En las instalaciones del TEPJF Carrasco Daza subrayó que ante la perniciosa presencia del corrosivo binomio violencia-impunidad las mujeres son colocadas en un dilema en el que cualquiera de las opciones que lo componen supone una gran pérdida en términos de realización individual e implica ceder espacios de libertad y derechos que a lo largo de los años han conquistado.
Refirió el asesinato de la alcaldesa de Temixco, Morelos, Gisela Mota y la agresión sexual a la joven periodista Andrea Noel, el pasado 8 de marzo, por cierto, en el Día Internacional de la Mujer.
El magistrado presidente insistió “este suceso se repite a diario en las calles que dibujan el paisaje urbano de este país. Miles de mujeres experimentan esta misma situación, pues el sólo hecho de transitar en la vía pública parecería ser suficiente para colocar en riesgo su integridad física y sexual”.
Destacó que el Protocolo para Atender la Violencia Política Contra las Mujeres constituye un documento normativo de insuperable mérito, no sólo por su composición sustantiva y la distribución de responsabilidades de cada una de las instituciones presentes sino por su carácter reactivo que lo eficientiza como instrumento para resguardar la integridad de las mujeres y de potenciales víctimas indirectas.
La magistrada Carmen Alanís, una de las impulsoras del protocolo en el que participan además del TEPJF, la Fepade, Inmujeres, la CEAV, la Secretaría de Gobernación y la PGR, subrayó que el protocolo responde “a una realidad que no queremos.
“Las mujeres nos seguimos enfrentando a estructuras que obstaculizan el ejercicio de nuestros derechos en condiciones de igualdad”. La Fepade, dijo, documentó en el proceso electoral de 2015 38 casos de violencia política contra las mujeres “me parecen muy pocos”.
Ejemplificó casos de esta violencia: en el proceso electoral de la gubernatura de Sonora 2015, en puentes peatonales de las principales calles de la ciudad de Hermosillo aparecieron dos mantas con mensajes en contra de las mujeres.
Una de ellas mostraba la silueta de una mujer embarazada con la frase: “las mujeres como las escopetas, cargadas y en el rincón... la otra manta contenía una foto con dos piloncillos: la panocha en las coyotas, no en palacio”.
Ambas mantas, subrayó la magistrada, aludían a estereotipos del papel que le corresponde a las mujeres: estar en casa y de ninguna manera involucrarse en asuntos políticos.
Dijo que debe existir un marco jurídico y políticas públicas integrales que resuelvan los obstáculos que enfrentan las mujeres. Este protocolo, subrayó, tiene como fin prevenir actos de violencia política contra las mujeres, facilitar la identificación de esta violencia, evitar daños mayores, generar una adecuada coordinación entre instituciones y servir de guía a partir de un enfoque general para atender la violencia política.
El presidente del INE, Lorenzo Córdova, manifestó “somos la primera vía de garantía para poder inocular la violencia política en contra de las mujeres y el cumplimiento de las reglas obligatorias en materia de igualdad”.
El titular de la Fepade, Santiago Nieto Castillo, señaló que en 2015 detectaron 38 casos de violencia política de género. Dijo que es necesario avanzar en tipificar no sólo el tipo de violencia política de género sino también el hecho de pensar que todos los esfuerzos institucionales van a estar encaminados a la transición del sistema penal tradicional al sistema procesal penal acusatorio.
FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: VÍCTOR BALLINAS.
LINK: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/03/14/violencia-estructural-riesgo-diario-para-las-mujeres-tepjf-4703.html