domingo, 29 de mayo de 2016

El campamento de la CNTE se reorganiza en la Ciudadela entre notas de danzón

Acompañado por las notas de un danzón, el plantón del magisterio disidente en la Plaza de la Ciudadela se reorganizó este sábado durante el relevo de contingentes.

La tarde de ayer decenas de maestros de Guerrero y Michoacán arribaron para sumarse a las acciones de protesta de la próxima semana.

En tanto, otro grupo regresó a sus estados para ser remplazados por sus compañeros, por lo que hubo menor presencia de docentes, en particular de Michoacán, aunque se incrementó la de educadores de Guerrero.

Vecinos de la zona, asiduos danzoneros, manifestaron su respaldo a la protesta magisterial. Raúl Amezcua Gómez, con más de 15 años de asistir a las sesiones sabatinas, afirmó que tienen nuestro apoyo; son dignos representantes del magisterio.

A pocos metros de las casas de campaña de los educadores, afirmó que aunque soy danzonero no me molesta que estén haciendo este acto de protesta; le doy mucha prioridad al movimiento del magisterio.

Agregó que entre sus compañeros hay la iniciativa de solicitar si es que van a permanecer más tiempo, que nos dejen un espacio libre los sábados para que los danzoneros compartamos el mismo espacio.

Sin embargo, aclaró, en este momento lo importante son los maestros. Ojalá que este espacio (Plaza de la Ciudadela) les permita a ellos recibir la ayuda de la gente. Espero traer despensa para apoyar su movimiento.

Cerca de donde se ubicaron profesores indígenas de Chiapas y Michoacán, señaló que los docentes disidentes constituyen uno de los movimientos sociales más fuertes del país y quienes tienen mayor capacidad de protesta contra la administración federal, porque tenemos un país que desde hace mucho tiempo ha sido víctima de un gobierno criminal.

Cerca de la Biblioteca México y a unos pasos del monumento al general José María Morelos y Pavón también se reunieron los integrantes de La Flor del Son, escuela de baile gratuita que cada sábado se reúne a disfrutar este ritmo caribeño.

Carlos Ríos, carpintero y amante del son, afirmó que el único problema que tenemos es cuando los plantones obstaculizan el paso de los habitantes de la zona, que todos los días salimos a laborar, pero por lo demás, no tememos ningún problema.




Fuente: La Jornada
Autora: Laura Poy Solano
http://www.jornada.unam.mx/2016/05/29/politica/007n2pol