismo discurso: “‘Sin duda los niveles de violencia que se están registrando, están disminuyendo, sobre todo los homicidios y secuestros”, opinó Peña Nieto el 11 de junio en una entrevista a la agencia EFE en Bruselas, sin respaldar su dicho con estadísticas.
Recurriendo como metodología a la comparación de las estadísticas del Secretariado Ejecutivo con la información que a Zeta proporcionan institutos forenses en el interior del país, servicios médicos forenses, procuradurías y fiscalías, unidades de servicios periciales, registros periodísticos de los estados y asociaciones civiles de familiares de las víctimas, Zeta documentó 57 mil 410 homicidios dolosos en 32 meses de gobierno de Peña Nieto, entre el 1 diciembre de 2012 y el 31 de julio de 2015; la cifra incluye “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones”, los homicidios dolosos producto del narcomenudeo y hasta aquellos cuerpos amorfos e irreconocibles de los que “no hay denuncia”, tal como argumentan funcionarios de las procuradurías y fiscalías al referirse a los desenterrados de narcofosas, incinerados y desmembrados, porque “nadie reclama los cuerpos”, como diría al semanario un funcionario de la Fiscalía General del Estado de Veracruz.
Una de las conclusiones de la investigación de Zeta, es que el gobierno de Enrique Peña Nieto continúa en su afán de ocultar la cantidad real de asesinatos intencionales:
El Secretariado Ejecutivo informa solo de 47 mil 988 homicidios dolosos, entre víctimas y averiguaciones previas, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2015, mientras tanto, este Semanario documentó minuciosamente 57 mil 410 homicidios intencionales, es decir, el Gobierno de la República oculta por lo menos 9 mil 422 ejecuciones.
LA DANZA DE LAS CIFRAS
A pesar que desde 2014 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Información, dependiente de la Secretaría de Gobernación, empezó a registrar víctimas de homicidio doloso -en años anteriores solo reportaba averiguaciones previas que contenían uno o más asesinatos intencionales-, el total que ese año reportó el Gobierno de la República es inferior a la estadística del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En tanto el INEGI registró 19 mil 669 homicidios dolosos en 2014, el Secretariado Ejecutivo reportó nada más 17 mil 324 víctimas por el mismo delito; es decir, el Gobierno de la República no reconoció por lo menos 2 mil 345 asesinatos intencionales.
De igual forma, el INEGI informó en julio último que obtuvo sus estadísticas a partir de las defunciones que registran las 4 mil 799 oficialías del Registro Civil y mil 185 Agencias del Ministerio Público que mensualmente proporcionaron la estadística; en tanto el Secretariado Ejecutivo solo vacía la información que le envían las procuradurías y fiscalías de las 32 entidades federativas, sin cotejar si realmente es la cantidad correcta.
En lo que respecta a las cifras de 2014, la Segob afirma en su comunicado que “las cifras sobre homicidios presentadas por el INEGI, así como los datos relacionados con homicidios dolosos y los vinculados a la delincuencia organizada, se mantienen a la baja, informó el Sistema Nacional de Seguridad Pública”.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/13-09-2015/1484888.
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