Suemi Rodríguez Romo, candidata a la Rectoría de la máxima casa de estudios, quiere extender la influencia de la Universidad a las comunidades. La UNAM, dice, debe contribuir a crear políticas públicas que sirvan a todos los ciudadanos.
Además de ser fuente de conocimiento en todas las áreas, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) está destinada a guiar a México por el camino del desarrollo y, para lograrlo, debe renacer en todo su esplendor, considera Suemi Rodríguez Romo, candidata a la Rectoría de la máxima casa de estudios.
Apasionada en sus gestos y entusiasmada por la idea de extender la influencia de la Universidad a las comunidades, Suemi Rodríguez expone que la vocación de la UNAM es contribuir no solo a la formación de jóvenes profesionistas, sino a la creación e instrumentación de políticas públicas que sirvan a todos los ciudadanos y ser así el motor del desarrollo del país.
“En este instante es importante que, si es necesario renacer, volvamos a nacer. No quiere decir esto que perdamos nuestra tradición, porque es muy rica, muy valiosa, es muy importante (…) Renacer en el sentido de atrevernos a innovar; y no solo a innovar, sino en innovar en como innovamos, a innovar en cómo cambiamos.
“Lo que es fundamental es preparar a los egresados adecuadamente para que construyan un México mejor, como personas formadas integralmente. No solamente expertas en un área de trabajo, sino con ética, con valores, de tal manera que ciertas situaciones como la corrupción y otro tipo de aspectos, se resuelvan por la formación ética que les podemos dar nosotros”, comentó en entrevista.
Con 32 años de antigüedad en la UNAM, Suemi Rodríguez es una de las candidatas para suceder a José Narro con amplias credenciales académicas, científicas y administrativas.
Especialista en fisicoquímica y matemáticas aplicadas, Rodríguez cuenta con tres estancias de posdoctorado y decenas de artículos científicos.
Suemi Rodríguez fue directora de la Facultad de Estudios Superiores campus Cuautitlán, en el Estado de México, entre el 2005 y el 2013.
Busca la rectoría por segunda ocasión y, ahora, ha planteado la necesidad de que la UNAM tenga presencia no solo hacia el interior de la institución, sino en las comunidades que la rodean y en las políticas del Ejecutivo en todos los niveles.
En las comunidades, por ejemplo, Rodríguez plantea que los universitarios pueden ayudar a través del servicio social o en la aplicación de sus tesis para crecer la producción local de negocios u otras actividades productivas.
A nivel nacional, uno de los intereses de la investigadora y académica es que la UNAM pueda incidir en la creación de una nueva política educativa desde el nivel básico, que dé nuevos horizontes a los niños para llegar mejor preparados a los niveles avanzados del conocimiento.
“Definitivamente no somos la SEP, quien tiene la responsabilidad es la SEP. Pero sí tenemos centros de investigación dedicados exclusivamente a los procesos educativos, tenemos gente muy preparada. Hay que impulsar desde la Rectoría a los investigadores y académicos para atreverse a innovar.
“Y seguramente ya hay algún investigador que los aborde, pero no inciden en la realidad de las políticas que se generan; y yo creo que aumentando y empujando el prestigio que tenemos, usando el peso político que tiene la voz del rector o la rectora, podemos ayudar a resolver conflictos que son extremos para que de alguna manera la SEP se pueda concentrar en el centro, que es el más masivo y el más fuerte de lo que es la educación en esos niveles”, afirmó Rodríguez.
La propuesta de Rodríguez pasa por organizar las líneas de investigación en educación que se tienen en la UNAM para proporcionar información a las autoridades educativas sobre lo que ocurre en los estados, en materia educativa.
Una de las áreas a estudiar, por ejemplo, es en la detección de jóvenes talentos en educación básica; o las condiciones culturales que hacen de cada estado un lugar único para aprender de cierta forma.
“Hay que incidir en ese espacio (educación básica) para poder empezar a apropiarnos un poco de modelos educativos que nos permitan que los chicos sepan leer. Nos llegan sin saber leer. Y no es que no lean, si leen; no entienden lo que leen.
“Entonces, realmente, ¿cómo les podemos dar una cultura general o hacerlos expertos en algo o pedirles que lean cualquier cosa, si no entienden lo que están leyendo, si no escriben?”, cuestionó.
Esto, acota, lo hará hasta donde permitan las autoridades, pero siempre presentando investigaciones que ayuden a mejorar el modelo educativo del país.
Detrás de un escritorio sobrio, donde no hay nada sobre él más que su computadora, y dando la espalda a sus libros sobre ciencia, Suemi Rodríguez asegura que la relación con el Gobierno federal debe ser respetuosa, pero crítica, requisito indispensable para poder incidir en la vida nacional.
“Debe ser crítica en la medida que sea necesario porque es lo que estoy proponiendo, que la Universidad le ayude al país a decir hacia dónde va, y hay muchos temas de investigación que pueden ser espinosos.
“Los gobiernos de todo el mundo, de todos los países, son sensibles. Pero también tenemos que entender que el país tiene que madurar. Tienen que madurar ellos (para aceptar los errores que hacemos ver) y tenemos que madurar nosotros. Tampoco se trata de criticar por criticar, porque a veces pasa que porque vuela una mosca ya estamos criticando (…) No se trata de que la UNAM sea parte del problema; seamos parte de la solución”, llamó Rodríguez.
Respecto al tema de inseguridad y venta de estupefacientes que vive la Universidad, Rodríguez destaca que es primordial instrumentar medidas de seguridad que impliquen obtener información en tiempo real para evitar un problema donde pueda generarse y tener una reacción rápida donde sea necesario.
FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: IMELDA GARCÍA.
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