jueves, 14 de enero de 2016

Peña quiere a Kate en la cárcel

Todavía no se terminaban los festejos en Los Pinos por la recaptura de “El Chapo” Guzmán, cuando la noticia de que Sean Penn y Kate del Castillo habían entrevistado al jefe del narcotráfico eclipsó la celebración gubernamental, provocó la furia presidencial y abrió un nuevo episodio: la cacería en contra de la actriz mexicana. Van por ella.

Rencorosos con sus críticos –allí están los casos Aristegui, Ferriz de Con y varios más-, Enrique Peña Nieto y su primer círculo quieren sangre de nuevo. Pretenden cobrarle facturas a Kate por sus cuestionamientos al gobierno peñista, y la oportunidad les llega de la mano de “El Chapo”. Proclives a castigar a sus detractores, buscan venganza, una vez más.

¿Cómo? Cuadrándole a Kate del Castillo el delito de lavado de dinero por, supuestamente, haber recibido recursos del Chapo como financiamiento para la supuesta película. Por ahí quieren pegarle. No tienen otra vía, porque de acuerdo con especialistas, no pueden adjudicarle otros delitos a “La Reina del Sur”. Por eso ya activaron a medios y plumas oficialistas, clamando por una investigación “a fondo” en contra de Kate a quien queman en leña verde. Ya solamente les falta declararla “traidora a la Patria”.

“No hay delito que perseguir, ni en el Código Penal Federal ni en los de Estados Unidos. No existe la conducta de contactar a un fugitivo, ponerse de acuerdo con él para planear un libro, una película, una obra de teatro. Ni siquiera podrían acusarlos de complicidad o de ocultar al capo, pues no favorecieron su ocultamiento ni sobornaron a ninguna autoridad para evitar el rastreo de Guzmán Loera”, asegura el abogado penalista Gabriel Regino.

Y eso lo saben en Los Pinos.

Por eso ya buscan configurarle el delito de lavado de dinero… aunque primero tendrán que probarle que recibió dinero de “El Chapo” Guzmán.

Los tolucos no le perdonan a Kate sus abiertas críticas a Peña y al PRI, como ocurrió en la UCLA en julio de 2012, cuando soltó:

“Ya nos fregamos [con el regreso del PRI]. Me da una tristeza inmensa y ganas de llorar. Sesenta por ciento de los mexicanos no votamos por él [EPN]. Dan ganas de decir que qué mal, pero ahí estamos, con el PRI otra vez… es una locura”.

O bien, aquellos tuits donde, entre otras cosas, se mofa:

“No creo en el castigo ni en el pecado, no creo en cómo crecí creyendo que todo era pecado, hasta mi cuerpo, de hecho no creo en cómo la Biblia nos manipula en algunos de sus pasajes (los cuales seguro leyó Peña Nieto) para tener remordimientos, culpa y sobre todo miedo…

“Hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas…”.

Contra Sean Penn nada podrán hacer en Los Pinos. Penn tiene un prestigio internacional sólido. Es de los grandes actores de EU. Meterse con él es meterse con el Tío Sam. “Lo estamos investigando”, aseguró desde el domingo pasado la PGR. ¡Muerto de miedo estará el furibundo Sean! No ha de poder ni dormir.

No. A Sean Penn no lo molestarán.

Por eso se enfocan contra Kate.

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¿Por qué le enfureció al Gobierno la entrevista de Kate del Castillo y Sean Penn al Chapo Guzmán? Por tres razones de fondo y de peso:

1)    Porque exhibió, una vez más, al gobierno peñista, a Gobernación y al CISEN. Es decir: a la Inteligencia Nacional (por llamarla de alguna manera). Mientras el gobierno buscaba a “El Chapo” con toda la fuerza y recursos del Estado, dos actores llegaban ante “El Chapo” sin mayor problema, justo debajo de la nariz del atolondrado Gobierno mexicano que solamente daba palos de ciego. Dos actores los rebasaron y exhibieron. Esa es la historia. Baste recordar que a “El Chapo” lo cercaron en Los Mochis gracias a una alerta proveniente de un ciudadano en la madrugada del viernes pasado, y no a una acción atribuible a la inteligencia policiaca.

2)    Porque la fotografía que, de manera astuta, le pidió Sean Penn a “El Chapo” Guzmán, y que hoy le está dando la vuelta al mundo, queda como emblema de la ineficacia del Estado mexicano. ¿Qué hubiera dado Peña Nieto por estar en lugar de Penn, mostrando como trofeo de caza la cabeza de “El Chapo” Guzmán? Pero no fue así. El actor ganador del Oscar se llevó la primicia, foto incluida,  y que de paso se erige como una burla mayor hacia el gobierno mexicano: yo sí encontré a “El Chapo”, tú no.

3)    Porque la conexión Chapo-Kate-Penn y su consecuente entrevista, terminó con el carnaval de festividades que ya preparaban en Los Pinos, incluidas entrevistas, discursos y hasta mensaje presidencial para celebrar la recaptura del capo. Les aguaron la fiestecita oficialista que había iniciado con ese vergonzante y patético cántico del Himno Nacional por parte de embajadores y cónsules cuando Osorio Chong les dio a conocer la noticia. Como en los viejos tiempos. ¡Ridículos!

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Sabemos cómo actúa Peña Nieto y su equipo contra quienes osan criticarlos: con golpes bajos. Simplemente no toleran críticas, y cuando los exhiben, contraatacan con toda la fuerza del Estado. Así los diseñaron. Así actúan.

Pero si quieren acorralar a Kate del Castillo, no será tarea sencilla. La actriz mexicana también tiene la ciudadanía estadounidense y allá sí respetan, practican y fomentan la libertad de expresión. No se crea que la Fiscal Lynch es igual a Arely Gómez. Para nada. El gobierno peñista deberá también andarse con mucho cuidado a la hora de ventilar sus frustraciones y rencores. Kate es una actriz que goza de respeto internacional. Está bien respaldada.

Por lo pronto, no nos extrañe que comiencen a vetar series y películas de Kate del Castillo y de Sean Penn. Que los censuren. Que los encapsulen. El sello de la casa.


Sería otro berrinche más del Gobierno mexicano.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: MARTÍN MORENO (OPINIÓN)
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/13-01-2016/44118

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