México, D.F.- La Fiscalía de Stuttgart, Alemania, presentó cargos contra seis empleados de la empresa armamentística Heckler & Koch, cuyas armas fueron utilizadas en los ataques a los normalistas de Ayotzinapa el 26 y 27 de septiembre del año pasado, informó la agencia Efe.
El 10 de diciembre pasado, apro publicó que al menos 36 de las armas decomisadas a la policía de Iguala, Guerrero, y presuntamente utilizadas durante la represión a los normalistas, son fusiles de asalto modelo G-36 producidos por Heckler & Koch.
En total, Heckler & Koch vendió 9 mil 472 fusiles del tipo G36 a México entre 2003 y 2011, de los que 4 mil 767 fueron a los estados de Jalisco, Guerrero, Chiapas y Chihuahua sin autorización oficial.
A través de un comunicado, la Fiscalía de Stuttgart, precisó que las seis personas que se desempeñaban como, directivos, representantes de ventas en México y una como empleada de la filial, son acusadas por los delitos contra la ley de control de armas de guerra y contra la legislación que regula el comercio exterior.
Además indicó que ha archivado la causa contra otros 13 empleados de la compañía.
Los hechos de los que se acusa a los seis empleados de la empresa de armas alemana se registraron entre 2006 y 2009, cuando presuntamente permitieron, de manera consciente, que armas y sus accesorios, cuya venta autorizó el gobierno alemán para ciertos estados mexicanos, acabaran en otros lugares con problemas de violencia, como Guerrero.
La ley alemana prohíbe la venta de armamento en zonas de conflicto y su lista incluye estados mexicanos en los que está desatada la violencia debido a al narcotráfico.
En febrero pasado, el comisionado del gobierno alemán para los Derechos Humanos, Christoph Strässer, visitó México y reconoció que no se podía descartar el empleo de armas alemanas en la tragedia de Iguala y de antemano pidió perdón en caso de que hubiese sido así.
La cámara decimotercera de la Audiencia Provincial de Stuttgart asumirá el caso.
Armas contra normalistas
Un listado de objetos y armas decomisadas por las autoridades de Guerrero, que forma parte del expediente del caso Iguala iniciado en un principio por la PGJE y al que tuvo acceso apro en diciembre pasado, al menos 36 de las armas decomisadas a la policía de Iguala y presuntamente utilizadas durante la represión del 26 de septiembre a normalistas de Ayotzinapa, son fusiles de asalto modelo G-36 producidos por Heckler & Koch.
De acuerdo con ese listado, además de las armas de manufactura alemana, también fueron retenidas a la policía municipal de Iguala fusiles de asalto italianos Beretta tipo SCP (sic) 70/90 y fusiles AR-15 producidos por la empresa estadunidense Colt.
En el reportaje: “Se utilizaron armas alemanas en ataque a normalistas”, de la corresponsal Yetlaneci Alcaraz en Berlín, se abunda que el listado describe con precisión el tipo de arma confiscada, el modelo, la matrícula y/o número de serie de cada fusil.
Esas armas forman parte del arsenal en poder de la policía municipal de Iguala y su utilización en la noche del 26 de septiembre presuntamente sería determinada por las autoridades.
Si las armas alemanas fueron utilizadas para atacar a los normalistas de Ayotzinapa es algo que aún no queda claro, pero su decomiso confirmó de nuevo la presencia ilegal de estos fusiles en el violento estado de Guerrero.
Desde 2005 el gobierno alemán vetó a los estados de Guerrero, Chiapas, Chihuahua y Jalisco para recibir armas de exportación alemanas “por ser regiones violentas donde se violan los derechos humanos”.
Sin embargo, tal condición no se cumplió y reiteradamente ha salido a la luz la presencia de los fusiles G-36 en Guerrero: la primera vez fue en marzo de 2012, durante un enfrentamiento en la Autopista del Sol, a la altura de Chilpancingo, entre la policía y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
A partir de fotografías tomadas el día del enfrentamiento, el diario alemán TAZ, que desde hace años sigue puntualmente la ruta ilegal de las armas alemanas en México, pudo comprobar que las armas alemanas estaban en poder de la policía estatal de Guerrero.
La segunda vez fue en febrero de 2014, cuando el canal franco-alemán ARTE realizaba un documental sobre armas alemanas en Estados prohibidos. La investigación llegó hasta la policía comunitaria de Tixtla, Guerrero, que poseía cuando menos dos fusiles alemanes G36, los cuales habían sido decomisados a la policía de ese municipio.
Fuente: Proceso
Autor: Redacción
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