lunes, 18 de julio de 2016

PRI y Gobierno ocultan pobreza y pésimos resultados, coinciden; Inegi desata tormenta política

Un cambio en la forma de obtener los datos para medir la pobreza en México ha puesto en vilo la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. De ahora en adelante la precariedad no podrá ser comparada con la de años anteriores. Especialistas sobre pobreza consultados refieren que cambios en la manera de medición “noquearon” al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, una dependencia que le había sido incómoda a la administración del Presidente Enrique Peña Nieto. ¿Cuáles fueron los últimos datos confiables sobre pobreza?

Ciudad de México, 17 de marzo: La pobreza en México no podrá ser comparada con la de años anteriores debido un cambió en la forma de capturar los ingresos de los mexicanos por parte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Especialistas en bienestar social apuntaron que los intereses políticos terminaron por perjudicar la labor de la institución y su relación con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que desarrolla los informes sobre la pobreza en el país.

El Módulo de Condiciones Socioeconómicas (MCS) es un esfuerzo de levantar datos sobre diferentes indicadores de bienestar, entre ellos, los ingresos de los hogares. Para la edición 2015, la el Inegi aseguró haber realizado cambios en la forma de recolección de esta información.

Según los resultados del MCS 2015, el poder de compra de las familias de los hogares aumentó en un 1 billón 524 mil 262.5 millones de pesos con relación al 2014. La dependencia informó que el 13.1 por ciento correspondió a las áreas rurales y el 86.9 por ciento a las urbanas.

Una mejoría que hubiera sido imposible con un levantamiento que se hubiese hecho con los mismos criterios del 2014, aseguraron especialistas, y que ahora complica la tarea de hacer comparables los niveles de pobreza con los de años anteriores.

“En algunos casos esto tiene solución. Por ejemplo, si es un cambio metodológico que se pueda aplicar a los datos de años anteriores, se pueden reconstruir hacia atrás las cifras. Eso lo hace el Inegi cuando cambia los años base de los Índices de Precios. Pero en este caso no hay solución. Porque si fuese una mejoría en el trabajo de campo, eso, hacia años anteriores, no se puede mejorar”, dijo Julio Boltvinik Kalinka, investigador del Colegio de México.

COMPLICIDADES EN INEGI

Siete meses atrás, los partidos de oposición en el Senado vieron en Julio Santaella Castell un peligro contra la naturaleza técnica del Inegi por su cercanía con las cúpulas priístas.

Con el apoyo presidencial y de los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el ex funcionario del Banco de México fue ratificado como miembro de la Junta de Gobierno del Inegi. Un paso previo en su camino seguro hacia la presidencia de la dependencia.

Las modificaciones en el levantamiento del MCS 2015 sucedieron antes de que Santaella llegase a la institución. La obtención de datos tuvo lugar del 11 de agosto al 28 de noviembre del año pasado. Pero, Santaella sería también responsable del manejo posterior de los indicadores.
“Santaella declaró que habían cortado datos de los hogares con ingresos sospechosamente bajos. Eso no sería un problema de trabajo de campo. Aparentemente, lo que hicieron fue rasurar la base de datos. Dijo que se iba acercar al Coneval para ponerse de acuerdo y poder hacer comparables estos índices con los anteriores. Pero si no lo logran, eso significaría la desaparición del Coneval. Porque no podría seguir midiendo la pobreza. Y si no hace eso, no cumpliría con la mitad de sus dos funciones: medir los programas sociales y la pobreza. Volveríamos a la prehistoria del país”, dijo Boltvinik Kalinka.
En una entrevista para SinEmbargo, Gonzalo Hernández Licona, Secretario Ejecutivo del Coneval, detalló que la dependencia, junto con el Inegi, firmaron un convenio para realizar la encuesta (MCS 2015) y donde se habla de las cosas que se debían realizar. Pero, el acuerdo se cambió sin siquiera un aviso y todo esto los tomó por sorpresa.

“No nos gusta la forma como se dieron esos cambios y no porque se modifique la forma de mejorar la realidad sino porque no lo hacen de la manera adecuada. Hoy, con esta información, no vamos a poder comparar hacia atrás. No sabremos si mejoramos o no”, agregó el funcionario.

Un velo de opacidad es lo que el titular del Inegi ha dejado sobre las dudas de cómo el Inegi levantó la información, expuso Clara Jusidman Rapoport, presidenta fundadora de la asociación civil Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (INCIDE Social).
“Los cambios se dieron previo a su llegada, pero ahora que está en el cargo porque no transparenta. ¿Por qué no se dio el procedimiento tradicional de discutir el formulario y ahora tampoco se quiere dar la información? Hay una opacidad en la entrega de datos. A mi me parece que es un golpe a una institución que se había ganado la confianza. Por muchos años el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU le reclamaba a México una medición confiable de la pobreza. Y esto es un retroceso a los avances en los últimos ocho años. Pareciera que no hay transparencia ni para el Coneval”, consideró.
POBREZA “DESAPARECE”

Esta discusión sobre la aparente desaparición de la pobreza de un “plumazo” llegó al Senado. Mario Delgado Carrillo, Senador inscrito al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que no era posible que el 10 por ciento de la población más pobre iniciará a reportar un incremento del 30 por ciento de su salario.

“Carece de sentido en el contexto de los otros indicadores económicos, en una economía con bajo crecimiento y enormes desigualdades resulta difícil pensar en un incremento de ingreso de esa magnitud sin poner en duda las intenciones en las que se vio producido el dato”, insistió.

Esta no es la primera vez que funcionarios al frente de instituciones encargadas de obtener los datos confiables sobre la pobreza inician procesos de “maquillaje”, expuso el académico Boltvinik. En el sexenio de Fox estas practicas fueron comunes, apuntaló: “Santaella es un empleado de Peña Nieto. Cosa que no era Sojo [en referencia a Eduardo Sojo Garza-Aldape, ex titular del Inegi], quien fue nombrado en el periodo de Calderón. Tenía autonomía para publicar los resultados. Pero ahora volvemos a los a tiempos de Fox. Cuando se modificaron los resultados de pobreza En ese entonces los cachamos”.


“Por ejemplo, cuando inició su Gobierno, el porcentaje de hogares rurales que usaban gas para cocinar era 46 por ciento. Y al final de su sexenio este número subió al 60 por ciento. ¿Sabe qué pasó cuando dejo de ser Presidente, y entró Calderón? Volvió a descender al 50 por ciento en el 2010. Cómo es que la gente deja de usar gas. Eso es imposible”, agregó.

REALIDAD INCÓMODA

La Senadora del partido Acción Nacional Marcela Torres Peimbert expuso que la pobreza ha sido un tema que incómoda a la actual administración del Presidente Enrique Peña Nieto.

“Todo indica que pueda ser [el cambio en el levantamiento del Inegi] con algún interés electorero, de salvar el honor y prestigio de Peña Nieto, quien tiene el 28 por ciento de credibilidad dentro de los ciudadanos. Una legitimidad forzada. Y creo que va generar lo contrario”, expuso la legisladora.

Los datos del Coneval dados a conocer el año pasado sobre las condiciones de bienestar social en México apuntaron que entre del 2012 al 2014 el porcentaje de población en pobreza creció de 45.5 a 46.2 por ciento.

Esto representó un aumento en el número de pobres de casi 2 millones de personas. La instancia con autonomía expuso que en esos dos años los pobres pasaron de ser 53.3 millones a 55.3 millones.

A diferencia del reporte sobre el 2015 recientemente dado a conocer, entre el 2012 y el 2014, el poder adquisitivo de las familias se redujo en 3.5 por ciento.

“En el 2014 una de cada cinco personas [es decir 24.6 millones de personas] percibió un ingreso tan bajo que aun de haberlo destinado integro para tal fin, no le permitía adquirir la canasta básica alimentaria, la cual tuvo en agosto del 2014 un valor de mil 234 pesos mensuales por persona en zonas urbanas y 868 en el área rural”, reza el “Informe de Pobreza en México 2014” hecho por el Coneval.

Vale decir que el poder de compra del ingreso de las familias ha bajado desde 2008 y no se ha recuperado. Esta condición hace que la pobreza general suba, detalló la instancia gubernamental, como sucedió entre 2010 y 2012.


De todas las poblaciones la más vulnerable fue la indígena, cuyo porcentaje de personas con un ingreso inferior a la línea de bienestar sufrió un aumento en el 2014, en comparación a dos años antes, del 74.5 al 76.1 por ciento

Los estados donde aumentó en 2014 la pobreza fueron Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos y Oaxaca. En tanto que en 24 entidades federativas se observó reducción del porcentaje de pobreza o pobreza extrema.

En términos de edad, la población con mayor pobreza es la de los menores de 18 años. Representan el 53.9 por ciento. La cifra subió de 21.2 millones en el 2012 a 21.4 millones de personas en el 2014.

Lo que sí mejoró durante esos dos años fue el rezago educativo que pasó de abarcar a 22.6 millones de personas a 22.4; la carencia por acceso a los servicios de salud, de 25.3 a 21.8 millones de personas; y la carencia por acceso a seguridad social que bajó de 71.8 a 70.1 millones de personas.

Sin embargo, Peña Nieto quedó a deber en el acceso alimentación, en donde el número de mexicanos con hambre pasó de 27.4 a 28.0 millones; y en el acceso a servicios básicos en la vivienda, donde el número de personas pasó de 24.9 a 25.4 millones.

¿Qué sigue para el Coneval? Enrique Cárdenas Sánchez, director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, expuso que la mejor opción para el Coneval este año será abstenerse de emitir un informe con los datos del Inegi: “Porque no se puede basar en años anteriores, ya no es comparable, y nada más va confundir a la gente”.

“La realidad es que esto lo que está evidenciando es que es tan sensible el dato de ingresos. Por ejemplo, no es lo mismo preguntar al primero que abra la puerta, a que un criterio sea preguntar al padre o madre del hogar. Entonces, para este año más vale hacerlo bien”, agregó. El director expuso que en caso de que se pretenda insistir con la idea de cambiar el modo de levantamiento de los ingresos por hogar, se tiene que buscar una manera de transición.


“Para el 2016 de plano debería levantarse de la manera anterior como en el 2014. Y si se quiere mejorar, se podría hacer ese ajuste pero en el 2018. En ese año habría que medir de las dos formas. Es decir, de la misma manera como se ha venido midiendo hasta hoy y con el nuevo levantamiento. Con qué fin. Para que usted pueda tener las dos tendencias. Y así pasar la estafeta en un punto común que permita hacer la comparación con los años anteriores”, dijo.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/17-07-2016/3068240