El “valiente” movimiento de un cártel mexicano de la droga en ascenso al secuestrar al hijo del encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera enciende las alarmas ante una posible ola de violencia por el desafío directo al cártel de Sinaloa.
El secuestro parece ser el último golpe para socavar la autoridad del encarcelado capo de la droga y ocurre poco después de que hombres armados invadieron la vivienda de su madre en el estado de Sinaloa, en el norte del país.
El Fiscal del estado de Jalisco, Eduardo Almaguer Ramírez, confirmó el martes en la noche que Jesus Alfredo Guzmán Salazar, de 29 años, estaba entre la media docena de hombres secuestrados esta semana en un restaurante del balneario de Puerto Vallarta, en la costa mexicana del Pacífico. Los secuestradores pertenecen al cártel rival Jalisco Nueva Generación, agregó.
El poder y alcance de la organización de Jalisco, conocida como CJNG, creció con rapidez en los últimos años, a menudo en competencia directa con el grupo de Guzmán, que es considerada desde hace mucho la pandilla de narcos más poderosa de México.
“Esto podría indicar una escalada”, dijo Samuel Logan, socio gerente de la consultora de seguridad Southern Pulse, acerca del secuestro. “Este es un movimiento muy valiente”.
Según Almaguer, siete hombres armados irrumpieron en una celebración a la que asistían 16 personas en el exclusivo restaurante La Leche, en la zona hotelera de Puerto Vallarta, alrededor de la 1:00 de la madrugada del lunes. Separaron a las nueve mujeres a un lado y tomaron a los siete hombres, uno de los cuales al parecer escapó, agregó. Autoridades dijeron que no se tiene conocimiento de que se haya solicitado un rescate.
El cártel de Jalisco se labró una reputación por sus ataques frontales contra las autoridades del estado, pero también se ha establecido en zonas lejanas como Veracruz o Baja California Sur.
“No me sorprende que hayan presionado para llevar la escalda al próximo nivel”, dijo Logan. “Y si algo de lo que creo pasa en los próximos 10 días esto se va a confirmar. Estos chicos no van a esperar para devolverla”.
Este sería el último indicio de que el dominio del cártel de Sinaloa no es el que era en el pasado. Se dice que “El Chapo” administraba sus actividades desde la cárcel hasta que se escapó por segunda vez en el 2015, y cuando fue recapturado se le impusieron medidas de seguridad más estrictas en el penal de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, en el que está internado.
En los últimos meses se reportaron otras afrentas contra el capo del narcotráfico. En junio, la prensa informó que un escuadrón armado entró a la casa de la madre de Guzmán y sustrajo vehículos y otras propiedades.
“En este momento hay una guerra por el control del Cártel de Sinaloa, y en esa guerra, se está centrando el tema en ataques a sus familiares”, dijo Raúl Benítez, especialista en seguridad y profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.Jesús Alfredo Guzmán lleva años en el radar de las autoridades. En 2009, Estados Unidos lo acusó de tráfico de drogas en Chicago, junto a su padre y a otros líderes de su organización.
En 2012, en virtud de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, el Departamento del Tesoro estadounidense lo describió como lugarteniente de su padre. Ese mismo año, marines mexicanos arrestaron por error a un vendedor de autos de segunda mano y lo presentaron a la prensa como Jesús Alfredo.
Almaguer apuntó que las autoridades siguen trabajando para confirmar las identidades de dos de los seis hombres plagiados. Los rumores apuntan a que el hermano mayor de Jesús Alfredo, Iván Archivaldo Guzmán, está también entre las víctimas.
Andrés Granados, un abogado que representa a su padre, dijo no tener información sobre los secuestros.
Si Iván Archivaldo está en la lista de secuestrados, los responsables tendrían al menos a dos de los herederos de El Chapo, que se cree están haciéndose con el control de partes de su imperio.
CÁRTEL DE JALISCO AUMENTA SU PODER
La agencia de noticias EFE destacó que el Cártel Jalisco Nueva Generación ha dado una muestra más de su creciente poder entre las organizaciones criminales de México al secuestrar a Jesús Alfredo, hijo de “El Chapo” Guzmán.
En el restaurante había un grupo de 16 personas, pero un individuo escapó, por lo que inicialmente fueron capturados los seis hombres y nueve mujeres, pero estas últimas fueron liberadas, de acuerdo con el testimonio de los trabajadores del lugar.
El Fiscal de Jalisco dijo desconocer las causas del secuestro.
La Fiscalía estatal puso en marcha el lunes un operativo para localizar a los secuestrados con el apoyo de instituciones de seguridad federales y municipales, así como para capturar a los responsables.
La Procuraduría General de la República (PGR) anunció ayer en un comunicado que un “grupo interdisciplinario” de esa institución se sumará a las investigaciones que realizan las autoridades locales “para esclarecer los hechos”.
Jalisco ha sido durante décadas foco de actividad del crimen organizado. En la actualidad es el centro de operaciones del CJNG, que surgió en 2010 como una célula del cártel de Sinaloa y tiene presencia en al menos siete estados más y en la Ciudad de México.
El CJNG ha realizado numerosos ataques contra las fuerzas federales, como una emboscada del 19 de marzo del año pasado en la que murieron cinco miembros de la Policía Federal y dos civiles en el municipio de Ocotlán, que marcó el inicio de una escalada de violencia en Jalisco.
El Gobierno federal puso en marcha desde el 1 de mayo de 2015 un amplio despliegue de soldados y policías en Jalisco para detener a los líderes del grupo, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes “el Mencho”, considerado uno de los criminales más peligrosos del país.
En respuesta a esta acción, presuntos miembros del CJNG derribaron un helicóptero castrense ese mismo día, un ataque en el que murieron nueve militares.
Este grupo criminal se disputa Jalisco con el cártel La Resistencia, vinculado con los Zetas. De hecho, en un principio los miembros del CJNG se hacían llamar “los Matazetas”.
Pero el secuestro de un hijo del Chapo Guzmán, quien fue detenido en enero pasado y se encuentra en una prisión de máxima seguridad del estado norteño de Chihuahua a la espera del desenlace de su proceso de extradición a Estados Unidos, parece un desafío del CJNG a sus antiguos socios de Sinaloa.
También refleja la creciente fuerza de este grupo entre las organizaciones criminales del país.
El hecho tuvo un antecedente en junio pasado, cuando un grupo armado formado por unas 150 personas mató a varias personas y saqueó la casa de Consuelo Loera, madre de Guzmán, en el municipio sinaloense de Badiraguato, tierra natal del Chapo.
Se especuló en su momento que la violencia obedecía a la tentativa de Rafael Caro Quintero, prófugo de la justicia desde 2013, de disputarle territorios al cártel de Sinaloa, aunque este capo lo negó en una entrevista realizada por la revista Proceso en un lugar del norte de México.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/17-08-2016/3081168