jueves, 1 de septiembre de 2016

México pagará el muro, pero aún no lo sabe, dice Trump

Nueva York, 31 agosto. Donald Trump, recién regresando de México, reiteró que construirá un muro a lo largo de la frontera sur que será pagado por el país vecino, como primer paso de su propuesta para poner fin a la inmigración ilegal. Sin embargo, modificó su promesa de deportar a los 11 millones de indocumentados con miras a la recta final de la elección presidencial en Estados Unidos.

Trump presentó un plan de 10 puntos sobre migración en Phoenix, Arizona, después de ser presentado por el sherif Joe Arpaio, una de las figuras antimigrantes más reconocidas del país, y el senador Jeff Sessions, el líder de la línea más dura sobre migración en el Congreso, quien lo acompañó en su visita a México.

Informó que acababa de regresar de México de su reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, a quien respeto, y “estuvimos de acuerdo sobre la importancia de poner fin al flujo ilegal de drogas… y personas a través de la frontera”.

Explicó que es el inicio de un largo diálogo sobre los intereses de ambos países. Aseguró que después de reunirse con Peña Nieto está seguro de que México trabajará con nosotros en este esfuerzo.

Pero, subrayó, todo debe girar sobre el interés del pueblo estadunidense ante lo que calificó de amenaza por un sistema migratorio disfuncional y políticas de frontera abierta promovidas por su contrincante, Hillary Clinton, y el presidente Barack Obama.

La amenza de la migración

Enfatizó que esta amenaza se presenta en miles de homicidios y otros delitos graves contra estadunidenses cometidos por inmigrantes ilegales, y también por las consecuencias económicas de esta población indocumentada, incluyendo el efecto negativo particularmente sobre trabajadores afroestadunidenses y latinos en sectores de bajos salarios.

Advirtió del peligro de que entre los refugiados, sobre todo los sirios, pudiera llegar un caballo de Troya que puede destruir a nuestro país.

El primer punto de su propuesta –ante el regocijo del público que coreó construyan el muro y USA, USA– fue: construiremos un gran muro a lo largo de la frontera sureña. Y México pagará por el muro, ciento por ciento. Ellos no lo saben, pero sí lo pagarán.

En otros puntos planteó el control y la expulsión de millones de extranjeros criminales, multiplicar el número de oficiales migratorios dedicados a deportación, agregar 5 mil guardias fronterizos, suspender la asistencia a municipios (como San Francisco) que se han declarado ciudades santuarios y promover la colaboración entre fuerzas de seguridad locales y federales para detectar y expulsar a delincuentes indocumentados.

Bromeó que tal vez estas nuevas iniciativas podrían acabar deportando a Hillary Clinton también.

Subrayó que cualquiera que ingrese a Estados Unidos de manera ilegal es sujeto a la deportación y que no se aceptará ningún tipo de amnistía para los que lleguen sin permiso. Aseveró que de inmediato cancelará las órdenes ejecutivas de Obama para proteger de la deportación a millones de indocumentados.

Indicó que para los indocumentados dentro del país, el mensaje será de que sólo existe una ruta a la legalización: regresar a sus países de origen y solicitar una visa conforme a los nuevos procesos que se establecerán.

Llamó a crear un sistema de verificación intensiva de solicitantes de visas y asilo de ciertos países, y suspender estos procesos en lugares donde no se pudiera lograr, así como establecer lo que llamó certificados ideológicos para asegurar que los que desean ingresar compartan nuestros valores y amen a nuestro pueblo.

Lo ausente entre lo más notable de su discurso fue que ya no mencionó uno de sus puntos centrales de campaña: la deportación de los 11 millones de indocumentados en este país. Sólo mencionó, hasta el final, que después de que se construya el muro y se apliquen los 10 puntos discutiremos aquellos que permanecen aquí.

Después de dos semanas en las que se generó confusión sobre su promesa de deportar a todo ilegal, y en las que algunos asesores señalaron que el candidato republicano estaba analizando suavizar su posición para adoptar una más parecida a las que repudió de sus contrincantes republicanos en las elecciones primarias, el discurso de anoche tenía el propósito de aclarar y definir su posición para la recta final de la elección.

Este día, que algunos comentaristas y medios calificaron de uno de los más importantes de su campaña por la visita a México y el discurso, concluyó con la presentación de padres de hijos que murieron a manos de ilegales, quienes declararon que votarán por Trump para salvar al país. El acto de campaña acabó con el sonido de You can’t always get what you want (No siempre se puede conseguir lo que se quiere), de una banda de extranjeros, los Rolling Stones, quienes en forma reiterada han solicitado que no se use esa canción en la campaña.

FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: DAVID BROOKS corresponsal
LINK: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/01/politica/005n1pol