Han pasado tres meses desde que la Brigada Nacional de Desaparecidos ventiló el olor a muerte en Veracruz añejado en 15 cocinas clandestinas. Los familiares esperaban un informe de la Fiscalía General, conocer si entre el regadero de osamentas se hallaba una parte de los suyos. Sin embargo, la respuesta de Luis Ángel Bravo es que todavía les resta embalar 10 mil fragmentos óseos.
El discurso fue ofrecido por Uriel Moreno Mendoza, Fiscal del Distrito de Córdoba, quien, aseguraron los familiares de la zona, es un funcionario desconocido para ellos.
“La próxima vez que vengan traigan resultados. Ya no jueguen con nuestro dolor. El tiempo que nos han quitado lo hubiéramos ocupado para buscar. No perdimos una casa, un carro, perdimos a un hijo, a un esposo, a un hermano” reprochó María Herrera, de la Red Nacional de Enlaces.
Lo anterior, registrado en el cierre de la conferencia de prensa ofrecida en los salones de la Parroquia de los Santos Reyes, Amatlán. Evento que no inició, sino hasta el arribo del empleado estatal, 60 minutos posteriores a lo establecido en la orden del tercer día de actividades de la Brigada Nacional.
Por su parte, Mavil López Casamichana, directora general de laboratorios de la Policía Federal, declaró que los restos recuperados en El Porvenir ya fueron analizados por su equipo. Sobre la responsabilidad, en el punto de San Rafael Calería, “ya está del lado de la cancha de la FGE”.
Un momento embarazoso vivió el emisario del Fiscal General, pues en los 20 minutos dedicados a preguntas y repuestas, no atendió un solo cuestionamiento, respaldado en lo que llamó, sus funciones jurídicas. Aseguró que sí habrá un resultado, pero hasta dentro de 96 horas, sin prensa; en privado y para ello, los remitentes serán los fiscales cuarto y sexto en delitos diversos.
De acuerdo, con Anselmo Apodaca Sánchez, director general de criminalística de campo, de la división científica, “los análisis llevan un tiempo, desafortunadamente, sin los indicios, no podemos crear perfiles genéticos y confrontarlos con los resultados de su búsqueda. Ellos, La FGE, llevan la investigación, nosotros ya estamos listos”.
DE LA BRIGADA AL CASO TIERRA BLANCA
Han transcurrido 98 días desde el primer hallazgo en el predio de San Rafael Calería, Córdoba. La FGE, tiene atada de manos a la Policía Federal, asegura, dado que no han inventariado, si quiera, los fragmentos cercenados. Sin embargo, en un lapso menor en tiempo, los padres del caso Tierra Blanca obtuvieron conclusiones, también de entre miles de evidencias y en un narco rancho, de mayores dimensiones territoriales.
En entrevista con Bernardo Benítez Herrera, padre de uno de los cinco jóvenes secuestrados por la policía de Arturo Bermúdez y ultimados en el rancho El Limón del municipio de Tlalixcoyan, confirmó, que en su caso, obtuvo resultados certeros el 25 de enero de 2016, es decir en 24 días posteriores a la desaparición forzada. “Gracias a la presión que hicimos, la FGE y la Policía Federal trabajaron y pude confirmar el fin de mi hijo, Bernardo Benítez Arróniz”.
En tanto, los padres de los otros cuatro jóvenes escucharon de la misma Policía Científica que el perímetro de la narco propiedad se había indagado hasta el último centímetro, descartando rastros de los suyos.
No obstante, y muestra del trabajo meticuloso por parte de la Policía Federal, aunado a la disposición de la FGE, fue que de los 2 mil fragmentos y luego confrontar perfiles genéticos, se dio con la identidad de otras dos víctimas en la ciudad de Tierra Blanca.
“Nuevamente es una omisión por parte de la Fiscalía de Luis Ángel Bravo. Cómo es posible que en otros casos si le den agilidad a los procesos y con nosotros no hayan acabado, por lo menos, de embalar los restos. Ya pasaron tres meses, quién me dice que no están armando un escenario con trampas”, apeló, Aracely Salcedo Jiménez.“AL INFIERNO IREMOS A LA BÚSQUEDA”
Fue el compromiso de Anselmo Apodaca Sánchez, comisario de la Policía Federal, quien detalló que a partir de mañana un equipo profesional, caminará con los padres brigadistas en los predios de Amatlán de los Reyes.
Ante la pregunta si estaba enterado de la inseguridad que se ha registrado en Paso del Macho, poblado de sitio al que tienen pensado rastrear las familias, el comisario asintió, dejando en claro que un convoy de patrullas federales custodiará a los caminantes.
“Contamos con la infraestructura necesaria y suficiente, por encima de muchas fiscalías del país; vamos a dimensionar cuánta gente tendremos que llevar a la búsqueda. Haremos un trabajo de campo contundente” prometió Apodaca Sánchez.
En tanto, al tema de investigación de laboratorio, Mavil López Casamichana, directora general, abundó que su infraestructura es comparable a nivel internacional. “Es un reto para nosotros, dado que muchos de los restos no son susceptibles a análisis pues además de ser eliminados, fueron fragmentados y posteriormente calcinados”.
Finalmente, ante la pregunta si era reprobable los medios científicos que implementó la Fiscalía General para declarar que los primeros hallazgos de la brigada fue madera y no osamentas humanas, Apodaca Sánchez, sentenció: El especialista sabe lo que hace, diferenciar entre una madera y un hueso. Nosotros no trabajamos en la Fiscalía”.
EL COMIENZO DE LA BRIGADA
“Decidimos volver a Veracruz porque esta geografía nos convoca y nos duele. No queremos más sangre ni más desaparecidos. Esta vez, con una mejor organización y el respaldo de 70 Asociaciones Civiles nacionales e internacionales, podremos terminar de desenterrar a nuestros familiares”.
Habla Miguel Ángel Trujillo Herrera, integrante de la Primera Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos, movimiento social que integra a familias de toda la República dispuestos a recuperar a sus familiares, sembrados en panteones clandestinos o desperdigados en los caminos más escabrosos de la entidad.
Empuje ciudadano que, de acuerdo con el padre Alejandro Solalinde Guerra, responde a la peor mancha en el sexenio de Javier Duarte: las desapariciones y desapariciones forzadas.
La brigada recuperó 7 mil fragmentos, repartidos en 15 cocinas o crematorios ilegales. Eso fue en la primera operación en territorio veracruzano. Va por una segunda.
Alrededor de las 09:30 horas de ayer domingo, se registró la llegada de padres buscadores a la parroquia de los Santos Reyes en Amatlán, Veracruz. El encargado de dar la bienvenida fue el sacerdote y defensor de los derechos humanos, Julián Verónica Fernández.
Colectivos provenientes de Coahuila, Chihuahua, Baja California, Morelos, Michoacán, Sinaloa y la Ciudad de México, volvieron a territorios jarochos, para sumarse a la causa, que en la zona centro ha fomentado la señora Aracely Salcedo Jiménez, madre de Rubí Salcedo, plagiada en septiembre del año 2012.
Si bien el incienso y las plegarias que bendijeron el inicio de la búsqueda fue similar a la primera etapa, que arrancó en el mes de abril, en esta ocasión la presión social de los brigadistas ha convocado también el reguardo de fuerzas federales, así como la vigilancia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la misma Procuraduría General de la República (PGR).
Por su parte, Miguel Ángel Trujillo informó que el equipo no termina de caminar por los municipios de Amatlán, Córdoba, Orizaba y alrededores. “Esta vez, llegaremos al mero infierno: en Paso del Macho. Bastaron dos días de habernos instalado por allá, para que la misión nos pusiera cara de perro”.
El líder brigadista considera que la situación que atraviesa el municipio de Paso del Macho, supera en niveles de violencia a estados como Guerrero y Sinaloa. “Percibo cosas parecidas a las que ocurrieron hace tres años en mi pueblo, Pajacuarán Michoacán, a las 10 de la noche ya no había gente, la misma policía ronda el campamento. Esperamos que la búsqueda no recaiga en la iglesia ni los pobladores”.
SE SUMAN INVESTIGADORES Y FORENSES
“La Fiscalía General del Estado, debería tener gente especializada que sepa diferenciar estructuras óseas de animales y seres humanos. Hemos venido a instruir a los familiares, por si volvieran a descalificar hallazgos, exijan un análisis completo; cada especificación de las osamentas hasta concluir de qué animal se trata”.
Comparte, Bárbara García, miembro del Equipo Nacional de Antropología Forense Independiente, se trata de catedráticos e investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que han decidido salir de las aulas y guiar a los buscadores de desaparecidos.
Por su parte, Carolina Robledo Silvestre, investigadora de origen colombiano, comparte que tras su participación en la primera etapa de la brigada, observó mediante registros etnográficos, que muchos de los padres desconocen las maneras correctas de llevar a cabo las exhumaciones.
Mediante lenguajes técnicos, la agrupación independiente, intenta que las víctimas indirectas, participen, como lo marca el nuevo Sistema de Justicia Penal, de manera rigurosa y a la vez organizada. Además, enseñan a no destruir evidencias a la hora de los hallazgos. “Todos los elementos son importantes, ropa cerillos, colillas de cigarro”.
“Muchas veces los familiares del desaparecido pueden asociar las osamentas con anillos, aretes, botones, suele suceder que al momento de ser sepultados los despojan de sus pertenencias. Los sicarios o ejecutores suelen regar indicios”, explica Carolina Robledo.
Por otra parte, el curso de seis días a cargo de los catedráticos, persigue una educación bilateral, aseguran. “Si bien, educamos a los familiares, también a los peritos y fiscales, quienes suelen cometer muchos errores. Recogen huesos y se van”.
“ESCALAREMOS POZOS DE LA MUERTE CON EQUIPO IDÓNEO”
En el campamento de la parroquia de los Santos Reyes, también se ubicó el grupo de atención social, Marabunta, quienes se encargarán de descender con instrumentaría adecuada, a sitios en la profundidad y de difícil aspecto, señalados como tiraderos humanos.
La agrupación, que se integró luego del enfrentamiento que se registró en las inmediaciones de San Lázaro, en la Ciudad de México, durante la toma de protesta del Presidente Enrique Peña Nieto, esta vez su participación no será para procurar la integridad de manifestantes. Será mediante cuerdas, arneses, cerrajes para descensos y asensos que se sumarán a esta causa.
De acuerdo con Aracely Salcedo Jiménez, líder del colectivo Córdoba – Orizaba, ese apoyo será de gran utilidad dado que los materiales de la brigada, se obtienen de los ingresos de buscadores y colectas y aportaciones voluntarias de la población.
El entrevistado, quien omite presentarse, como muestra de su participación desinteresada, precisa que el apoyo se dio sin fines de lucro. El viaje a Veracruz, lo realizaron en la caravana de seis autos, donde acudieron los brigadistas.
“GRACIAS A NUESTRA PRESIÓN CONSEGUIMOS SEGURIDAD”
El líder Juan Carlos Trujillo Herrera resaltó que gracias a la presión de los integrantes de la Brigada, a diferencia de la primera etapa, esta vez policías federales resguardaron su arribo y la protección se firmó durante las dos semanas de búsqueda.
En las siguientes horas, se esperan los resultados de los análisis del departamento de Científica, de la Policía Federal, sobre el hallazgo de 7 mil fragmentos óseos, recuperados en la primera fase de rastreo en 15 fosas clandestinas.
“En abril las expectativas eran escasas, sin embargo los hallazgos fueron contundentes. Veremos qué nos depara en esta segunda fase, pues rastrearemos en el mero infierno de Veracruz. Tenemos dos mapas que precisan cinco puntos marcados como fosas clandestinas”, en Paso del Macho.FUENTE: SIN EMBARGO/BLOG EXPEDIENTE.
AUTOR: REDACCIÓN/MIGUEL ÁNGEL LEÓN CARMONA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/19-07-2016/3068310