Durante los últimos diez años en México han sido asesinados 19 mil 156 jóvenes y niños. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revisados por SinEmbargo reflejan que el 81 por ciento de los homicidios se perpetraron a varones y el 19, a mujeres, en edades comprendidas entre cero y 19 años.
“Las cifras no son lo único importante sino que se trata de vidas de niños y adolescentes. El Estado no ha logrado garantizar su seguridad y eso afecta su modo de vida, siete de cada 10 adultos ya no dejan salir a sus hijos por la falta de seguridad”, expuso Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
La llamada guerra contra el narcotráfico no redujo la vulnerabilidad de quienes apenas comienzan a crecer. El 2012 ha sido el año en donde a más infantes se les arrebató la vida, 2 mil 930 casos. Un aumento del 192 por ciento en relación al 2007, a pesar de que Calderón sacó al Ejército a las calles.
A partir de ahí los homicidios a menores de edad descendieron en el primer año de la gestión del Presidente Enrique Peña Nieto. Pero, los niveles no regresaron a los del 2007.
El año pasado hubo 1 mil 922 homicidios, que de acuerdo con el INEGI, aún pueden ser sujetos de aumento. Éstos representaron un ascenso del 91 por ciento con relación al 2007.
Puede que la cresta de homicidios en el primer semestre de este año se haya gestado 16 meses atrás, han dicho especialistas. Con Peña Nieto subieron del 2014 al 2015 los asesinatos a jóvenes y niños en un 2 por ciento.
El padre Alejandro Solalinde, quien dirige el albergue Migrantes en el Camino en Ixtepec, Oaxaca, expuso que las cifras son conservadoras. “Sobre todo, porque no cuentan a la población migrante”.
El incremento de los menores de edad viene desde hace tres años. Del 2011 al 2015, las detenciones de migrantes en México aumentaron en un 65 por ciento al pasar de 66 mil 583 a 190 mil 366, de acuerdo con un informe de la organización Crisis Group del mes pasado.
“Muchos de ellos fueron capturados por la delincuencia organizada. Y nos consta porque conocimos varios. Porque simplemente en territorio mexicano no tuvieron oportunidad de defenderse. Muchos de ellos aprendieron cosas que no debieron haber aprendido. Por la experiencia sabemos que en estas acciones con el crimen organizado, jóvenes y adultos no duran más de dos años y medio, luego los mataban, o iban a la cárcel. Estos pequeños no tienen ninguna protección, nadie se preocupa por ellos”, expuso Solalinde.
“De 20 ó 25 muchachos que decidieron seguir su camino hace unos días sólo tenemos noticias de unos tres o cuatro. Los demás no sabemos nada. Y sabe qué edad tenían, 13 ó 14 años. Arriesgaron sus vidas de su lugar de origen y luego tomaron la decisión de seguir su camino por el rumbo más peligroso, por eso se entiende que muy pocos logran llegar, por el tráfico de órganos, cooptación del crimen organizado, porque algunos viajan por el desierto por el Sásabe con calores de más de 40 grados, y luego sin dinero”, dijo el padre.
MENORES DESAPARECIDOS
La REDIM también maneja cifras sobre menores desaparecidos. “En un registro que hicimos con la base datos oficial, encontramos que el 30 por ciento de los casi 23 mil casos ocurridos entre el 2006 y 2014 son de menores de edad”, dijo Pérez García.
“Los segmentos de edad más afectados fueron entre 0 y 4 años, y las adolescentes entre 15 y 17 años de edad. De ellas contabilizamos más de 2 mil 500 casos entre 2006 y 2014. Es una forma en la que el crimen ha diversificado sus fuentes de ingreso, estamos hablando de mujeres que pueden ser víctimas de explotación sexual”, agregó.
Nicolás Villa, coordinador de proyectos especiales de la organización internacional Save the Children, expuso que la violencia que se vive en la actualidad fue creciendo de manera gradual.
“La violencia la tenemos desde hace tiempo, no es sólo responsabilidad del Gobierno actual. Los asesinatos son la parte más visible de la violencia, pero la tenemos todos los días en la forma en que nos relacionamos. Y hace falta apreciar la vida humana”, dijo.
EL CRIMEN EN LA NIÑEZ
El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “Violencia, niñez y crimen organizado” publicado el año pasado estimó que al menos 30 mil niños y adolescentes menores de 18 años podrían cooperar con la delincuencia organizada en actividades como la extorsión, tráfico de personas, piratería y el narcotráfico.
La psicóloga Blanca Esther Verdugo Aripes, egresada del Instituto de Salud Mental de Nuevo León, expuso que los niños que han sido testigos de la violencia o expuestos a un medio social de violencia son más propensos a caer en las redes de la delincuencia.
“En ciertos casos, cuando se vive en ambientes violentos se puede normalizar el uso de la fuerza y la violencia como parte de las relaciones humanas. En ese caso la sociedad se vuelve el caldo de cultivo para continuar rompiendo normas sociales o agredir a la familia”, expuso la psicóloga.
Este fin de semana dos tragedias se registraron en Puebla y Chihuahua. En la primera entidad, un menor de 15 años asesinó a balazos a su madre de 37 años, hermana de 18 y tía de 25, porque presuntamente estaba molesto con ellas.
Las tres mujeres fueron asesinadas el sábado pasado, después el joven intentó enterrar los cuerpos de dos de ellas, identificadas como Jazmín Pérez N. de 25 años y Perla del Carmen Rivera de 18, en el patio de su casa.
El cadáver de Lorena Reyes de 37 años, madre del menor, fue hallado en un pozo seco de la zona. El homicida fue detenido en las inmediaciones del domicilio y puesto a disposición de un juez de control.
Una consulta infantil realizada por el Instituto Federal Electoral –hoy INE- en el 2012 a 500 mil niños, niñas y adolescentes, entre 10 y 15 años, reveló que el 10 por ciento de los adolescentes de 13 a 15 años han sido invitados por grupos a ser parte de la delincuencia. La entidad con mayores índices de invitaciones fue Chihuahua con el 17.8 por ciento.
“La causa está en la sociedad misma. Si se investiga un poco, nosotros encontraríamos que quizás ya eran familias muy vulnerables. Tanto en lo emocional, económico, u ambas. Un hecho como este no puede salir de la nada”, dijo Verdugo.
El 7 de agosto el hijo de dos jornaleros de manzanas, un niño de 12 años, ahorcó a su hermana de diez años en el municipio Namiquipa, Chihuahua. Medios locales refirieron que en supuesta complicidad con otro adolescente de 14 años, el niño habría cometido el homicidio en venganza por la destrucción de una casita de juegos.
El menor fue capturado en medio de un intento de escape para ser llevado a la Oficina de Atención a Menores de edad. Mientras que el adolescente fue enviado a un Centro de Readaptación de Menores Infractores, donde de determinarlo un Juez, podría pasar tres años en prisión.
“Es posible que los patrones de violencia se vengan repitiendo desde patrones atrás. Los niños que crecen en ambientes de violencia no desarrollan una personalidad sana que les permita contener una agresión. Es necesario que hayan políticas públicas. Casi siempre se señala sólo a la familia, pero normalmente hay mucha vulnerabilidad y no se brindan otros apoyos sociales”, destacó la psicóloga.
El lunes de la semana pasada un menor de 17 años fue señalado por la muerte de su primo, otro joven de 19 años, en la Ciudad de México. En la colonia Anáhuac el presunto homicida fue detenido. La novia de la víctima, identificado como Ricardo López Hernández, habría descubierto el cadáver.
También en la Ciudad de México otro joven de 17 años mató y mutiló a tres hombres a quienes dejó en un lote baldío. De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, el hallazgo de los cuerpos fue hecho en el cruce de las calles Tlascala y Prolongación Sinaloa, en la Delegación Milpa Alta, al sur de la ciudad.
Al joven se le imputó el delito de homicidio. Una testigo refirió a las autoridades que la agresión se originó debido a que el supuesto perpetrador de la masacre creía que los tres espiaban a su novia. El crimen fue hecho con un machete y la ayuda de un cómplice que anda prófugo.
Nicolás Villa, de Save the Children, apuntó que la violencia se ha normalizado en el país. Y en esto han jugado un papel importante los medios de comunicación: ”Te voy a dar un ejemplo, no en todos los países del mundo hay periódicos en los kioskos donde los niños pueden ver un decapitado en portada. Es decir, somos un país donde se normaliza la violencia. Se busca que la foto sea lo más fuerte posible y cuando a eso le sumas una frase chistosa, entonces la vida no vale nada”.
“El día de hoy quien se respeta, o eso han visto los jóvenes, es alguien que tiene mucho dinero. Pero si tú vienes de una extracción humilde, y ves que tú no vives en el lujo que venden los medios de comunicación, pues ahí el niño dice para qué voy a estudiar, si lo que importan son los que cometen delitos y logran esos niveles de poder y sobre todo de enriquecimiento”, agregó.
La organización internacional Save The Children expuso que desde hace dos años realizan un programa que busca fomentar la cultura de paz llamado “Escuelas construyendo Paz”, que se realiza en cinco ciudades, donde se trata que las soluciones surjan de los jóvenes. Y en donde pueden aprender a relacionarse con respeto. Un método que ha servido para evitar que jóvenes sean cooptados por la violencia en barrios conflictivos.
ESTRATEGIAS DE GOBIERNO
Juan Martín Pérez detalló que no existe un cambio en la estrategia de seguridad del actual Gobierno con relación a la del sexenio pasado: “Tristemente, los resultados están. Las indicadores nos dicen que se está haciendo lo mismo. En esta administración se agudizó la desaparición como un delito de lesa humanidad. Creo que ya diversos organismos internaciones insistieron y no se ha atendido este llamado”.
El director resaltó la idea del Sistema Nacional de Protección Integral, del que fue anunciada su creación en marzo del presente año. ¿Cómo mejora este sistema la vida de la niñez?, se le preguntó al director de la REDIM.
“Creo que hay grandes oportunidades. El Presidente de la República tiene la máxima responsabilidad. Eso implica que la agenda de la infancia no es un tema de asistencia, ni exclusivo del DIF, sino que involucra a todo el Gobierno federal para articular acciones”, comentó.
Consideró que hay que recuperar el espacio público con los niños y adolescentes en vez de esconderlos. “México necesita acompañamiento de la comunidad internacional, porque el crimen organizado es internacional. México no lo puede resolver solo”, dijo el director.
POLÍTICAS INTEGRALES
Nicolás Villa resaltó la importancia de implementar medidas de equidad que acompañen a las estrategias de seguridad del Gobierno.
“Obviamente tiene que haber un tema de seguridad. Lo que hay que hacer es poner a la par un tema de educación, y facilitar opciones de empleabilidad. Es muy difícil estudiar a un alto nivel si vienes de una familia muy humilde. Pero si eres indígena, mujer y vives lejos de la escuela, pues la tienes muy difícil para ser Juez o Procurador. Entonces si no das chance de reducir la inequidad que se vive, estás generando frustración y generando que la forma más rápida y fácil, pues por lo menos así se siente, sea delinquir”, dijo.
El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) ha hecho estudios sobre la equidad. En abril, presentó que sólo el 31 por ciento de personas que provienen de los estratos sociales más bajos de la sociedad tuvo como primer trabajo uno formal.
El CEEY reportó que los hijos de padres en los estratos sociales más bajos no tienen tantos problemas para asistir a la primaria, pero sí para llegar a la universidad. Ésta falta de oportunidad impacta especialmente entre las edades de 19 a 24 años.
“Es un circulo vicioso. Necesitas la parte de la prevención, y demostrar que estás reduciendo la brecha social en este país. De momento las últimas informaciones que tenemos no van en este sentido”, dijo Villa.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/08-08-2016/3077729