CIUDAD DE MÉXICO: Les ocurre lo que al alcohólico que no asume su enfermedad o al asqueroso que esconde la basura debajo de la alfombra, aunque también es cinismo extremo, pero los encuestadores están como si nada hubiera pasado, como si no hubieran cometido el peor fiasco de la historia de las encuestas en México.
La mayoría de las encuestas preelectorales, y sobre todo las de salida, fallaron de manera grotesca este 5 de junio, y la respuesta de los empresarios del sector es, otra vez, ignorar el asunto, como no se habla –diría Julio Scherer García– de una enfermedad sucia.
Con el aval del Instituto Nacional Electoral (INE) –onerosa ý facciosa institución–, los encuestadores, en especial los que publican en medios, han venido errando desde las elecciones estatales de hace seis años, en 2010, y en 2012 hicieron un ridículo espectacular en su apuesta por Enrique Peña Nieto y el PRI.
Recordemos: Buendía y Laredo, en El Universal, le dio a Peña 17.1 puntos de ventaja sobre Andrés Manuel López Obrador; Ulises Beltrán, en Excélsior, le otorgó 16; Parametría, en El Sol de México, 15.2; Roy Campos, en Televisa, 15.1; GEA-ISA, en Milenio, 18 puntos, y Harris-Indermerc, en El Financiero, le asignó ¡20.1!
En 2012, a los encuestadores la realidad los puso en su lugar –Peña ganó oficialmente por 6.5%–, pero no les importó. El año pasado, en la elección federal, volvieron a errar, y en las elecciones estatales del pasado domingo 5 lo volvieron a hacer.
Un ejemplo: El Financiero, que contrató a Alejandro Moreno, dio como ganadores a los candidatos del PRI en Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Aguascalientes y Oaxaca, pero acertó sólo en este último.
En Quintana Roo dio al PRI 44% y 41% a la alianza PAN-PRD, pero ésta ganó por más de 10 puntos, y en Tamaulipas dijo que había un empate a 44 puntos entre el PRI y el PAN, pero éste ganó con casi 15 puntos.
El Financiero se equivocó por amplio margen en la elección del Constituyente de la Ciudad de México: Previó que Morena obtendría 34% por 15% del PRD, pero al final resultó casi en empate, con ligera ventaja para el primero.
Otro ejemplo: Parametría, de Francisco Abundis, quien ahora publicó en Milenio –que en 2012 publicó a GEA-ISA–, volvió a presentar encuestas erróneas: Aseguró que el priista Héctor Yunes Landa ganaría con 36% sobre su primo Miguel Ángel Yunes Linares, el expriista candidato del PAN-PRD que lograría sólo 32%, pero fue al revés.
En Durango y Quintana Roo, Milenio-Parametría adelantó que ganaría el PRI, pero se impuso la alianza PAN-PRD, y en Tamaulipas aseguró que era una elección “incierta”, pero el candidato panista se impuso con 15 puntos de diferencia, lo mismo que en Chihuahua, que la dio como “cerrada”, pero el panista Javier Corral ganó con 10 puntos.
¿Qué hacer ante este ominoso panorama, sobre todo cuando el próximo año se anticipan elecciones competidas en los estados de México, Coahuila y Nayarit, pero en especial hacia la elección federal de 2018, que también se prevé cerrada?
Federico Berrueto, director general de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), reta a sus colegas: “De una vez por todas, para empezar, que los encuestadores den la cara, que expliquen por qué las encuestas son erráticas. Que se olviden un poquito del dinero y se comprometan con el oficio”.
Berrueto, quien pide que el INE llame al debate, asegura que las encuestas hierran porque se usan como instrumento de propaganda y no de investigación, pero además porque la inseguridad en zonas del país impide levantamiento en campo, y también ha aumentado el rechazo a ser encuestado y los ciudadanos mienten para ocultar su voto.
“Las condiciones para hacer encuestas precisas no existen en México y los encuestadores, por alguna razón, no lo están diciendo”, expresa Berrueto, quien advierte que, además de las dificultades metodológicas, hay a un problema mayor: la corrupción.
“Además de problemas técnicos y metodológicos, el problema que estamos viviendo ahora es de falta de integridad. Lo que más nos debe ocupar es resolver eso”, puntualiza, y apuesta a que en el debate que eventualmente se produzca también intervengan los medios, incluidos los que difunden encuestas que paga el PRI, por ejemplo, y que por tanto jamás van a ir en contra.
El reto de Berrueto a sus colegas encuestadores se ha hecho público. Ahora falta saber si los empresarios del sector se siguen escondiendo y el INE los solapa…
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO (ANÁLISIS).
LINK: http://www.proceso.com.mx/443883/edomex-josefina-candidata