CIUDAD DE MÉXICO: Inés Tiburcio “N”, de aproximadamente 25 años de edad, se acogió al programa de protección a víctimas del delito, luego de que la semana pasada resultó lesionado de bala en un ataque en el que murieron cuatro personas. Inés se recuperaba de las heridas en el Hospital General de Mazatlán, Sinaloa, y hasta ahí llegó un grupo armado y le quitó la vida.
La psicosis se apoderó de las personas que se encontraba en el nosocomio a esa hora. Muchos de
los pacientes se aventaron de las camas sin pensar en las consecuencias, mientras sus familiares permanecían tirados en el suelo para protegerse de las balas.
De acuerdo con testimonios, fueron cuatro los agresores y no tardaron más de dos minutos en realizar el ataque, según información publicada en el diario Noroeste.
Otras personas aseguraron que los atacantes fueron detenidos en un filtro de seguridad, pero sacaron sus armas y continuaron hasta llegar al área de recuperación de cirugías, donde se hallaba Inés Tiburcio.
Cuando vio entrar a los hombres armados, la mamá del muchacho intentó servir de “escudo”, pero no lo logró y resultó lesionada, de acuerdo con los testimonios.
Los sujetos armados atacaron primero al policía que se encontraba en la zona, pero no pudo enfrentarlos, y después dispararon sobre la madre de Inés Tiburcio.
“Como vio que ‘tumbaron’ al policía, la señora abrazó al muchacho para protegerlo y resultó con un rozón en un brazo, más que nada ella fue atendida por la impresión”, dijo personal policiaco.
Y mientras los criminales accionaban sus armas, el miedo se apoderó de los derechohabientes del Hospital General. Unos alcanzaron a salir, pero otros se quedaron adentro, en la sala de consulta general.
La histeria se hizo colectiva. “¡Eran cuatro, llevaban pistolas, no traían cubierta la cara!”, gritó uno de los derechohabientes.
Una trabajadora social que revisaba el caso de otro paciente, en una cama aledaña, fue obligada a tirarse al suelo.
La nota de Noroeste destaca que los sujetos huyeron aventando todo y a todos y salieron por el acceso principal. Cuando pasaban por el área de consulta general, los usuarios del hospital empezaron a gritar al ver las armas.
En el área de escaleras los agresores aventaron a una mujer y luego corrieron hacia el estacionamiento del nosocomio para darse a la fuga. En la sala A, el llanto y los gritos seguían.
Una mujer que cuidaba a su esposo en la sala donde falleció el testigo protegido se desmayó, mientras que médicos pasantes y enfermeras sufrieron crisis nerviosas.
El 80 por ciento del personal abandonó el hospital, Todos los accesos fueron cerrados y se impidió hasta nuevo aviso el acceso a los familiares de los pacientes internados.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.proceso.com.mx/445931/ejecutan-a-joven-convalecia-en-hospital-mazatlan