OAXACA, Oax: “¡Justicia!”, suplica una mujer zapoteca al Papa Francisco a través de una carta que le será entregada al Máximo jerarca de la Iglesia católica en la próxima visita que realizará a México para que los casos de pederastia clerical no se repitan.
Narcisa Mendoza le hace saber al Papa de su sufrimiento, pero al mismo tiempo afirma que está dispuesta a dar la vida por su hijo, quien fue abusado sexualmente por el sacerdote pederasta Gerardo Silvestre Hernández.
El cura pederasta se encuentra preso desde el 29 de noviembre de 2013 en el Centro de Reinserción Social número 12 con sede en Tlaxiaco, pero la desconsolada mujer exige que se le dicte sentencia.
Jorge Bergoglio no tiene incluida en su agenda una reunión con víctimas de la pederastia clerical, por lo que la carta será entregada a la Nunciatura Apostólica.
Dicha misiva refiere que los sacerdotes que se atrevieron a apoyar a los padres de los menores abusados fueron amenazados, hostigados y hasta suspendidos de sus servicios sacerdotales.
Según el Foro Oaxaqueño de la Niñez (Foni), la cifra de menores abusados sexualmente podría alcanzar los cien casos, porque a pesar de que el arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, estaba enterado de que Silvestre Hernández había cometido esos ilícitos, lo único que hizo fue cambiarlo en siete ocasiones de parroquia, donde siguió abusando de los niños.
En la misiva dada a conocer por el párroco de Huitzo, Jorge Pérez, Narcisa Mendoza desea salud al Papa Francisco y le dice: “Discúlpeme que haya llegado ante usted por medio de esta carta dándole a conocer la situación en que nos encontramos. Se trata que el cura Gerardo Silvestre hace mas de cinco años cometió abusos contra niños de los pueblos zapotecas, entre los que se encontraba mi hijo cuando tenía 14 años.
“Cuando me entero que el cura los llamaba al curato y los emborrachaba y así abusaba de ellos, entonces fue que como madre fui a quejarme a las autoridades municipales, donde se levantó un acta y la autoridad dijo que ya habían avisado al arzobispo José Luis Chávez Botello y que no les había hecho caso”.
La mujer también precisa que “en el transcurso del tiempo, como nosotros estábamos sufriendo, cinco de nosotras le dimos seguimiento al caso y nos fuimos a la ciudad de Oaxaca para que nos hicieran justicia, pero hasta ahorita no tenemos solución, todos los sacerdotes que vinieron a defender al cura Gerardo Silvestre nos amenazaron por lo que decían que era mentira y que a mi hijo lo iban a meter al consejo de tutela, y fueron los curas Francisco Reyes y Pedro Ginez. Yo les respondí que con mi hijo no se metieran porque si Jesús murió por nosotros, pues yo también daba la vida por mi hijo y que no tenía miedo a sus maldiciones”.
Prosigue: “Los padres que nos vinieron a apoyar y que no estaban de acuerdo con lo que el cura Gerardo Silvestre hizo, el arzobispo los castigó y a algunos los dejó sin trabajo y no nada más es este caso, sino en los pueblos que trabajó. El cura cometió más abusos contra más niños, y yo sí les pido justicia por los niños zapotecas y que no se vuelva a repetir porque es un sufrimiento muy grande, muy terrible que a nadie se les desea”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PEDRO MATÍAS.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=428108
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