Tetelcingo, Mor. Alrededor de las 8:15 de esta mañana reiniciaron los trabajos de excavación en las dos fosas donde los trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) inhumaron en forma clandestina al menos 150 cuerpos, a fin de que puedan ser exhumados.
Alejandro Vera Jiménez, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), informó
que el retraso de dos horas y 15 minutos este día obedece a que los trabajadores de la FGE llegaron tarde.
Vera manifestó también su enojo porque anoche esa dependencia amplió alrededor de siete metros las vallas metálicas, sin consultarlo con las familiares de las víctimas ni con la UAEM, a pesar que se acordó un trabajo conjunto con la FGE y la Procuraduría General de la República (PGR) en esta diligencia de exhumación.
Una vez que comiencen a sacar los cuerpos, los colocarán en una mesa donde los peritos de la UAEM, de la PGR, de la FGE y de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH) tomarán las muestras genéticas para identificar los cadáveres. Calculan que entre 40 y 60 minutos duren los trabajos por cada cuerpo que vayan sacando.
Humanos (CNDH) tomarán las muestras genéticas para identificar los cadáveres. Calculan que entre 40 y 60 minutos duren los trabajos por cada cuerpo que vayan sacando.
Este día también aumentó la presencia de la policía estatal. Este lunes las excavaciones pararon a las 17:00 horas, después de que observaron restos de un cuerpo humano en una bolsa.
Las fosas clandestinas fueron exhibidas por la madre de Oliver Navarrete Hernández, María Hernández, en noviembre pasado. Oliver, de 31 años de edad, fue secuestrado el 24 de mayo de 2013. Su cuerpo sin vida fue encontrado el 3 de junio; posteriormente, la Fiscalía retuvo su cuerpo por meses, y el 28 de marzo de 2014 lo enterró con otros 149 cuerpos en dichas fosas.
Tras la búsqueda de su hijo y de sostener una lucha jurídica, María se enteró de que su hijo fue sepultado en las oquedades junto con otros cuerpos que tenía a su cargo el Servicio Médico Forense (Semefo). Por ello, obligó a la FGE a abrir las fosas, el 9 de diciembre de 2014. Ese día, le entregaron el cuerpo de su hijo, ocasión en que filmó la existencia de más de cien cuerpos contenidos en bolsas y que sacaron para dar con Oliver.
Posteriormente, en noviembre de 2015, la madre de Oliver exigió que se abrieran y exhumaran las oquedades, ante la presunción de que allí se encuentren unas 30 mil personas reportadas como desaparecidas en el país.
En la investigación a su cargo, María Hernández consiguió un informe policíaco de Cuautla en donde se consigna que fueron 150 los cuerpos que enterraron los trabajadores de la FGE en forma clandestina en este poblado localizado al norte de Cuautla.
FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: RUBICELA MORELOS CRUZ