LA OBSESIÓN DEL GOBERNADOR

Este lunes se inauguró el teleférico de la capital poblana, sin duda alguna la obra emblemática del sexenio que está por concluir el panista Rafael Moreno Valle Rosas, porque el mandatario se empeñó hasta la obsesión en su realización, sin importarle la destrucción del patrimonio histórico, como lo fueron los daños irreparables a la antigua Casa del Torno, ni la intervención en la zona monumental de Los Fuertes .

Sobra decir que el gasto generado por el funicular es por demás desorbitado –de hecho, es el más caro del país– y que su recorrido es el más breve de cualquier transporte en la República.

Por supuesto que nadie puede estar en contra del fomento del turismo, del embellecimiento de la urbe o de la construcción de infraestructura necesaria, pero en el caso que nos ocupa sería una verdadera ingenuidad dar por sentado –como lo propone la administración morenovallista– que un teleférico por sí solo detonará visitas masivas a la ciudad.


A lo largo del sexenio, Rafael Moreno Valle Rosas no fue capaz de detener o suspender ninguna obra pública que fuera cuestionada por especialistas o ciudadanos. Se obstinó en imponer su voluntad incluso sobre el sentido común, algo no visto hace muchos periodos gubernamentales en Puebla, pues los más recientes antecesores del panista actuaron con más sensibilidad o conveniencia para no sufrir el repudio social.

FUENTE: LA JORNADA DE ORIENTE.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/01/05/la-obsesion-del-gobernador/