En un centro público del municipio mexicano de Ecatepec, un policía uniformado sale de un baño subiéndose la bragueta. Frente a él hay una joven desnuda de cintura para abajo sobre el lavabo, que se cubre asustada la cara con su pelo largo. Alguien llama a la puerta y, tanto el que graba como el filmado, se ponen muy inquietos. Los han pillado. A simple vista "las imágenes no muestran la comisión de un delito", según insisten desde la fiscalía del Estado de México. Los dos agentes han sido suspendidos de su cargo y la Comisión de Derechos Humanos del Estado (Codhem) investiga si estos dos agentes aceptaron sexo a cambio de la libertad de la supuesta detenida, menor de edad.
Existen todos los indicios para afirmar que, al menos, hubo abuso de autoridad
La joven pertenece a un barrio llamado Santa Clara, uno de los más marginados del municipio. Lo que investiga el centro de derechos humanos es que la detuvieron porque estaba drogándose en la calle y la llevaron a las dependencias del Centro de Desarrollo Comunitario, El Gallito, para procesarla y ahí fue donde la pudieron chantajear con favores sexuales. La fiscalía estatal se acoge a que no hay denuncia ni "comisión evidente de un delito sexual" para no investigar, según señalan a este diario. Es más, sugieren que la chica y el policía eran novios. Algo que no cuadra con la actitud que muestran los tres en el vídeo: ellos susurran, ella llora y se viste corriendo cuando alguien los descubre.
El Codhem considera que se ha podido cometer abuso sexual por parte de unos policías municipales "contra una adolescente que fue detenida por inhalar solventes en la vía pública".
El que se está colocando los pantalones en el vídeo se llama Luis Beltrán Ledesma, más conocido como El Chamaclán o Chamaco. El que graba es el comandante Luis Rodolfo Peñaflor. Los dos han sido suspendidos de su cargo. Fuentes cercanas al segundo agente cuentan que éste le envió el vídeo a un amigo y alguien lo publicó en Internet, que es probable que esté cortado y en el original se muestre el acto sexual completo. Ellos alegaron que a esta chica ya la conocían y que no era la primera vez. Peñaflor no ha querido hacer declaraciones a este periódico.
Llaman a la puerta. Una mujer desde el otro lado pregunta si puede entrar. Peñaflor responde que está ocupado. La joven llora y corre a una esquina para esconderse. Allí termina de vestirse. Peñaflor piensa una excusa algo mejor, porque están usando el baño de mujeres, y se la susurra a su amigo: "Di que es en el único que hay papel". Parece evidente que están ocultando algo, que están nerviosos y que están de servicio.
Las imágenes no muestran nada más. Pero "existen todos los indicios para afirmar que, al menos, hubo abuso de autoridad", cuenta el abogado penalista Ricardo Sánchez. Además, según el protocolo de la Policía, una mujer detenida no puede estar custodiada nunca por hombres, sino por mujeres. Esta infracción equivaldría a una sanción meramente administrativa. El problema, según destaca Sánchez, es que no sabemos "por qué estaba desnuda, por qué estaban en los baños de mujeres, por qué se viste rápidamente y por qué mienten los policías". Y remata: "Hay demasiados indicios que apuntan a la comisión de un delito grave y la fiscalía debería investigarlo".
La joven no ha denunciado todavía. No es algo extraordinario en México, donde según el Instituto Nacional de Estadística un 90% de los delitos no quedan registrados en las comisarías y carecen de una averiguación previa.
Ecatepec aporta las cifras más negras de todos los males. Tiene las cifras más sangrientas de violencia contra las mujeres de todo el país —600 asesinadas en menos de un año, según las cifras de la Policía local—. Concentra más de 100.000 personas en situación de pobreza extrema, esto es, que no reciben unos ingresos suficientes para adquirir la canasta básica, entre otras carencias, como el acceso a la educación, a los servicios de salud y una vivienda digna. El municipio contempla, además, las tasas de secuestro más altas del país cometidas por adolescentes.
En este contexto, un comandante de la Policía de feminicidios, señala que este caso particular es solo la punta del iceberg: "Muchas de estas chicas en situaciones vulnerables, como parece que sufre esta joven, acceden a favores sexuales y de otro tipo".
Fuente: El País Internacional
Autora: Elena Reina
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/20/mexico/1463766000_544344.html