Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo).– La violencia contra las mujeres en el país está fuera de control y los casos no dejan de aumentar, a pesar de que en tres entidades del país ya se decretó la Alerta de Género, denunciaron organizaciones civiles.
Por cada mujer que aparece asesinada y abandonada en un paraje, canal o incluso en tambos de basura en Ecatepec, Estado de México, Puebla, Michoacán o Morelos, hay miles que quedan en el anonimato y fuera de las cifras oficiales, lamentaron.
María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional contra el Feminicidio (OCNF), dijo a SinEmbargo que en México asesinan a 2 mil 500 mujeres al año y alrededor de siete por día, una más que en 2013, sin contar a las desaparecidas.
“Son siete mujeres asesinadas a diario, pero con la cifra de desaparecidas es otro universo de datos que no son claros. Tenemos más de 7 mil casos de desapariciones desde el periodo que abarca de Felipe Calderón [Hinojosa] hasta Enrique Peña Nieto, la mayor parte ocurridas en la actual administración”, dijo.
La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), organismo a cargo del mecanismo de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM), cuenta con 15 solicitudes de declaratoria hasta el momento.
El Estado de México, Jalisco y Morelos son las únicas entidades en donde se ha logrado emitir una alerta. Puebla y Sinaloa son los dos estados que la han pedido recientemente ante el incremento de la violencia feminicida.
Sin embargo en los estados en donde se implementó la alerta de género, los feminicidios tampoco han disminuido.
El 28 de julio de 2015, el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres acordó por unanimidad la procedencia de la declaratoria de Alerta en 11 municipios del Estado de México conurbados a la capital: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec de Morelos, Ixtapaluca, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco Solidaridad.
La alarma fue encendida cuatro años y medio después de que fue realizada la solicitud correspondiente, lo que de acuerdo a una jueza provocó la vulneración a derechos humanos que debería ser reparada.
Sin embargo en los municipios donde fue declarada, no hubo ningún tipo de trabajo con los ministerios públicos y funcionarios de gobierno, aseguró David Mancera Figueroa, presidente de Solidaridad por las Familias, organización civil que opera en el Edomex.
“Los gobiernos municipales donde fue declarada, no hubo ninguna reunión con sus equipos para decirles qué es una Alerta de Género. Los empleados de Gobierno no saben, ni la población está concientizada”, explicó.
En Ecatepec, tan sólo entre noviembre y diciembre del año pasado, se conoce de 12 feminicidios en el corredor Ecatepec-Tecámac, sin contar los dos cuerpos de mujeres que aparecieron en Toluca, uno de ellos descuartizado y en una bolsa, indicó Mancera Figueroa.
El presidente de Solidaridad por las Familias indicó que ni el Gobierno estatal del priista Eruviel Ávila Villegas, ni el de Ecatepec, han permitido la formación de un consejo consultivo integrado por expertos en el tema de violencia de género para capacitar a la Policía Municipal, funcionarios y ministerios públicos.
LA SIMULACIÓN ANTE LA VIOLENCIA
Algo similar sucede en Morelos, en donde cada mes mueren en promedio seis mujeres, víctimas de feminicidio, lo que refleja el poco resultado de los mecanismos implementados para evitar más asesinatos de este tipo, han reclamado activistas de la entidad.
La Alerta de Violencia de Género para ocho municipios de Morelos se decretó el 10 de agosto de 2015 por la Secretaría de Gobernación (Segob) y desde entonces la violencia feminicida de la entidad ha cobrado 37 víctimas hasta febrero de este año.
Si bien la alerta de género es una nueva política pública en México, existen fallas en su implementación, afirmaron integrantes de la Comisión Independiente de los Derechos Humanos de Morelos (CIDHMORELOS). Una de las deficiencias es que no se determinaron plazos, tampoco se dejó claro el monto de recurso que la Federación aportará y tampoco existe una autoridad que vigile el cumplimiento del mecanismo, entre otras.
“El Gobierno [de Morelos] debe tener muchas excusas, pero lo que vemos es una cuestión de simulación. Hemos tenido dos reuniones con gente del Gobierno, pero vemos que dilata mucho. Vemos que hay acciones que están haciendo encaminadas de reformas a la Ley, para dar cumplimiento a la Alerta de Violencia de Género; sin embargo, son acciones muy lentas. Y lo que nosotros decimos es que se trata de una situación de emergencia. Y podemos decir, que muchos de estos feminicidios [que se han suscitado en los últimos seis meses] se hubieran evitado, si se hubiesen aplicado correctamente todas las medidas”, explicó Paloma Estrada Muñoz, integrante de CIDHMORELOS, aSinEmbargo.
SINALOA, NUEVO LEÓN Y OAXACA
María de la Luz Estrada, del Observatorio, explicó que ambas alertas fueron un triunfo de las organizaciones civiles y que su implementación no ha sido fácil y las autoridades encargadas de su seguimiento deben recibir acompañamiento de la sociedad civil.
“Como tardó mucho en entenderse el mecanismo las medidas de seguridad y justicia no están siendo sencillas de aplicarse, porque las medidas que se hagan deben implementarse bajo contextos complejos de la violencia contra las mujeres y no se reduce a la violencia familiar. La violencia comunitaria está privando de la vida a las mujeres y es una violencia que tenemos que ubicarla en el contexto de la inseguridad y criminalidad, donde hablas de delincuencia común, organizada, porque los modus operandi, como que de repente se vuelven tan complejos y las medidas que las autoridades se establecieron en el Estado de México y Morelos, son medidas en donde las autoridades no pueden venir repitiendo lo que han venido haciendo”, explicó.
La activista indicó que para que la alerta de género funcione adecuadamente se requieren indicadores de resultados, debido a que las medidas que están tomando las autoridades al momento de echar andar el mecanismo, son muy generales.
Aunque en Morelos y el Estado de México la alerta de género va lenta, las entidades en donde debería darse la alerta de género de forma inmediata son Sinaloa, Nuevo León y Oaxaca opinó.
Rodolfo Domínguez, director de la organización Justicia, Derechos Humanos y Género y colaborador del Observatorio Ciudadano, coincidió con María de la Luz y agregó que el mecanismo es un logro de la sociedad civil que debe extenderse en el país.
“Ha sido un logro fundamental, el reto actual es lograr la implementación de las declaratorias de alerta de género, pues surgen una serie de acciones en materia de prevención, seguridad y justicia que se deben poner en marcha. En el caso del Estado de México ha sido complejo”, indicó.
Domínguez enfatizó en que la violencia feminicida en México va en aumento porque se vive en una cultura “patriarcal y machista”. “La violencia se ha naturalizado al grado que cada día es más común, esta situación se ve agravada por la inacción del estado, cuando no garantiza la atención, se genera una situación de impunidad que agrava el problema”.
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El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una joven caminaba por una de las calles de la colonia Condesa en la Ciudad de México, cuando un hombre la atacó: le levantó el vestido y le bajó la ropa interior en total impunidad. La víctima fue Andrea Noel, una reportera estadounidense que interpuso una denuncia y entregó la grabación de una cámara de seguridad como evidencia.
A partir de su denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y en redes sociales, vivió un infierno que la llevó a temer por su vida y a salir del país en una semana, debido a que la siguieron hasta su casa y amenazaron de muerte en Twitter, publicando su ubicación.
“Con que una persona que hable en serio, porque hay personas desde ayer y hoy que están escribiéndome y esto me dejó pensando si debía apagar mis redes, callarme e irme del país, porque no valdría la pena quedarme para que me suceda algo mayor”, dijo Noel en esta entrevista con SinEmbargo.
Las amenazas de muerte y violación se contaron por cientos, aseguró la joven, sin que la Procuraduría capitalina ni alguna de las instituciones protectoras de derechos humanos y de periodistas, activara un protocolo de seguridad para brindarle protección.
“Mi preocupación mayor, encima del primer caso que es dar con el agresor, son las miles de amenazas de muerte, de violación que me están llegando por segundo; se salió complemente de control, hay gente publicando mi ubicación en Internet, fueron personas a mi casa, tuve que marcar a la Policía como a las nueve de la noche e irme. Es algo que te hace pensar, igual y sí logran callarme”, dijo la joven.
María de la Luz Estrada lamentó el caso de Noel y dijo que lo que le sucedió, le pasa en México a la mayoría de las mujeres que se atreven a denunciar y acuden al Ministerio Público.
“Se ha naturalizado la violencia, cuando se legitima se considera que es normal. Eso ha hecho que en México la situación se agrave, porque no investigan, porque hay corrupción y se protege a la delincuencia en esta cultura machista, en donde ha sido la autoridad quien también va a valorar misoginamente y que va a dejar los casos en la impunidad”, explicó.
La activista agregó que la violencia en contra de la mujer es más grave porque la carga de la prueba está en su cuerpo: no investigan al agresor, sino a la agredida.
“La carga de la prueba está en mi cuerpo, porque las mujeres a través de la historia somos considerada basura, no ciudadanas y con ese tipo de mensajes los hombres se sienten protegidos. En México no se están tomando en serio que la violencia está matando a las mujeres”, dijo.
En México, consideró, asesinar a una mujer es fácil, porque no hay castigo para el feminicida, ya que ni siquiera los crímenes se juzgan como tal. La mayoría se investigan como homicidios dolosos.
UN PROBLEMA DE CADA ESTADO
En estados como Puebla y Michoacán, que luchan por una alerta de género, los feminicidios van al alza, de acuerdo con los datos registrados por las organizaciones civiles.
En el caso de Michoacán, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) reconoce ocho feminicidios en 2014 y seis en 2015. Pero las cifras se contrastan con los 850 asesinatos que se dieron de 2006 a diciembre de 2015 de acuerdo con otros datos de la misma dependencia, solicitados en enero de 2016 por la organización Humanas Sin Violencia.
Según el histórico que recoge cifras desde 1999, fue en 2006 –año de inicio de la guerra contra las drogas – cuando se dispararon los asesinatos.
De 36 mujeres asesinadas en 1999, para 2006 la cifra creció a 83, alcanzando el mayor número en 2013 y 2014 con 110 y 107 homicidios, respectivamente.
En el caso de Michoacán la guerra contra el narcotráfico trajo consigo un alza en los asesinatos de mujeres. De acuerdo con Lucero Circe López Riofrio, directora de Humanas Sin Violencia AC, las autoridades de la entidad sólo reconocen a un puñado de esas muertes como feminicidios.
“Tenemos un contraste con las cifras. Nosotras esperamos que terminara el mes de diciembre para pedir las últimas y hacer un corte. Las autoridades de Michoacán sólo reconocen ocho feminicidios”, dijo la activista.
La activista explicó que las autoridades en Michoacán minimizan los feminicidios y no comprenden la necesidad de una alerta que permita el funcionamiento de un sistema de acceso a la justicia para las mujeres.
Lucero Circe detalló que el incremento de los crímenes en contra de las mujeres michoacanas se debe a las más de 15 mil familias desplazadas por el conflicto armado, el nacimiento de las autodefensas, el incremento de embarazos en adolescentes y a la pobreza femenina que las orilla vincularse a situaciones de riesgo.
Además de los asesinatos, los datos de la PGJE revelan que entre 2008 y 2015 fueron desaparecidas 209 mujeres y niñas.
La activista agregó que cada entidad tiene su contexto en el que están asesinando mujeres. En Michoacán es el narco, las autodefensas y las descomposición del tejido social que ha generado feminicidios brutales.
“En Puebla es otra dimensión, otros contextos, por la vinculación hacia el sur, la migración. Son diferentes escenarios. A nivel nacional no se reconoce, pareciera que les incomodara muchísimo entender que deben generar mecanismos, una política pública de acceso a la justicia y prevención para las mujeres. Lo que es un delito en un estado, en otro no lo es”, indicó.
López Riofrio coincidió con María de la Luz Estrada en que las mujeres no son reconocidas como ciudadanas, sino como víctimas.
“Si las mujeres fuéramos reconocidas como ciudadanas, cuando una mujer va a denunciar porque está siendo amenazada, harían acciones para protegerla.
Vianeth Rojas Arenas, directora del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), dijo que en Puebla sucede algo similar a Michoacán en cuanto a las cifras.
Por ejemplo, el Observatorio ha consignado 145 feminicidios desde 2013 a la fecha, pero la procuraduría poblana sólo ha iniciado 17 procesos por ese delito, el resto han quedado como homicidios. Es decir sólo el 12.5 por ciento de los asesinatos en la entidad fueron consignados como feminicidios.
“Nosotras hacemos desde 2013 un seguimiento hemerográfico: por lo menos por un caso de feminicidio que sale en los medios de comunicación, hay otro, que no se consigna. Los crímenes se han vuelto más violentos y vemos que los posibles culpables son las parejas o ex parejas de las mujeres”, detalló.
Rojas Arenas explicó que esas mujeres que fueron asesinadas en algún momento denunciaron, pero no fueron atendidas.
“Si las mujeres sufren una lesión muy fuerte y llegan al hospital, el Gobierno debería implementar todos los mecanismos y acciones para evitar el feminicidio. En Puebla no se está investigando como deberían los homicidios dolosos de las mujeres, y una vez que se dice que hay un feminicidio, no se atrapa al posible culpable”, indicó.
La activista precisó que en México a las mujeres “nos están matando porque se puede matar. No hay institución de justicia que le de justicia a las mujeres. No pasa nada si matas a una mujer, puede ser que ni siquiera te atrapen. Ése es el mensaje que se le está mandando a la sociedad”.
Fuente: Sin Embargo
Autora: Shaila Rosagel
http://www.sinembargo.mx/26-03-2016/1640716