En Nuevo León, la "mayoría de los policías estaban permeados por la delincuencia organizada", acusó la hermana Consuelo, Premio Nacional de Derechos Humanos 2015.
La hermana Consuelo Morales, fundadora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C. (CADHAC), quien recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015, explicó en entrevista para Aristegui CNN que “en 2009 empezamos a recibir los casos (de desapariciones), los primeros 12 fueron de policías desaparecidos en 2007, 2008 y 2009.
La ventaja de Nuevo León -de donde eran y son los casos que atienden- es que la zona conurbada está pegada, es más del 80 por ciento de Nuevo León que está ahí. La parte geográfica nos permite identificar con facilidad los municipios donde se llevaron personas”.
“Vemos que no supimos leer en ese momento los acontecimientos. En 2010 vino Juan Méndez, el relator de tortura de la ONU, e hicimos un informe en el que estabamos escandalizados porque la tortura era aplicada por policías municipales aún en la calle, y la televisión lo sacaba, todavía tenía poco más de libertad”, recordó.
“No supimos leer que detrás de esa tortura había algo más porque la tortura era hecha de la forma en que lo hacía la delincuencia organizada… seguimos recibiendo casos, fue creciendo el número de una manera importante. Las personas buscaban ayuda con los militares, marinos, policía municipal, en la procuraduría, a todos lados y en ningún lado encontraban apoyo ni apertura”, indicó.
Entonces, “empezamos a revisar y a sistematizar y a ver qué tipo de personas se llevaban… los que lograban salir o escapar de la delincuencia eran obligados a llevar a cuatro más porque sino (les decían) a ‘tu mamá la violo‘. Fueron metiéndolos a una dinámica delincuencial terrible (a las propias víctimas)”.
La mayoría de los policías “estaban permeados por la delincuencia organizada, intuimos que los primeros siete casos de policías desaparecidos que recibimos fue porque se negaron a participar, se negaban y era su vida o la de su familia, siguen desaparecidos”, relató.
La hermana reveló que pedían información a las autoridades y “nunca daban información, había complicidad y cerrazón terrible”.
Desde su punto de vista, las desapariciones tiene por objetivo “sembrar terror, miedo. En Nuevo Léón en 2010 y 211 las calles estaban vacías de las cinco o seis de la tarde en adelante”.
“Los delincuentes diversificaron las fuentes de conseguir dinero, se llevaban gente, conseguían más jóvenes, cobraban piso a restaurantes y bares… la desolación que fueron sembrando fue tan grande que es de admirarse la audacia y fuerza sobre todo de las mamás, que son imparables”, destacó.
“Vemos que se llevaron a personas que fueron torturadas, asesinadas al día siguiente y luego fueron mutiladas, separado el mismo cuerpo en tambos, y ahí fueron quemados con diesel o ácido. Según lo que dicen, tardan como cuatro horas en que se consuma todo. Nosotros decimos que cuando dejaban cuidando a alguien el tambo y no tenía la paciencia para esperar a que se consumiera, apagaban o dejaban así o se iban, esas fosas son las que se han encontrado y se han encontrado huesos para realizar ADN”, señaló.
Derivado de ello se tienen 1500 registros genéticos. “Estamos en una situación muy crítica, necesitamos altos niveles de tecnología… empezamos a acompañar a las familias a que pusieran la denuncia”, apuntó.
Contó que a partir de la visita de Javier Sicilia en la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, en 2011, cuando vio “que los casos que denunciaron que iban a ser 15 y por miedo fueron siete, él dijo vamos a hablar con el procurador Adrián de la Garza… fue vital como fue tan vital la fuerza y denuncias de las familias”.
“Al mes empezamos a ver cambios, los ministerios públicos iban a rendir cuentas en frente del procurador”, reconoció.
“La verdad nos dimos cuenta que solas las familias no iban a poder, solas nosotras tampoco, y solas las autoridades tampoco. Es un problema tan grande, tan complejo, que necesitábamos la experiencia de cada uno”, expuso.
“Vimos que no nos quedaba de otra, teníamos prejuicios, pero nos sentamos también con la autoridad a revisar los expedientes, y a lo mejor las autoridades decían ‘¿quién es esa monja que no es ni abogada y está revisando expedientes?‘”, mencionó la hermana Consuelo.
Un año después, las autoridades locales les dijeron: la verdad sin ustedes no hubiéramos podido.
Además indicó que “lo primero que vimos es que había policías involucrados, estaban detenidos y no podían ser procesados por desaparición forzada porque no teníamos el delito de desaparición forzada en Nuevo León. Lo metían por privación de la libertad, empezamos a trabajar el delito de desaparición forzada… se logra sacar, nada fácil. Después seguimos trabajando en la parte de víctimas y desaparición por ausencia, lamentablemente no pudimos sacarla como queríamos, lamentablemente cuando hay intereses económicos se hacen más complejas las cosas”.
“Al desaparecer a una persona, regularmente se llevan a quien hace el aporte económico más fuerte, es un caos, los niños dejan de ir a la escuela, la mamá tiene que salir a trabajar”, explicó.
El problema grave “que tenemos ahorita es que tuvimos tres agentes mnisteriales por desapariciones forzadas y a la mera hora la juez los soltó porque sucedió el delito en 2011 y se tipificó en 2012″, lamentó.
Por ello “creamos el protocolo de búsqueda inmediata… se creó el grupo especializado de búsqueda inmediata… trabajan 365 días del año las 24 horas”.
Finalizó con un dato por actuar con rapidez: de marzo de 2014 a marzo de 2015, reportaron 1602 desaparecidos, de los cuales se localizaron 1407; de ellos, 1359 con vida.
ENTREVISTA:
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://aristeguinoticias.com/1112/mexico/quien-es-esa-monja-que-no-es-ni-abogada-y-esta-revisando-expedientes/
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