Las organizaciones destacaron que alrededor de 11 millones de jóvenes entre 18 y 29 años no han concluido la EMS y cada año 600 mil abandonan estos estudios debido a la falta de oportunidades.
Los académicos han preferido dejar de llamarles “ninis” (“ni trabajan, ni estudian”) a estos jóvenes, porque los estigmatiza, sino han empezado a implementar el término “sinsin”.
Más de 2 millones de becas se reparten para la EMS. De esta cuenta, de acuerdo con las organizaciones, el 45 por ciento de los estudiantes está becado. Por lo que en muchos casos el abandono no responde sólo a un motivo económico.
“Este rezago educativo se deriva en que no logran terminar sus estudios por múltiples razones. Por pobreza, pero también por un modelo que no responde a las necesidades de los jóvenes”, dijo Tere Lanzagorta, representante de la organización Youtbuild International México.El profesor Lorenzo Gómez-Morin de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) apuntó que cada día tres jóvenes abandonan la EMS. Cuando estos jóvenes salen a la calle no hay ninguna red gubernamental que les dé seguimiento, dijo.
“Perdemos la posibilidad de saber que está pasando con su vida. Hay estudios que dicen que la primera red que los vuelve a capturar es la del Sistema Penal”, explicó el profesor. El 90 por ciento de los reos en las cárceles no terminaron la EMS.
Gómez detalló que los jóvenes no deberían de necesitar programas de segunda oportunidad para estudiar, si el sistema educativo se encargara de evitar la deserción escolar.
Una vez en el mercado laboral los trabajos precarios, en parte, debido a la formación truncada de quienes abandonan. El 70 por ciento de los jóvenes son rechazados por no contar con experiencia, apuntó Francisco Landero, Director General en Fundación del Empresariado en México (Fundemex A.C.).
Las organizaciones descartaron que los programas en línea sean una solución para la mayoría de jóvenes que abandonaron las aulas. Esto debido que estos programas tienden a ser impersonales, y no una experiencia integral de involucramiento con su comunidad.
Demandaron a las autoridades que detengan el abandono. Por cada estudiante el Gobierno invierte 29 mil pesos cada año, aseguró Gómez-Morin.
Milagros Fernández, de la Red Clase en Movimiento, Más y Mejores Oportunidades para los Jóvenes, señaló que cuando el Gobierno deja de invertir en contrarrestar la deserción escolar, aumentan otros gastos, incluyendo en el sistema penal, debido a que algunos jóvenes terminan siendo capturados por el crimen.
“Es muy triste ver que las fosas que hay en este país están llenas de fosas de jóvenes, de los que se han enganchado en estas organizaciones del crimen”, dijo Fernández.FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: JUAN LUIS GARCÍA HERNÁNDEZ.
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