Más de 19 organizaciones no gubernamentales, agrupadas en los Programas de Evaluación de Vehículos Nuevos Latin NCAP y Global NCAP, advirtieron que la nueva norma de seguridad vehicular, la NOM-194, dejará a México con un retraso de 25 años, por detrás de países como Ecuador, Brasil y Argentina.
“Latin NCAP y Global NCAP están muy decepcionados por la excesiva demora para la aplicación total de la nueva normativa en referencia a pruebas de choque, las cuales no serán aplicables a todos los vehículos nuevos vendidos en México hasta el año 2020”, expusieron las organizaciones en un comunicado.
Latin NCAP es la encargada de evaluar la seguridad de los autos que se comercializan en la región. Brinda a los consumidores información independiente y transparente acerca de los niveles de seguridad que ofrecen los diferentes modelos de vehículos del mercado, de acuerdo con su propia página web.
Basa sus pruebas en métodos internacionalmente reconocidos y califica entre 0 y 5 estrellas la protección que brindan los vehículos para ocupante adulto y para ocupantes niños.
Después de 17 meses de que el proyecto de la nueva normatividad fue presentado, el pasado lunes el Gobierno publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la norma de Dispositivos de seguridad esenciales en vehículos nuevos. La normativa ordena la incorporación de pruebas de impacto frontal, lateral y frenos ABS para todos los vehículos nuevos en los próximos cuatro años y medio.
De acuerdo con las organizaciones, países como Brasil y Argentina deberán contar en 2018 con un Sistema de Control de Estabilidad, algo que no se ha adoptado en México.
Señalaron que el plazo para la aplicación de la normatividad es completamente innecesario.
“La industria mexicana cuenta actualmente con la capacidad de aplicar las nuevas normas de inmediato, ya que exporta automóviles compatibles con ellas a Europa y Estados Unidos”, dijeron.
Latin NCAP y Global NCAP también lamentaron que la nueva regulación no incluya el Control Electrónico de Estabilidad (ESC).
“Países como Argentina, Brasil y Ecuador han asumido compromisos para adoptar la tecnología de ESC y es muy triste que México no esté siguiendo este camino. Esto es un error grave y una pérdida de oportunidad de promover esta tecnología que salva tantas vidas y que ayuda a evitar siniestros y puede prevenir lesiones mortales o graves a miles de ciudadanos mexicanos”, expuso David Ward, Secretario General de Global NCAP.
Latin NCAP y Global NCAP solicitaron al Gobierno de México modificar las nuevas regulaciones para adelantar la fecha de aplicación de las nuevas normas de pruebas de choque y que incluya al ESC como un requisito obligatorio.
También instaron a los fabricantes de automóviles a no esperar a que la legislación se encuentre vigente, sino a actuar ahora para mejorar la seguridad de los automóviles en México.
“Nissan, por ejemplo, debe retirar inmediatamente el Nissan Tsuru de la venta y General Motors debe actuar para mejorar el rendimiento de seguridad del Chevrolet Aveo”, exigieron.Alejandro Furas, Secretario General de Latin NCAP, se dijo decepcionado al ver que el Gobierno mexicano retrasa las mejoras en la seguridad de los vehículos y acepta las estrategias dilatorias de la industria automotriz.
“Los fabricantes de automóviles han sabido lograr mejores estándares de seguridad hace por lo menos 20 años. Es triste que el gobierno mexicano no haya escuchado la voz de los consumidores de México y la opinión tan importante de la Secretaría de Salud solicitando mejores niveles de seguridad de los vehículos lo más pronto posible. Es aún peor ver el gobierno mexicano acepte las estrategias dilatorias de la industria automotriz. Muchas vidas mexicanas se perderán debido a este retraso”, mencionó.
Por su parte, la organización mexicana El Poder del Consumidor dijo que el Gobierno rechazó todas las recomendaciones realizadas y advirtió que la NOM dota a la industria de 4.5 años para cumplir con las regulaciones exigidas: prueba de impacto frontal, lateral y frenos ABS.
En un comunicado, la organización dijo que es una estrategia de presión a nivel regional por parte de la industria automotriz, en la que están abogando por retrasar lo más posible los esfuerzos de incrementar los niveles de seguridad de los autos a través de las regulaciones.
Con esto, dijo, la industria automotriz mantendría sus altos márgenes de ganancias a costa de las vidas y la integridad de la población de México y Latinoamérica.
“Por primera vez se tuvo la oportunidad de actualizar el nivel de seguridad de los autos que se comercializan en México a niveles similares a los estándares de seguridad de Europa y EU, sin embargo desgraciadamente se ha perdido esta primera oportunidad y en su lugar quedó una norma regresiva que debilita la capacidad de regulación del gobierno”, comentó Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular de El Poder del Consumidor.
¿QUÉ DICE LA NORMA?
De acuerdo con las organizaciones, la NOM-194 deja fuera los siguientes dispositivos de seguridad recomendados por Naciones Unidas:
• Sistema de Control de Estabilidad (después del cinturón de seguridad de 3 puntos, es la segunda tecnología que más salva vidas).
• Sistema de Retención Infantil (la primer causa de muerte en niños de 5-9 años son los accidentes de tránsito).
• Anclajes y tipo de cinturones de seguridad.
• Protección a Peatones (en México el 52 por ciento de las muertes en accidentes viales son peatones).
En el numeral seis apartado cuatro de la norma expresa:
“En ningún caso, la Secretaría solicitará a los Corporativos realizar segundas pruebas o certificaciones de los dispositivos o sistemas de seguridad regulados que cuenten con informes de resultados o certificados emitidos por laboratorios de pruebas o por los organismos extranjeros de tercera parte reconocidos en otros países”.
Lo cual es contrario, acusan las organizaciones, a las regulaciones de referencia de conformidad incluidas en la NOM-194 como las normas ONU o las del Federal Motor Vehicule Safety Standards (FMVSS) de Estados Unidos.
En dicho apartado el gobierno queda obligado a aceptar el dictamen de conformidad que los fabricantes presenten con normas tan laxas como las diferentes versiones normativas de Brasil, Japón o Corea.
“Entre las observaciones realizadas a la norma, se solicitó que el gobierno mexicano tenga derecho a cuestionar los resultados de los tests de las normas como lo realizan la mayoría los gobiernos del mundo en sus respectivos países por transparencia. La NOM propuesta por el gobierno de México prohíbe expresamente esto”, explicó Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP.Latin NCAP solicitó la exigencia de normas de protección de peatones y Control Electrónico de Estabilidad siguiendo los lineamientos de las Naciones Unidas. También exigió la aplicación de normas de Naciones Unidas y sus certificaciones para garantizar a los mexicanos que los vehículos cumplen a lo largo de su vida en producción las normas de seguridad que se indican.
AUTOMOTRICES DEJAN AUTOS INSEGUROS EN MÉXICO
Un estudio del Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe reveló que el 80 por ciento de los autos que México fabrica con los mejores estándares de seguridad vehicular los exporta a América del Norte y Europa, y el 20 por ciento que se queda en territorio nacional cuenta con niveles de seguridad inferiores e incluso con tecnología obsoleta porque el marco normativo no se lo exige.
Entre las marcas con los mayores índices de muertes de los conductores, de acuerdo con el estudio de Latin NCAP, el Tsuru se encuentra entre las tres principales con el mayor índice de siniestros fatales y cuenta con el peor índice de mortalidad.
De acuerdo con especialistas consultados por el Poder del Consumidor, los fabricantes en otros países pagan por una bolsa de aire 875 pesos; por un sistema de frenos antibloqueo entre mil 440 a 6 mil 200 pesos, y por control electrónico de estabilidad entre 540 y mil 080 pesos.
Pero en México la fórmula es simple: vender algunos autos muy baratos porque, al no cumplir con ningún estándar de seguridad, sus costos de producción se reducen. Es el caso del Nissan Tsuru o el General Motors Aveo, los dos modelos más vendidos en México entre 2012 y 2015, de acuerdo con Latin NCAP.
En el primer trimestre de 2016, reportó la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Nissan encabezó las ventas de vehículos ligeros con un 25.9 por ciento, seguido de General Motors con un 16.8 por ciento.
Las empresas de la industria automotriz con presencia en México son Nissan, General Motors, Volkswagen, Fiat y Chrysler, Toyota, Honda, Ford, Mazda, Kia y Hyundai.
PROFEPA MULTA A FORD
El pasado 2 de mayo, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sancionó con 18 millones 90 mil 547 pesos a Ford Motor Company en México por vender 4 mil 690 vehículos modelo 2015 y 2016 sin los certificados correspondientes de cumplimiento ambiental.
De acuerdo con un comunicado emitido por la dependencia, la compañía no contaba con 12 Certificados NOM de Cumplimiento Ambiental, correspondientes a los vehículos año modelo 2015 y 2016, previamente a la comercialización de los automotores.
La multa se impuso por cada certificado que no se obtuvo antes de haber importado y/o comercializado vehículos marca FORD y LINCOLN, año modelo 2015 y 2016, en el territorio nacional.
Con ello, dijo la Profepa, se impuso una penalidad global de acuerdo a lo señalado en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA).
La autoridad ambiental detalló que el pasado 25 de febrero realizó una visita de inspección a la empresa a fin de verificar que los vehículos automotores nuevos, año 2015 y 2016, contaran con el Certificado en comento, previo a su venta.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/11-05-2016/1658834